Capítulo 1: El Emperador Demonio Jaldabaoth

3.2K 64 10
                                    

El Reino Santo era una nación que ocupaba la península al suroeste del Reino de Re-Estize.


Era un país altamente religioso, dirigido por una Reina Santa que podía usar la magia divina y que estaba íntimamente ligada a las iglesias. Dicho esto, no eran tan religiosos como la Teocracia Slaine.


Además, había dos características especiales sobre la geografía del Reino Santo.


La primera era que sus tierras estaban divididas en dos mitades norte y sur por el mar, pero las dos mitades no estaban completamente separadas. Más bien, una gigantesca bahía, de cuatro kilómetros de largo y dos kilómetros y medio de ancho, hacía que su geografía pareciera una U girada de lado.



Así, algunas personas los llamaban los Reinos Santos del Norte y del Sur. Luego, habia otra característica.


La entrada a la península tenía una gran muralla, de más de cien kilómetros de longitud.



Fue construida para resistir las invasiones de las numerosas tribus demihumanas que ocupaban las colinas al este del Reino Santo, entre ellos y la Teocracia.



Este gran muro, construido con mucho tiempo y recursos, era un testimonio silencioso de cuán agravante era la existencia de los demihumanos para el Reino Santo.



Había una gran brecha de poder entre los demihumanos y los humanos.



Ciertamente, había ciertos demihumanos que eran más débiles que los humanos, como Goblins. Eso era un hecho.



Ya sea en altura, fuerza física, conocimiento o la velocidad a la que producían hechiceros, eran una raza inferior a los humanos en todos los sentidos.



Aun así, incluso los duendes como ese poseían ojos que podían ver en la oscuridad y si ocultaban cuidadosamente sus pequeños cuerpos en rincones oscuros -por ejemplo, al lanzar una emboscada nocturna en un bosque- seguramente serían enemigos inquietantes para los humanos.



Ni que decir tiene que la mayoría de los demihumanos tenían cuerpos más poderosos que los humanos y también había muchas razas que estaban naturalmente dotadas de una habilidad mágica. Si dejan que los demihumanos invadan a su antojo, tendrían que pagar un precio incalculable en sangre para luchar contra ellos.



Por lo tanto, el Reino Santo eligió solidificar su defensa.



Hicieron esto para evitar que los demihumanos dieran un solo paso a su tierra.



Hicieron esto para hacerle saber al mundo que esta tierra no pertenecía a los demihumanos.

Overlord Volumen 12Where stories live. Discover now