19 - Galería y amor

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•Alex•

A veces me pregunto, ¿qué hice yo para merecer una vida tan perfecta? Observo a mi hija y a mi futura esposa durmiendo abrazadas en el sofá y trato de no hacer ruido aunque debería llevarlas a la cama.
Suspiro sintiendo el amor correr por mis venas y sonrío dejando a un lado mi computadora portátil.
El trabajo me consumió hoy, puesto que mañana es el día de la entrega de mi segunda obra como directora de proyectos, y las dejé solas un momento mientras me concentraba en la habitación dando los últimos ajustes a mi informe.
Las manitas de Pearl se aferran a la cintura de Pipes y mi preciosa rubia envuelve su brazo al rededor de mi hija de forma protectora pretendiendo que no caiga del sofá, mientras que su otro brazo extendido hace de almohada para ambas. Mi pecho se infla y mis ojos amenazan con llover. Jamás había sentido tanta ternura en mi vida, pero el verlas ahí, tan juntas incluso mientras duermen, hace que mi corazón se contraiga de amor, y me convenzo cada vez más de que no hay mejor elección en mi vida que Piper Chapman.
Las sigo admirando con devoción, es una imagen tan perfecta que sé que guardaré en mi mente y en mi corazón siempre, pero creo que aunque no quiera, debo interrumpir su momento para evitar que tengan dolores musculares por la mala posición.

*Alex: -Pipes...- Susurro cerca de su oído y ella sonríe de inmediato removiéndose un poco. -Voy a llevar a Pearl a su habitación, ¿de acuerdo?- Sus ojos azules me miran con pereza y asiente soltando el abrazo de mi hija.
Le tomo en brazos y voy en seguida hacia el pasillo para meterla en la cama.
Beso su frente y me doy la vuelta, pero desde la puerta una rubia despeinada me observa con cariño.

*Piper: -Vine a darle su beso de buenas noches...- Su sonrisa tímida aparece y yo solo asiento haciéndome a un lado. Ella acomoda los cabellos de nuestra niña y luego besa su frente. -Te amo pequeña, dulces sueños...- Un beso más y se vuelve hacia mí mirándome con un poco de timidez aún, yo solo acaricio su mano mientras caminamos fuera de la habitación.

La nuestra está bajo la tenue luz de la lámpara que yo he dejado encendida para no tropezar con nada, pero sé que es lo suficientemente tenue para no afectar la visión adormilada de mi preciosa Pipes.
Ambas entramos en silencio y yo no puedo omitir la sonrisa que me causa ver esa expresión en mi prometida. Quiere decir algo pero está buscando alguna manera de expresarlo, así que aunque quiero darle su espacio, las ansias me consumen por saber qué es lo que está pensando.

*Alex: -Dilo, ¿qué pasa?- Me siento en la cama mientras deshago un poco las sábanas.

*Piper: -Yo...- Se recarga en el tocador y me mira con cautela. -Jamás me imaginé teniendo hijos, ¿sabes? No creí que fuera del tipo de persona que lee cuentos antes de dormir, o que consuela después de una caída... Jamás pensé que estaría verdaderamente lista para esas responsabilidades...-

*Alex: -Te sientes umm... Un poco abrumada, ¿quizá?- Hago una mueca, ya me pasaba por la mente que esto iba a suceder. Piper aún es joven y claro que no se siente lo suficientemente responsable aún para cuidar a un niño. -No debí dejar que Pearl se apegara tanto a tí... Lamento que ella...-

*Piper: -No, aguarda...- Me interrumpe. -No es eso lo que quiero decir, si no lo contrario... Jamás me imaginé en posición de mamá, pero ahora siento que en verdad soy una... Sé que Pearl y yo no compartimos nuestro ADN, pero juro que daría mi vida por ella. Adoro pasar tiempo a su lado y también el cariño que ella me da, me encanta hacerla reír, escuchar sus pláticas todo el día, cantar con ella e incluso adoro la manera en que ella quiere pasar cada segundo de su tiempo conmigo... La extraño cuando estoy en el trabajo, y los fines de semana más aún porque sé que ella está aquí mientras yo estoy en esos cursos de fotografía... La amo demasiado, Alex.-

INEVITABLE CONEXIÓNWhere stories live. Discover now