Capítulo 4

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El año nuevo está muy cerca, como es costumbre en la empresa todos los años celebran el amigo invisible, Sherezade no está muy animada a ir a la fiesta, Bennu intenta convencerla para que le acompañe, ante sus súplicas Kerem intenta convencerla también, pero Sherezade pone como excusa que tiene que viajar donde su tía.

Una pequeña tristeza comienza a brotar en el pecho de Kerem, daría lo que fuese para que ella le acompañase a la fiesta.

Entre tanto Onur escucha la conversación, el solo pregunta a las chicas por su asistencia, Bennu muy sonriente como siempre le responde que irá encantada.

Recién salida de la peluquería con un precioso vestido corto de color beige, Bennu busca a su amiga para ayudarla a vestirse para la fiesta, tanto insistió que terminó aceptando, el motivo de su negación es por no ver a Onur.

Todo está preparado los empleados llegan, saludando cordialmente a todos los empleadis Onur y Kerem buscan con su mirada a Sherezade, que aún no ha llegado.

No lo puede disimular, cuando la ve entrar con su bonito vestido rojo, Kerem sale en busca de Sherezade, mientras Bennu mira a ese hombre que tanto ama en silencio como sus ojos brillan y su sonrisa se agranda cuando está cerca de su amiga, cosa que no puede evitar de ponerse celosa, por lo tanto no deja de beber whisky, mientras ve como Kerem le entrega como regalo un precioso colgante, y ha ella le han regalado una simple taza.

Aprovechando que Sherazade está sola, Kerem le pide que baile con él, muy seria lo mira, observa a su alrededor en el fondo es su jefe y no le queda de otra que aceptar el baile con el.

Al fondo conversando con su madre y tía Onur observa como bailar Kerem con Sherezade, su mirada es de asombro, su pecho se eleva con su respiración agitada, no se lo puede creer, sin pensárselo sale corriendo de la fiesta.

El año nuevo ha comenzado, Sherazade va en compañía de Kaan al cementerio, allí rezan a su padre y se encuentran con sus abuelos. El niño sale corriendo en busca de su abuela que la quiere tanto, pero Burhan los mira en la distancia, ve ese pequeño niño que se parece tanto a su difunto hijo, se aproxima con pasos cortos, cuando esta a la altura, el anciano no deja de examinar a ese pequeño niño con ojos rajaos en agua, le da la mano para poder abrazarlo, pero el niño con su angelical mirada, lo mira con terror, se esconde detrás de su madre, a su vez esta le responde:

--No, Burhan, no pretendas que el niño te de un beso, cuanto tu mismo me dijistes que aun que tuvieras diez vidas, ninguna de ellas se las darías para que se salvase.

El anciano la mira, sin poder decir nada, un nudo en su garganta se ha apoderado de él.

--Burhan, aveces la palabras son como flechas que se clavan en nuestro corazón y nos hacen mucho daño.

Nadide, no puede creer lo que esta pasando y lo único que puede es taparse su boca y llorar, mientras se despide de su nieto y su nuera. Burhan no puede más y se hunde llorando en la sepultura de su hijo, pidiéndole perdón.

--Onur,¿ donde te metistes anoche?- pregunta Kerem, que acaba de llegar a su apartamento algo preocupado.

EL guarda silencio, un silencio muy molesto, consiguiendo con su mirada desafiante comience a reprocharle que le ocurre, porque no le dice nada.

-Exhala-No tengo nada que decirte, primo, anoche me encontré mal y salí, pero..¿ tu que hacías bailando con Sherazade?.--

Ambos se quedan muy fijos mirándose, al mismo tiempo que Onur eleva sus labios en una media sonrisa.

--¿Qué? ahora tengo que dar explicaciones con quien bailo o no, pues mira primo estoy enamorado de Sherazade y quiero su amor, y si te da coraje que yo intente enamorarme y tu no, ese es tu problema, creo que deberías olvidar a Mirella, esa mujer que te hizo daño, porque todas las mujeres no son iguales.--

LAS MIL Y UNA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora