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Sasuke

Madara no ha parado de maldecir y balbucear toda clase de palabras​. Hemos perdido una muy decisiva batalla.

-Ésto es culpa de Itachi-habla Futaku -él debió pelear, es un desperdicio no tenerlo luchando.

Quisiera coincidir con él, pero no puedo, unos ojos esmeralda me habían desconcertado y colado tanto en mi sistema que no pude luchar con propiedad.

- Me desconcentre-habla Madara como si pudiera leer mi mente-ella tenía el SHARINGAN.

-¿Qué?-mi padre no sale de su asombro.

- Helena estaba en la batalla y tenía el SHARINGAN - hay un brillo en los ojos de Madara que no puedo descifrar- siempre supe que era una excelente hembra, tan hermosa...

Habla más para sí mismo que para nosotros.

- Debí quedarmela- continúa.

Yo subo las escaleras a la habitación de mi hermano,la cual huele a alcohol y tabaco.

- Itachi- intento hablarlo tocando su puerta.

El no ha respondido nada entonces habló nuevamente: - hemos perdido la batalla, Helena estaba allí peleando...

Antes de terminar el abre la puerta de su cuarto y puedo ver su rostro demacrado con profundas ojeras.

- ¿Alguien le hizo daño? - pregunta evidentemente preocupado.

Niego con la cabeza- nadie lo intento al ver sus ojos pensaban que era uno de los nuestros.

El encurva una ceja y vuele a hablar: - ¿Que quieres decir?

- Ella tiene el SHARINGAN en sus ojos.

Digo e Itachi por primera vez en su vida se ve estupefacto . Se sienta en su cama agarrando su cabeza.

-Dios - suspira- ¿qué he hecho?

- A mi tambien me tomó por sorpresa- digo tocando su hombro.

- ¡Mierda! Necesito a esa mujer, a mi hijo y ahora podemos estar juntos.

- Ella no volverá aquí, aún siendo una Uchiha, está decidida en ganar. La ví pelear no hay duda de eso.

- Voy a pedirle que vuelva- Itachi se pone de pie en su lugar y al parecer le ha importado un comino mi comentario.

- ¡Escucha! ¿cómo planeas buscarla?- pregunto mientras observo a Itachi caminar de un lado a otro buscando cosas para seguramente asearse.

- Voy a volver a la batalla.

Doy un suspiro profundo.

- sabes que si vas a la batalla debes pelear contra ella.

- No, sólo peleare con otros y cuando la vea, la tomaré en mis brazos y la traeré de vuelta.

- Sabes que no es fácil - digo algo ofuscado.

- Sasuke, ésta es la única oportunidad que me queda para tener a mi familia de vuelta, no intentes detenerme porque no lo haré- su semblante por primera vez en mucho tiempo mostraba decisión y vigor.

-Solo toma un baño y limpia por favor tu habitación- arrugo mi nariz-huele horrible.

El lanza una carcajada limpia y mi corazón se oprime, por primera vez en tanto tiempo vuelvo a escuchar a mi hermano reír.

-¿Iras conmigo? - dice en voz baja, sé que él siempre ha parecido seguro y fuerte; pero no hay hombre duro que no se haya ablandado bajo los encantos del amor.

Mi hermano me necesita y yo también lo necesito a él, después de todo también me he ablandado.

- ¡Bromeas! Jamás te dejaría sólo- digo con voz profunda.

Y sé que estamos en uno de esos momentos emotivos de hermano menor y hermano mayor. Quiero llorar como niñita pero sólo me limito a mirarlo fijamente, el da pasos lentos y se para frente a mí.

Pone una de sus manos en mis hombros y es lo más cercano a un abrazo que hemos tenido.

- Gracias por ser mi hermano- dice con lágrimas contenida en sus ojos.

Yo por mi parte ya he largado una lágrima mientras relamo mis labios procurando no largar más.

-No me des las gracias- trago en seco- dale las gracias a Futaku por embarazar a Mikoto- ambos nos miramos y empezamos a reír, reímos tanto y tanto que no tengo idea de porque lo seguimos haciendo.

Más lágrimas han caído de mis ojos y de los suyos también pero seguimos riendo, y en algún momento de el camino nos hemos abrazado.

Reír lloriqueando es lo más cercano a llorar sentidamente para nosotros. Pero sé que en el fondo estamos simplemente llorando.

Me alejo de él y lo empujo al baño.

- Ve a bañarte mofeta apestosa.

Él sonríe y se encamina al baño, una vez que se pierde en la bañera me aseguro de cerrar la puerta.

Me siento en el suelo y ahora sí estoy llorando, extrañaba a mi hermano. Extrañaba su semblante de mierda, extrañaba los chistes y las peleas. Todo absolutamente todo. Nunca quiero verlo así de nuevo.

- Ahora sólo faltas tú - digo mientras una mujer con cabello chicle se cola en mis pensamientos. Ésta es una de las muchas veces que pienso en ella "debo traerla", pienso decidido.

Luego de esperar a mi hermano por largo rato, el sale como en mucho tiempo no lo he visto: limpio y peinado.

Bajamos a la sala donde mi padre y Madara parecen tan asombrados de ver a Itachi otra vez con su típica apariencia.

- He vuelto- anuncia mi hermano.

- Habías tardado demasiado- Futaku sonríe. Esa es su forma de decir que está tan feliz como yo de tener a Itachi de nuevo. Y creanme para los Uchiha no es fácil dar sonrisas.

-¿Tenemos un plan?- Itachi se para con su postura firme e imponente.

- De hecho, sí- habla Madara.

- Bien, cuénteme - Itachi luce seguro.

- Una cosa antes de hablar de los planes de batalla-dice Madara.

Itachi asiente.

- Si vuelves a la batalla debes prometer que tu visión no va a nublarse del objetivo- Madara está serio mientras habla- sé que volviste por Helena.

- Yo sé perfectamente lo que conllevan mis obligaciones y si entro a ese campo de batalla voy a dar mi vida por la causa, pero tampoco voy a negar que si veo a Helena la voy a traer de vuelta aquí a ella y mi hijo es donde pertenecen.

- Lo sé, perfectamente - Madara sonríe y eso no es algo bueno porque él jamás, jamás ha sonreído con buenas intenciones o sentimientos- porque si yo veo a Helena planeo tomarla para mí.

Anuncia dejándonos a todos sorprendidos.

Esclava de un UchihaWhere stories live. Discover now