¿Se saben el refrán de de tal palo tal astilla cierto? Bien, téngalo muy presente porque en ésta historia la bendita descendencia de Abi Miller y Max Stone han venido a arrasar con todo lo que se les presente.
Ellas, Winter Stone y Summer Stone, est...
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Summer
Dos platos de nata cayeron sobre nuestros delicados rostros dejándonos hechas unos muñecos de nieve.
—Sí que se tardan.—habla la idiota fresa de Emily.
—Ya nos dolía el brazo.—habla Eddie.
—Les va a doler ahora enserio cuando los agarre.—habla mi hermana intentando agarrar a Eddie que se zafa de él.
—Buenos reflejos.—le digo sonríente.—no tan mejores como los míos.—agarro un mechón de pelo de la rubia de bote y esta coge unos cuantos mechones de los míos.
—¡Déjala calva Summer!—me anima Winter.
Entonces todos los demás llegan y comienzan a separarnos. Emily se apoya cual víctima dramática en los brazos de Brandon y yo me quedo mirándola con muchísimo odio.
—Ojalá las miradas matasen.—le escupo.
—Pero bueno, ¿les gusto la bienvenida?—cuestiona Bruno acercándose al rostro de mi hermana y pasando su sucio dedo por su cara. Chupa un poco de la nata y gime en gesto de placer.
—Ahora tendre que desinfectar esta zona estúpido.—habla mi hermana molesta.
—No sabéis la que os viene.—les aseguro.
Mi hermana y yo pasamos nuestras manos por la nata de nuestras caras y se la echamos a los fresos que pegan un pequeño salto hacia atrás.
—Oh venga, no es veneno.—pone mi hermana los ojos en blanco.—y con todo el que tenéis metido ya en el cuerpo ¿qué más os dará?
—Vamonos chicas.—Brenda habla para nosotras y junto a Charlie y Colton nos adentran en nuestra habitación.
—Y más os vale poneros el uniforme.—habla ahora Nora captando toda nuestra atención.
—Vaya si la traidora resulta que habla.—digo irónica.
—¿Si no qué?—le cuestiona Winter a la defensiva.
—Acabaréis castigadas todo el día.—sonríe de manera maliciosa.
Mierda.
Mi hermana y yo nos miramos, hoy no podemos estar castigadas si queremos ejecutar nuestro plan. Y esta claro que después de esto no tenemos ganas de otra cosa.
-0-
Cuando hemos lavado de nuevo nuestros rostros y un poco los mechones manchados de nuestros pelos, pasamos a ponernos el feo uniforme y salir corriendo para no llegar tarde.
Pero no llegar tarde a las clases, no, no llegar tarde al desayuno que nos morimos de hambre.
Entramos y vemos a Brenda, Charlie y Colton alzando sus manos para captar nuestra atención y podemos ver nuestros desayunos a salvo sobre la mesa.
