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Disclaimer: Este es un trabajo de fanfiction que usa personajes de la telenovelas "Triunfo del Amor" y "Victoria" distribuidas por la cadena de televisión Televisa y Caracol. Los personajes mencionados en este fanfiction son propiedad de dichas compañías y no reclamó ninguna propiedad sobre ellos.

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Victoria Santiesteban había cometido tres errores al realizar su primera aventura de una noche, según la fuente de sabiduría sexual que era Camila Matiz, su mejor amiga.

"Una aventura de una noche tiene que ver con el sexo anónimo y casual, sin condiciones. Simplemente pasarlo bien. No podría ser más fácil, Victoria". Dijo Camila quien glorificaba los encuentros sexuales, incluso llegaba a compararlos con sus gotitas para la ansiedad.

Helena hizo un ruido de objeción, sin decir palabras en nombre de Victoria, pensó que Camila tenía razón.

Aunque Victoria era una joven hermosa, de ojos verdes avellanas, piel morena y con un cuerpo bien definido. Ella era una completa inexperta en el mundo del amor. A sus 24 años, Victoria todavía no tenía su primer beso y menos aún había tendido su primer encuentro sexual (bueno esas dos declaraciones ahora estaban en duda). En parte era por culpa de su madre, Mercedes, quien opuso miles de prohibiciones a su hija para salir con muchachos, porque ella quería que su primogénita encontrara al hombre indicado. Por eso Victoria, quien ahora vivía en la ciudad de D.F con sus amigas, Camila y Helena, se había dejado llevar por los consejos sexuales de su mejor amiga, quien ahora la miraba con cierta desaprobación.

Camila enumeró los errores de Victoria con sus dedos largos y perfectamente cuidados.

"Error uno. No había nada anónimo al respecto. Error dos. No había nada casual al respecto. Y, error tres, quizás el más grave de todos... ¡Dios, Victoria!

Helena interrumpió con otro gruñido de desaprobación, pero tanto Victoria como Camila la ignoraron. Sus atenciones volvieron al bastón blanco que se encontraba en el borde del lavabo del baño de Victoria.

El estómago de Victoria se retorció desagradablemente al ver el resultado. Camila suspiró y se llevó una mano a la frente.

"Sexo anónimo, casual y seguro, Victoria. ¡Protección, Condones! ¡Que Dios tenga piedad!

No, Victoria no se había ido a casa con un desconocido sin rostro esa noche. Fue mucho peor que eso.

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Tres semanas antes...

"Oye, Santiesteban"

Victoria levantó la vista de su computadora, mirando la media pared que separaba su cubículo del de su vecino. Desafortunadamente (o afortunadamente, dependiendo de cómo lo mirase), no fue Enrique Mendoza el responsable de mirarla esta mañana.

"¿Que?"

Heriberto Ríos Bernal sonrió alegremente, apoyando sus brazos cruzados en la pared divisoria. "¿Vienes a tomar algo esta noche?

Los ojos de Victoria se entrecerraron, sus pelos se pararon de inmediato al oír la potente voz del hombre enfrente de ella. Sus visiones de una noche tranquila con una película y comida para llevar ya estaban empezando a desvanecerse.

"¿Cuál es la ocasión?"

Heriberto hizo un gesto de desaprobación, sacudiendo la cabeza.

"El cumpleaños de Osvaldo, Santiesteban. No te preocupes, no le diré que lo olvidaste. Me sorprende que no esté en tu calendario, ¿no es besar el culo de tus superiores parte de la descripción del trabajo?

"Jaja, que gracioso. Creo que lo echaré de menos. No es que no disfrute de su compañía", dijo Victoria, con un tono de sarcasmo.

"¡Ah, no, no lo haces! Te di un pase la última vez, vienes esta noche."

Victoria continuó frunciendo el ceño. O es que Heriberto no se dio cuenta, o lo estaba ignorando. Él seguía sonriendo.

"Incluso he invitado a esa pelirroja con la que eres amiga del departamento de marketing, y ella está dispuesta a hacerlo, así que. A menos que quieras dejarla desprotegida de los avances de Enrique". Los ojos de Heriberto brillaban de risa, su sonrisa aguda e intensa en ella.

No, Enrique. Todos menos el. Desde hacía meses que Mendoza quería conquistar a la alma libre de Camila; ¿quien en su sano juicio se somete a tal perdición?. Camila nunca salía con nadie, ella simplemente tenía encuentros. Pero que se puede esperar de Enrique Mendoza, el mujeriego de la sala de diseño.

Heriberto estaba significativamente más arriba en la compañía que Victoria (suponía que era un beneficio trabajar para tu padre), pero parecía que le gustaba mucho moverse con sus subordinados de la Casa de Moda Ríos Bernal.

Rompiendo su cerebro por una buena excusa para salir de esta obligación social le dio a Heriberto el tiempo de darse cuenta de que Victoria hablaba en serio acerca de no venir. Su sonrisa cayó, transformándose en un puchero, y dejó caer la barbilla para descansar sobre sus manos.

"Vamos, morena", dijo, con una corriente casi suplicante en su voz. "No será divertido sin ti, tu eres la alma de la fiesta"

Victoria no respondió. Ella ya podía sentir su resolución desmoronándose, solo porque él la llamaba "morena". Aun no entendía por que su apodo la ponía tan nerviosa.

Heriberto casi agitó sus pestañas hacia ella. "Incluso te compraré una bebida".

Victoria gimió y volvió a la pantalla de su computadora.

"Yo no bebo, Heriberto"

"Claro que lo haces, tu querida amiga siempre habla sobre sus escapadas en los viernes en la noche"

"No será divertido sin mí allí para molestar, quieres decir", se quejó, incesante. La sonrisa de Heriberto volvió nuevamente, sintiendo su debilidad.

"Tú lo sabes. Dos tragos, y esa es mi oferta final".

Si tan solo hubiera dicho "no". Si solo dos bebidas no hubieran pasado a cuatro, a seis, a una mano sobre su rodilla debajo de la mesa, a los labios susurrando en su oído, lo suficientemente cerca como para rozar su piel con cada palabra.

Entonces, no, no fue un encuentro anónimo. Ella se acostó con Heriberto Ríos Bernal.

Una Aventura de una Noche- Pareja TekilaWhere stories live. Discover now