My King. || Emiliaco. [Terminada]

PRÓLOGO

🌓

Que no volveré, que no volverás
Que después de un Sol no te veré más
Dime que es mentira, que me lo soñé
Que tú ya no te vas.

Que, a partir de hoy, todo es recordar
No te olvidaré, no me olvidarás
Dime que no es cierto
Y que este amor tan grande no se acabará.

Hoy no me voy a dormir
Para que al reloj no le pasen las horas
Sonrisas por fuera aunque por dentro lloras
Yo voy a quedarme y tú te vas a ir (tú te vas a ir)

¿Qué más te puedo decir?
Si el primer amor durara para siempre
Sobrarán recuerdos, faltará tenerte

Dejas una historia en mí por escribir

Si yo te quiero, te quiero y te quiero
Y por tu culpa, febrero me duele de más
¿Dónde guardaré este amor si tú te vas?

Si no es mentira que te echo de menos
Si yo no te echo de menos, te extraño de más
Y aunque sé muy bien que tú no volverás
¿Cómo pretendo no echarte de menos si te amé de más?

Más te amo, menos tiempo, más te alejas, más lo siento
Restas tus ojos cafés, pero le sumas sufrimiento
Más besos imaginarios, más peleo en solitario
Yo estoy mal, pero te miento más de lo que es necesario

Cómo le explico a tu diario
Que yo ya me he acabado el abecedario

Por llorar canciones que te escribo a diario

Quererte más, imposible, soñarte es involuntario
Un amor que es irreversible
No lo borra ni los meses ni los años

Yo te extraño, te extraño con locura
Y no hay cura para esta historia de un amor extraordinario
Y que le siga un par de besos
Te quiero por dentro con cada hueso
Y, si tú me quieres, no me digas lo contrario

Pero lo que más me duele
Es quedar segundo si te vi primero
Entregarlo todo y quedarme con cero
Por sumarle aniversarios
A un amor que siempre será pasajero

Si yo te quiero, te quiero y te quiero
Y por tu culpa, febrero me duele de más
¿Dónde guardaré este amor si tú te vas?
Si no es mentira que te echo de menos
Si yo no te echo de menos, te extraño de más
Y aunque sé muy bien que tú no volverás

¿Cómo pretendo no echarte de menos si te amé de más?

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El aire pega sobre mi piel, haciéndome sentir miles de emociones dentro de mi estómago. Puede que me agrade, puede que no. Todavía no estoy seguro de saber lo que me gusta, o de si quiero que me guste.

Cierro los ojos, y respiró profundo.

Huele bien estar aquí. Huele a mar. Huele a pasto húmedo. Huele a tierra mojada. Huele a flores cortadas. Huele a libertad.

Hace mucho tiempo que no huelo la libertad. Y de nuevo, no termino de entender, si me gusta o no me gusta.

Puedo escuchar desde aquí las olas golpear contra las rocas que hay en la orilla, el césped largo moviéndose de lado a lado, junto con cantar de algunas aves que pasan sobre mi cabeza.

Una brisa fría hace que tenga que sostener con más fuerza la cobija que cuelga de mis hombros. Mi piel se eriza, y mi cabello se mueve, hace frío. Sí, lo hace, pero hace mucho tiempo que no me sentía de esta manera.

Cómo si nada importará, solamente yo. Solamente mi paz, y mi propia salud mental.

Respiro profundo nuevamente, y tomo con manos temblorosas, la taza de café que descansa frente a mí, sobre el pasto, justo donde estoy sentado. Me la llevo a la boca, y en el momento en que el aroma a café entra por mis fosas nasales, cierro los ojos y me dejó envolver por la calidez de la bebida.

Dejo la taza sobre el pasto, y miro el sobre que está al lado de esta, aquel sobre de color café claro, con un sello en el medio. Sello que tiene mi apellido escrito sobre él, sello que me pertenece.

"Bondoni Gress"

Suelto un suspiro al tomarlo, y acomodándome más sobre el pasto, y acurrucandome mucho más en la cobija calientita, decido que es momento de abrirla.

Así que lo hago.

"Querido Emilio:

El día de hoy, he pensado mucho más en tí, debido a que es 14 de febrero nuevamente...

Pero contra todo pronóstico, no hubieron lágrimas, no hubieron maldiciones, ni mucho menos dolores en el corazón. ¿Sabes que hubo en vez de eso?

Sonrisas. Muchas sonrisas, debido a que quise recordar nuestra historia, de la mejor manera.

Recordé la manera en que nos conocimos. La manera en que me enseñaste a andar en bicicleta. Las pequeñas flores que me dabas cada que entraba a la escuela, durante nuestros años en primaria. Eso fue... Realmente lindo.

La manera en que me sonrías, y te sonrojabas cuando te atrapaba mirándome cuando ibas a visitar a Ren. La manera en que celebrabas mis triunfos, cuando nadie más lo hizo. Recordé nuestro primer beso.

Nuestra primera vez. Cada una de nuestras veces. Tanto las primeras como las últimas.

Pero no lloré, todo el tiempo una sonrisa estuvo en mi rostro. Entonces, después de sonreír como un idiota, me dí cuenta de que te amo.

Todavía te amo.

Sin importar el tiempo que haya pasado, te sigo amando, incluso más que la última vez que te vi.

Así que... Sabiendo esto, y sabiendo que probablemente nunca nos volvamos a ver, sé que debo comenzar a superarte de verdad. No sé cuándo lo haré, o cuánto tiempo me tomara, pero en el momento en que sienta que lo estoy haciendo, o que estoy a un paso de hacerlo... Volveré a leer esta carta.

Leeré está carta, y dependiendo si mi corazón sigue acelerándose con el solo pensamiento de tus ojos mirándome... Sabré si al fin te he superado. Y entonces, será realmente el final.

Nuestro final.

Pero mientras eso pasá... aún te ama, Joaquín. "

Respiro profundo, mientras cierro la carta, y vuelvo a ponerla en el sobre.

Me muerdo el labio, mientras miro el cielo nublado sobre el mar profundo, y poderoso, que sigue golpeando las piedras a su alrededor.

Y pienso, que el mar en este momento tiene algo en común con mi corazón... Pues el mar golpea las rocas con la misma fuerza en que mi corazón golpea contra mi pecho al momento en que la mirada de Emilio, aparece en mi mente.

Respiro profundo, y cierro los ojos.

Mierda.

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Próximamente...
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