Beso bajo el muérdago.

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Kirishima se abrigó del frío, reafirmando sus botas en la nieve fresca. Disfrutó del aire gélido que su pueblo le ofrecía y sonrió ampliamente. Como cada día de la semana, tenía el trabajo de buscar leña para avivar el fuego en casa y mantener caliente a su pequeña familia. Solía ser la labor de su hermano mayor, pero algunas cosas sucedieron y Eijirou mismo se apuntó para hacer la tarea en su lugar, mientras Arata iba por agua y hacía algunos recados simples. Había sido conveniente para ambos.

Cuando Arata le había dado a su hermano menor un corto recorrido en el bosque, este tuvo la oportunidad de conocer a la persona más maravillosa del mundo. Por lo que hoy en día, esa era la explicación de su repentina fascinación por aquel sitio. Al principio se lo negaron, pero con mucha insistencia logró que le permitiesen ir siempre y cuando no supere los límites asignados. Después de todo, tenía catorce años y una madre paranoica. Y... Bien, tal vez sí había sentido en temer.

Hay todo tipo de criaturas peligrosas en aquel lugar, especialmente los hombres lobo que habitan allí incluso antes de que su pueblo lo hiciera, pero comenzaron a quedarse en el fondo del bosque siendo obligados por un buen montón de humanos. Eijirou jamás creyó que eran peligrosos, incluso colaboraron para que su gente tuviese un sitio, ¿verdad? Entonces, ¿por qué las historias contaban que suelen ser aterradores y salvajes? Bueno, alguna vez las ha creído, debe admitir, pero su opinión cambió luego de conocerlo a él.

La combinación más perfecta de dulzura y egoísmo, de cariño y brusquedad. Alguien maravilloso y mezquino a la vez. Sin embargo, solo fingía ser malvado, pero tenía un corazón blando por dentro. Cuando lo conoció no había sido más intimidante de lo necesario, solo le quitó algo de comida perteneciente a su canasta mientras se encontraba distraído, cual silencioso ladrón. Al percatarse, Eijirou lo confundió con un perro mimoso hambriento y comenzó a otorgarle más alimento una vez que Katsuki detuvo su rechazo.

Habían pasado al menos tres meses, solo Eijirou proporcionándole comida todos los días durante ese tiempo. Hasta que un día, Katsuki al fin tuvo la valentía de mostrar su otra forma a quien ahora se convertía en su amigo más cercano. La reacción de Kirishima había sido la más gratificante, sintiéndose realmente feliz a medida que se enamoraba más y más del contrario, al punto en que se volvió desesperante no decirlo y simplemente... Lo soltó.

Sin embargo, el contrario no sentía lo mismo. Y estaba bien, porque prometieron que seguirían siendo tan cercanos como siempre y eso al menos pudo consolar al roto Eijirou, quien no volvió a encontrarse con su amigo en un par de semanas, hasta que la tristeza logró disiparse y aceptó su posición. Así son las cosas, lo sabía. Cuando volvieron a encontrarse, Katsuki le había explicado con una extraña calma que tenía un prometido dentro de su manada, que pronto sería el alfa y que lo sentía, porque aunque no estuviese muy de acuerdo con las aburridas responsabilidades, esta era una que no podía ignorar aun si el pelirrojo le encantara.

Si le encantara, en una realidad remota —o al menos así es como lo oyó Eijirou.

Sin embargo, las cosas son así. Se lo había repetido tantas veces cada día en que visitaba a Katsuki una vez más. E incluso hasta el día de hoy, cuando se dirigía al bosque entre saltitos animados. Solo le daría los buenos días, además de un desayuno preparado por él mismo cuidadosamente guardado en su canasta. No tuvo que caminar mucho para hallarlo dormido y recostado en el tronco de un árbol. Él siempre se aseguraba de esperarlo en horas cruciales donde el bosque no resultaba tan espeso, justo en su límite permitido. Se arrodilló a su altura, preguntándose porqué el tipo se encontraba con la guardia baja cada vez que se veían.

Le dio un pequeño golpe en la frente con su dedo, provocándole un sobresalto—. Hey, dormilón. ¿Qué tal si fuera una gran y fuerte criatura del bosque con sed de sangre? Como las de tus historias.

Soleil, soleil | Bakushima.Where stories live. Discover now