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El menor seguía aquellos roces en las partes privadas del mayor, lo cual podría hacer enloquecer al rubio. Ambos lo disfrutaban, tanto Zenitsu por el placer que sentía como Tanjirou al ver cada facción y expresión en el rostro de su amado. Todo marchaba perfecto y aquel embriagante olor se había hecho presente, embriagando al de burdeos y haciendo que se excitase aún más.

Se acercó para besar suavemente al mayor y poco a poco ir fundiendo sus labios en un apasionado beso. Hábilmente había colocado al rubio debajo suyo y al separarse notaron un hilo de saliva proviniente de sus bocas, lo cual significa que aquel había sido un profundo beso. Ambos sonrieron, tenían las mejillas coloradas y estaban felices de tener tal encuentro. Tanjirou buscó en su bolsillo la bolsita que había obtenido hacía un rato atrás.

Zenitsu le observó confundido mientras el menor sacaba de dicha bolsita lo que parecía ser una tirita de tela. Curioso, quiso acercarse para preguntar que era aquello pero su sorpresa fué ver a Tanjirou llevarla a su propia boca, llenándola de su saliva.

El mayor estaba excitado, aquella escena de Tanjirou lamiendo de esa manera la tirita daba más de qué mal pensar. Tragó saliva y esperó a que el menor hiciese algo, y para qué quiso más, al momento sintió como su ropa interior era despojada de sí y como el de burdeos poco a poco empezaba a desvestirse. Había quedado con su camisa abierta, sin pantalones y únicamente su ropa interior.

El rubio podría enloquecer ante tal vista, más su sorpresa fué al sentir como sus piernas eran separadas y elevadas, dejándole a la merced de los deseos de Tanjirou.

— Esto es así... Voy a introducirlo.— Pudo sentir el dedo índice del menor en su entrada. Estaba viscoso y al notarlo, el de burdeos ya no tenía en su boca consigo aquella tirilla y pudo distinguirla rodeando el dedo del menor.— Si esto no te gusta, tienes que decírmelo.

Zenitsu asintió y por lo pronto podía sentir como el dedo ajeno iba deslizándose por su entrada, adentrándose poco a poco de manera delicada. Soltó un suspiro y trató de calmarse, era una extraña sensación más no le desagradaba.

Por el contrario, Tanjirou se encontraba atento al rubio, a cada facción, cada movimiento, cada posible palabra... Le importaba mucho el bienestar del rubio y no era como si tuviese intenciones de lastimarlo, más empezó un movimiento sutil de sacar y meter su dedo en aquella entrada.

El rubio se estremeció de placer, no conseguía entender cómo aquel movimiento le hacía sentir tan bien. Estaba estrecho, pero a medida que el dedo de Tanjirou se andentraba en él, podía sentir como su cuerpo iba acostumbrándose.

El menor había dado su aviso y fué ocupando otros dos dedos más, uno por uno y con el fin de no lastimarle. Al tercero pudo sentir como Zenitsu dejaba de estar demasiado estrecho a como antes y supuso que era el momento. Se Inclinó a depositar un beso en aquellos labios que tanto deseaba y con calma, fué bajando por su cuello a repartir besos, dejando pequeñas marcas y fué a su oreja para susurrarle.

Creo que ya estás listo.— A lo que el rubio, sonrojado, pasó saliva por su garganta.

⚡Será nuestro secreto 🌊 || Tanjirou Kamado × Zenitsu AgatsumaWhere stories live. Discover now