Capítulo 12

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Cuando desperté, observé el reloj aliviada por tener la mejor noche de
sueño desde que Seshomaru llegó. Cuando bajé miré hacia la sala de estar. Seshomaru y Sota estaban discutiendo sobre el juego del Xbox al que estaban jugando. Seshomaru levantó la vista cuando me vio esperando en el vestíbulo con la mochila colgada al hombro.

Levantándose del sofá, sin alejar la vista de la televisión, Seshomaru dijo:

—Vamos a terminar esto más tarde. Esto aún no ha acabado amigo. —Tanto Sota como él tiraron los controles en el sofá. Mi abuela salió de la cocina y nos dio a cada uno una bolsa de papel llena de comida—. Que tengan un buen día
ustedes dos.

Ambos la miramos.

—Um, gracias, abuela. —Ambos tomamos las bolsas.

Sota rió, cruzándose de brazos y flexionando los músculos.

—Sí, seguro. Como si tuvieras la oportunidad de vencer al campeón.

Caminamos juntos, nuestros pies derritiendo la nieve fresca que había caído la noche anterior.

—Tienes que enseñarme cómo derrotar a tu hermano.

Sonreí y salté dentro de mi auto. Subí la calefacción mientras el motor de mi
pequeño Toyota cobraba vida. Coloqué mis manos sobre la ventilación y las froté.

—Entonces, ¿cómo va la escuela hasta ahora? —Sonaba como una pregunta fácil, una que nunca había hecho antes. Sin embargo se quedó en silencio por un minuto, como si tratara de formar una respuesta a una pregunta imposible.

—Está bien, pero, ¿qué ocurre entre Kagura y tú? —me preguntó mientras bajaba la calefacción y me miraba.

Me encontré con su mirada.

—Por un lado… ella casi arruina mi secundaria —le respondí antes de añadir—: Créeme, mantente alejado de ella. No es tu tipo.

Su engreída sonrisa apareció una vez más.

—¿En serio? Podría sorprendente mi tipo. Pero sólo por preguntar, ¿qué tipo es ella?

Con una mano al volante y la otra pasándola por mi cabello, lo miré por encima momentáneamente.

—Bueno, digamos que si estás luego de la base, no deberías tener problemas.
Rió en voz baja.

—Ah, volvemos a hablar de béisbol.

El problema de hoy es que era viernes. Kagura va a hacer una fiesta enorme, una a la que no tenía intención de ir.
Aparentemente, iba a ser la única Junior o Senior en no involucrarse en conductas ilícitas y balas de goma. Incluso Sango había decidido romper la regla yendo hacia Kagura con Miroku.

Lo que me molestaba un poco ya que los dos la han estado evitando los últimos años. Desde que Sango me dijo que había dormido con Miroku, yo no pude evitar notar cómo ella hacía todo lo que él le pedía. No vino después del colegio a ver Hospital General esta semana. Canceló el viaje que habíamos planeado al centro comercial.

Aquello me había molestado mucho porque ella jamás había hecho algo como eso antes. Ella no era el tipo de chica que abandonaba a su mejor amiga solo porque un chico se mostraba un poco interesado. Éramos inseparables. Ahora…no tanto.

Estaba distraída pensando en Sango cuando la mano de Seshomaru se acercó y tocó la mía.

—¿Por qué no vienes conmigo esta noche? Lo pasado, pasado está.

¿Él me preguntó si podía romper una de mis reglas sagradas? Espera, ¿él me
preguntó si podíamos tener una cita? No, decidí rápidamente, me lo está
preguntando como si fuera una amiga o una “especie de hermana”. ¡Fabuloso!
Para una chica que tiene solo un hermano real, los chicos actúan como si fueran mis hermanos/perros guardianes y esto comienza a ser irritante.

Por favor no lo cuentesWhere stories live. Discover now