Capítulo 3

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Los cuatro comenzaron a caminar por los pasillos dirigiéndose al gimnasio.

Hana se hallaba muy emocionada puesto que tenía muchas cosas en común con Shōyō, ambos eran de baja estatura y les encantaba el voley pero no eran muy buenos que digamos.

—¿En que posición juegas? —pregunto Hana interesada.

—Todavía no lo sé, pero me encantaría rematar, ¿y tú?

—¡Wow! Yo también quisiera rematar pero no puedo ya que soy demasiado baja —confesó apenada—, creo que seré armadora o libero, dudo ser buena para rematar.

—¿Enserio?, ¡Yo creo que puedes rematar, si tomas velocidad y saltas muy alto lo lograrás!

—¿Tú crees? —sonrió.

—Por supuesto, yo soy apenas unos centímetros más alto que tú pero no te burlaste de lo que te conté.

—No lo haría jamás, si tu dices que quieres ser algo entonces puedes lograrlo.

—¿Entonces por qué no haces caso a tus palabras?

—Tienes razón, gracias Shōyō —agradeció—. ¡Tadashi! —llamó al castaño y este rápidamente volteó.

—¿Sí?

—¿En que posición juegas?

—Ah... Yo so...

Antes de que pudiera responder un fuerte gritó los asusto.

—¿Qué fue eso? —preguntó el castaño preocupado.

Al parecer el ruido venía de uno de los gimnasios, rápidamente se apresuraron.

Shōyō fue el primero en entrar seguido del castaño y ambas chicas.

—¡Repitelo! —un azabache de ojos azules había tomado del la camisa a un rubio de ojos color chocolate.

—¿Ofendido, su alteza? —preguntó con una sonrisa arrogante.

—¡Tsukki! —Tadashi corrió hasta aproximarse a su amigo, el rubio.

—Tsk —el chico de cabello azabache soltó de manera brusca al chico casi empujándolo con su amigo.

—¿Qué es lo que está sucediendo aquí? —unos chicos mayores se acercaron.

—¡Vayan a pelear a otro lado! —un chico les hizo una mueca exagerada pero antes que pudiera seguir alguien golpeó su cabeza.

—¡Tanaka, calmate! —le regañó un chico peligris.

—¡S-Suga! —chilló adolorido.

—Suga, tu también —le pidió un chico más alto de cabello azabache—. En fin, las peleas las quiero fuera del gimnasio.

—¡Ah, lo siento! —Tadashi se disculpó por ambos.

—Yamaguchi —sintió un terrible escalofrío que recorrió su espalda.

El castaño volteó viendo cara de su amigo que expresaba enojo.

—¿Por qué te estás disculpando de algo que ni tu ni yo hemos ocasionado? —cambió su semblante a uno serio pero más tranquilo—. Le pregunté algo al rey arrogante pero al parecer hay que ser de un alto nivel para poder hablarle.

—¿Ah? —el azabache de ojos azules lo desafío con la mirada.

—¿Rey?, ¿a que te refieres?

Esta vez, Shōyō no había podido contener su curiosidad y se adentro en medio de la disputa sin siquiera notar la tensión.

—¿No lo sabes? —el rubio quería reírse pero de contuvo, solo decidió mostrar una sonrisa burlona—. Kageyama Tobio, mejor conocido como el "Rey de la Cancha", un apodo que le colocaron sus ex-compañeros de Kitagawa Daiichi debido a su manera autoritaria de dirigir al equipo.

Kageyama apretó sus puños y sus dientes, quería golpearlo y realmente lo deseaba pero tenía que contenerse ya que después de todo el rubio estaba en lo cierto. Su impulsividad lo había llevado a la exclusión social de todos.

No quería volver a cometer el mismo error por ello pensó que lo mejor sería ignorarlo, ya le demostraría quién era en la cancha. Se haría respetar.

—¡Wow, es un apodo genial! —chilló el pelinaranja haciendo reir a las dos chicas que se encontraban tras de él y logrando bajar la temperatura del ambiente.

—¿Lo dices enserio? —el rubio lo miró de manera desconcertada.

—¡Tsukki! —le rogó Tadashi quien estaba al borde del desmayo, ya no soportaba las fuertes feromonas que se hallaban en el aire.

Tsukishima suspiró y se fue de ahí junto con Tadashi.

—Luego nos vemos, Shōyō —se despidió de su nuevo amigo y salió del gimnasio.

—Bueno, al parecer debemos darte las gracias —habló el peligris quien se acerco amigablemente al pelinaranja.

—¿Ah, por qué? —preguntó ladeando la cabeza.

—¡No importa! —respondió Tanaka—. Chico, estas aquí para anotarte, ¿verdad?
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—¡Así es! —exclamó feliz.

—¡Bien!, ¿como te llamas? —preguntó el azabache mayor a ellos.

—Hinata, Hinata Shōyō.

—Genial, yo soy Sugawara Kōshi, él es Daichi Sawamura, es el capitán del equipo —dijo presentando al azabache quien le sonrió amigablemente—. Y aquel de las caras tontas es Tanaka Ryū.

—¡¿AH?! —Tanaka lo observó desconectado—. ¡Mis caras temerarias no son tontas!

—Sí, sí, lo que digas.

—Así que... Kageyama Tobio, ¿qué te trae a esta escuela? —Suga sonrió y se acerco al azabache de ojos azules.

—Quise entrar a Shiratorizawa pero me rechazaron así que vine aquí por el entrenador Ukai.

—¿Rechazaron a una estrella en Shiratorizawa? ¡Vaya, quién lo diría! —esta vez habló Hana quien se había mantenido callada todo este tiempo.

Kageyama le dirigió una mala mirada.

—¿Eh? No dije nada malo como para que me pongas esa cara de intento de niño enojado.

—¡Hana! —Hanami la regañó.




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¿Les parece aburrido hasta ahora?

Honestidad ante todo.

Un omega entre alfas [AtsuHina/KageHina]Where stories live. Discover now