Nadie preparo a el pequeño pueblo para afrontar a un asesino en serie entre ellos.
El pueblo Yoshika es bastante pequeño para alguien como Yuju, también algo aburrido, rutinario junto a sus amigos, pero todo cambio cuando graves asesinatos comenzaro...
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Yuju:
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Mis pasos resonaban fuertemente en el pasillo de la escuela, mientras que mi corazón palpitaba con fuerza en mi pecho. Quería llorar, pero no lo haría, no dejaría que me vieran débil. Ni tanto la persona a quien buscaba ni sus amigos.
-¡Yuju espera!-Grito Félix tratando de seguirme el paso.
El rubio tenía su mochila así como la mía, y la razón de porque todo este dilema comenzó, fue cuando Félix vino conmigo a al biblioteca y decidió decirme algo que no me esperaba para nada.
Entre a la cafetería, ignorando a mi amigo y escaneando por completo el lugar, encontrando a la persona que quería ver. Note en aquella mesa su ahora cabello castaño y comencé a caminar.
-¡Yuju! Te traje el almuerzo.-Dijo Jeongin cuando lo encontré frente a mi y seguí de largo a su lado.-Oye... ¿Que ha pasado?-Le preguntó a el rubio quien corría detrás mío.
-No querrás saber, pero esto se va a poner feo.-Soltó el rubio asustado.
Jeongin se giró y miro a nuestra lugar de siempre, notando a Hyunjin, Seungmin y Minho observarnos extrañados.
Ignore todo aquello detrás mío y fui directamente a la mesa del castaño, quien estaba con sus amigos riéndose y hablando.-Han Jisung.
El castaño levantó su rostro y me dio una gran sonrisa.-Hola linda...-Dijo levantándose para tomarme pero luego aquella sonrisa se desvaneció cuando vio la expresión en mi rostro.-¿Ha pasado algo?
-Tu y yo iremos afuera a hablar, ahora.-Dije y este frunció su ceño, para luego venir tras de mi.
Solo había un par de personas afuera, más que bueno mis amigos, todos vinieron a ver qué sucedía. Han jisung salió y se paró frente a mi con una sonrisa en sus labios. No pude evitar más que mirar a un lado con lágrimas en mis ojos.
Hyunjin me observo atentamente, mientras que yo hacia de mi mano un puño.-¿Has estado engañándome?-Pregunte entre dientes.
La sonrisa de Han se desvaneció y tragó saliva.-¿Que?
