Be With You [SGDeseo]

XIII

Verla así de sonrojada me resultaba tan gracioso y tierno a la vez, tal vez me pase un poquito al decirle aquello, pero no pude resistir mis ganas de hacerla sonrojar, no voy a negar que cuando se lo dije lo hice con toda sinceridad, quería que lee Heunki fuera mi novia ¿estoy actuando desesperado?

Tal vez, pero tienen que entenderme, para mí no ha sido sencillo estar junto a ella y no poder abrazarla así como ella lo hacía antes de olvidarme, extrañaba esa forma tan aniñada de tratarme cuando quería  algo… la extrañaba, y odio ser el único que recuerde esos momentos

Jooheon, Changkyun, Kris, Jaeang, Heunki y hasta Kihyun olvido todo lo que había pasado, todo lo que habíamos sufrido, todo…

Yo también estoy empezando a olvidar, y no quiero, no quiero olvidar los momentos que pase con Heunki… no quiero olvidarla, porque sé que si llego hacerlo, también olvidare mi propósito, me da impotencia no poder hacer nada con  este miserable destino, ya son pocos los fragmentos que me quedan. Pronto ya no sabré nada de mi pasado, lo olvidare y tengo miedo…

— ¡Hyungwon! — Exclama una voz femenina a mis espaldas y luego siento como algo pesado se lanza sobre ella— ¡Te extrañe hermanito! — dice aferrándose a mi cuello

—Suéltame loca que me asfixias— dije quitándomela de enzima, siempre que venía hacia lo mismo, se me tiraba enzima como si fuera un poni al cual todos quieren montar, bueno… me acabo de comparar con un animal

—Que formas son esas de tratar a tu hermana mayor ¡ah! — Me regaña — Tienes que respetar a tus mayores, no seas maleducado o te acusare con Seohyung

—Porque no mejor te vas de una vez a ver a mi hermano, el de seguro te recibirá mejor que yo— dije con un tono inocente mientras la miraba divertido ante su repentino silencio, podía ver sus mejillas tomar color —Ve, está en su habitación

— ¡Hyungwon no seas pervertido! — exclama totalmente sonrojada y solo me reí por su reacción — ¡Quien te enseño ser así para caerle a patadas!

— Yo en ningún momento dije algo, tú eres la que pensaste mal— dije encogiéndome de hombros— Que sucia mentecita tienes Noona — seguí con mi juego y ella empezó a golpearme en el hombro —  Eso se llama violencia a un menor — acuse riéndome

—Eso se llama enseñarle una lección a tu hermanito menor

—Anda con tu novio, que te está esperando en su habitación — me burle y ella siguió golpeándome pero esta vez empecé a correr por la habitación seguido de ella

— ¡Hyungwon! — chillo con vergüenza y yo solo me reí como si no hubiera un mañana

— ¡¿Qué está pasando aquí?! — Dice mi hermano cuando entra dramáticamente a mi habitación — ¡En mi propia casa Paula Lorenza! — Hizo una pausa dramática— ¡Tú me estas engañando- ooo- ooo!

— ¡No es  que tú crees Mario Lorenzo! — le siguió su novia

— ¡cállate no me expliques nada!, ¡voy a llamar a mi hermano! — Hizo otra pequeña pausa—   ¡Samuel!

—Ni piensen que voy a seguir su juego— dije sentándome de nuevo en mi cama

—Aguafiestas—  bufa Kris cruzando de brazos, pero luego cambia su acción y va abrazar a su novia— ¿Porque siempre cuando vienes vas primero a donde Hyungwon y no a donde tu novio?—  le reclama el a su novia y ella solo trata de aguantar las ganas de reír por la dramática forma de hablar de mi hermano — Me siento el personaje secundario de una novela barata

—No seas dramático— dice su novia dándole un corto beso

—oigan, si van a empezar con sus cosas mejor váyanse a otro lado por favor—

—Si sigue así de amargado te saldrán canas y envejecerás rápido — me recalca Kris divertido

—Bueno al menos moriré por causa natural y no de diabetes — contraataque y este bufo —Jaeang llévatelo, no ves que está desesperado —dije señalando la puerta —Vayan hacer sus cositas

— ¡Hyungwon! — chillo Jaeang en una reprimenda para que dejara mis comentarios “inapropiados” según ella

— ¡Oh vamos! ¡El ángel Gabriel y la virgen María!— Exclame— ¿A quién quieres engañar? si su habitación está literalmente al lado— recalque con obviedad— ¿Creen que no escucho? — dije lo último divertido por ver la expresión de mi querida cuñada  quien estaba más roja que un tomate, mientras que mi hermano solo sonreía con orgullo

— ¡Suficiente! — Dice Jaeang saliendo de su pequeño trance —Vamos Kris— agarro a mi hermano por un brazo y empezó a empujarlo hacia afuera de la habitación mientras que mi hermano reía por la actitud avergonzada de su novia

Pasaron unos minutos y el aburrimiento me estaba matando, lo único que hacía era mirar e techo mientras balanceaba mis piernas de un lado a otro, tengo que salir o me voy a volver loco del aburrimiento

Con ese pensamiento me levante de la cama y busque un par de zapatos para ponerlos en mis descalzos pies, tome mi teléfono y algo de dinero para después salir de mi habitación

Al estar fuera de casa me sentí libre, sin un lugar específico a donde ir empecé a caminar hasta donde mis pies me guiaran, mi teléfono vibro en mi bolsillo anunciado un nuevo mensaje

Kris: 
Hyungwon no vayas a tardar tanto, recuerda que papa llega hoy

Había olvidado por completo que mi padre llegaba hoy de su viaje de trabajo y agradezco profundamente  a Kris por recordármelo, porque si no, esa señora a la cual yo llamo madre me mataría por no llegar a tiempo para recibirlo

Seguí mi rumbo hasta llegar a un pequeño y solitario parque, me senté un uno de los columpios y empecé a mecerme levemente, el día estaba fresco y la brisa era reconfortante

— ¿No crees que estas un poco grande para jugar en los columpios?— dice una voz a un lado de mi  

—Hola Hyungwon, ¿Cómo has estado?, Yo bien gracias — dije con sarcasmo y este solo se limitó a sonreír culpable

—Hola Hyungwon, ¿Cómo estás? — Repite mis palabras— A pasado un tiempo que no nos vemos ¿No? —Dice y se sienta en el otro columpio disponible a mi lado

—La verdad es que si hace un buen tiempo que no nos vemos— dije respondiendo a su pregunta — ¿Cómo vas en la universidad?

—Se podría decir que bien— se limitó a decir— ¿y tú? — Me miro— ¿Ya has roto algunos corazones? —dice divertido y yo no pude evitar que una risa se me escapara

— ¿En serio Kihyun? — pregunte entre divertido e incrédulo y el solo se encogió de hombros