eight

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La mente de DongHyuck era un completo desastre,  no podía concentrarse en lo que le hablaban, mucho menos en clases.
¿Sentía cosas por su mejor amigo? ¿De verdad le quería de otra forma? ¿O era solo porque JeNo se le declaró?
Si algo tenía claro era que no quería provocarle más daño a su querido rubio, por eso no le decía lo que realmente pasaba por su mente.

Quizás pasar todo el día con JeNo le traía tan confundido, notar los pequeños detalles en cada acción que tenía con él, mirar las facciones del rubio. ¿Debería volver a alejarse? ¿Eso le ayudaría?

« Pero le harías daño » decía su consciencia.
« Pero ni tu te entiendes, debes hablar con alguien » pensó.
¡Eureka! Hablaría con alguien. Ese alguien sería su madre.

Corrió escaleras abajo, buscando la presencia de su mami. Se guiaba por los cánticos que su madre emitía al escuchar música desde la cocina, en estos momentos son en los que notaba lo parecidos que eran.

— ¡Mamá! — Sobresaltó a la mujer y soltó una risita. Tomó asiento en una de las sillas, moviéndose de un lado para el otro, sin poder quedarse quieto.

— ¿Pasó algo, cariño? ¿Algo que quieras contarme? — Mientras cortaba los vegetales, escuchaba atentamente a las palabras que esperaba de su hijo.

— Yo...Bueno, me preguntaba si...Si tú podrías, ya sabes, darme un consejito. — Divagó Hyuck, jugando con sus dedos, mirando a todos lados excepto a su progenitora. No sabía como decir las cosas correctamente sin que su mami las use en su contra, tenía más que claro que ella lo molestaría cuando pudiera.

— Cariño, se claro. No puedo darte un consejo si no me dices tu problema. — La señora limpió sus dedos con el paño de cocina, dándose vuelta para darle atención a su pequeño.

— Lo intento, mamá, prométeme que no te burlarás. — No podía ver su rostro, pero DongHyuck sabía que su madre estaba sonriendo. Maldijo mentalmente.

— Prometo no burlarme ahora. — Al ver como le sonreía su madre supo que se burlarían de él de todos modos.

« Algo es algo » pensó, respiró hondo antes de hablar. Ordenó sus ideas y abrió su boca dejando fluir las palabras.

— Mi mente es un torbellino, no puedo parar de pensar en JeNo... — Suspiró con su mirada fijada en el suelo. — Desde que me dijo eso he estado notando muchas cosas que antes me darían igual, pero ahora todo es tan extrañamente lindo. Su sonrisa, sus caricias, como me habla, todo lo que JeNo hace me da muchas cosquillas en mi barriga.

Sus deditos tocaban su estómago suavemente, un pucherito en sus rosados labios.
La joven madre dejó de hacer lo que hacía solo para girarse y mirar a su pequeño morenito.

— ¿Y que piensas hacer, mi niño? — Con una mueca en su rostro, abrió su boca para responder ante la interrogante.

— No lo sé, ni siquiera sé que siento por él. — Se sinceró con su madre, necesitaba el consejo de ella.

— Pues para mi suena a que estás enamorado, cariño. — Respondió su madre, sin burla, lo dijo honestamente.

Recordando a lo que venía, DongHyuck levantó la vista encontrándose con la dulce mirada de su madre.

— Tú sabes de amor, ¿Cómo sabes cuando estás enamorado? — Cuestionó el menor.

Su madre pareció pensarlo un momento antes de responder.



















🥴💗





















Corrió a los brazos de su amigo, tomándole desprevenido, pero de todas formas alcanzó a reaccionar a tiempo. Ambos sonrientes, se vieron unos segundos sin decir nada, tan solo admirando la belleza del otro.
Las palabras de su madre vinieron a él...

follamigos | nohyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora