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Había pasado una semana desde que ya no hablaba más con mis amigos, Gustavo siempre me hacía cargar sus cosas, hacer todo tipo de cosas, un día hasta me había dicho que le llevará almuerzo porque no quería comer de lo que había en la cafetería, mi madre no sabía de esto, pensé mucho en decirle pero sé que no me iba a hacer mucho caso, mi hermano por otro lado me había intentado hablar, se lo había impedido, ninguno se había preocupado realmente de mi situación, situación que era por culpa de ellos, nada más que ellos

—Vaya, es muy extraño ya no verte con los populares —Dijo una voz detrás de mi, era algo fastidioso que algunas chicas se acercarán solo para burlarse de mi, aún no sabían que quien lo había decidido de esa manera había sido yo, nadie más, ellos no me habían echado de su vida, yo los había echado de la mía

—pobrecita de la cuatro ojos, seguro que los extrañas mucho —yo seguí comiendo mi almuerzo, no quería una pelea y menos con esa idiota, no valía la pena que discutiera con alguien que no entendía de razones

—Ya se aburrieron de la Nerd, seguro no se los hacia bien —esperen ¿Que? ¿Esas chicas en verdad podrían ser tan estúpidas?

—Seguro que ni le importo que uno de ellos fuese su hermano, es una puta —muy bien, mi paciencia había acabado, y sin más le tire mi jugó encima, era un desperdicio que hubiese caído en las ropas de esas dos, que solamente querían llamar la atención

—Dejen su lengua quisquillosa entre los dientes, no saben lo que dicen —dije sería, sabía que todos nos habían vuelto a ver, incluyendo a mis amigos que se pararon de inmediato, una de las chicas se acercó y me golpeó en rostro

—¿Te enoja que te diga la verdad zorrita? Mira como te ves de ridícula frente a todos, no vales nada muñeca, tu reinado ya acabo ¿Lo entiendes? Se acabo, se esfumó, ya no existe, deja de comportarte como siguieras teniendo el control de los ASDJ que ya no lo es —luego de eso me empujo haciendo que cayera en el pavimento, algunos empezaron a reír, Josh llegó de inmediato e intento levantarme, pero se lo impedí

—Suelta, yo puedo sola, no necesito de su ayuda —mire a los cuatro que miraron a la chica asombrada que ellos estuvieran ahi, sonrió coqueta y se acercaron a Samuel

—¿Quieres salir conmigo a algún lugar después de clases? —Samuel sonrió, era una sonrisa sarcástica, la conocía perfectamente

—Has molestado a mi amiga, jamás iría contigo a algún lugar —yo por supuesto me puse en pie, y me senté donde anteriormente había estado, no iba a seguir con ese circo, la chica gruñó y se fue fuera de la cafetería junto a su amiga que la seguía, los cuatro asentaron en mi mesa y me observaron

—Tenemos que hablar —dijo Ashton

—Si, no podemos seguir de esta forma —dijo Dominique, mi hermano y Samuel me miraron esperando una respuesta, pero yo aún seguía muy enojada con ellos, no podía creer que ellos estuvieran aquí, como si nada hubiese pasado, después de que han visto como tengo que hacer todo lo que ese delincuente me dice que haga, estando amenazada

—Lamentamos mucho lo que ha pasado, sabemos que es nuestra culpa pero te echamos mucho de menos Fabi

—¿Ustedes en verdad creen que con una disculpa basta? Ustedes no saben todo lo que he pasado esta última semana, no vengan a decir que lo lamentan porque ninguno ha dejado sus actividades para encontrar una forma de sacarme de este lío en el que ustedes me han envuelto, hasta que eso pase, yo volveré a hacer la amiga de siempre

—Pero Fabiola cómo haremos con las tareas si tú eres nuestra única salvación?

—Ya veo, solo para eso sirvo, en realidad no les importo, solo les importa lo que yo hacía por ustedes, ya me ha quedado claro —con esto me retiré, y llegué hasta donde Gustavo que miraba todo desde lejos, al menos este imbesil no era un hipócrita, decía las cosas tal y como eran

—Hoy me limpiaras mi casa —como dije, no tenía pelos en la lengua  

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