Tan Sólo Un Favor [𝙙𝙞𝙘𝙠𝙠𝙤𝙧𝙮] [𝙧𝙤𝙗𝙨𝙩𝙖𝙧]

Capítulo 5:"¡Así que tienes una cita!"

Wally West, también llamado Kid Flash, tenía la vista fija en Dick como si éste le hubiera dicho que estaba embarazado.

El velocista había llamado por teléfono y en tan sólo unos segundos había aparecido en la puerta de su casa con un saludo amable y un cabello alborotado. Pronto dejaron el departamento, y mientras Wally se quejaba del "paso de abuelita" de su compañero, Richard informó a su mejor amigo de su última semana, sobre la cena, de su mentira de tamaños siderales, sobre su plan y sobre Kory. A pesar de estar hablando con su mejor amigo, Richard sólo esperaba no tener que arrepentirse.

"¡Así que tienes una cita!"

"Que no es una cita" reiteró Dick, irritado.

El pelinegro se restregó los ojos, tanto por la incandescencia del sol de ciudad, como porque presentía hacia dónde se iba ir aquella conversación.

El pelirrojo lo ignoró, aún con una sonrisa burlona en sus labios

"¿Sabes, viejo? Quería hablar contigo y asegurarme que no te estuvieses perdiendo a tí mismo en alguna extraña misión del otro lado del mundo y te olvidaras de cosas como... comer las tres comidas diarias..." hizo una pequeña pausa "Para ser sincero, ni siquiera se me ocurrió que podrías encontrarte en tu casa" sentenció, haciendo énfasis en la última frase.

La conversación había evolucionado rápido. Por lo general uno con sus amigos no pasa de un "¡Hola! ¿Qué has estado haciendo estos días?" a un "Ah, nada interesante, planear una forma de parecer una pareja con una amiga de la adolescencia y no morir en el intento... ¿Y tú?" De todas maneras, los amigos normalmente tampoco suelen aparecer en cuestión de segundos desde ciudades remotas...

"Pero claro, no es que organizaste una muy complicada y extraña cita, sólo que las estás llevando a la casa de tu padre a presentarla a tu familia" añadió sarcásticamente. Wally West no encajaba en la clasificación de amigo normal, aunque no era porque su fuerza de velocidad rompiera muchas leyes que la ciencia de había esforzado en desarrollar, sino por, específicamente, la clase de comentarios que hacía.

Dick, en cambio, no tuvo otra opción que defenderse.

"Dí lo que quieras" dijo Richard "Ni siquiera pedí tu opinión sobre el asunto, Wally. Además, tú eres el que suena como una abuela, y una que definitivamente ha mirado demasiados dramas en la tele" se mofó. Estaban caminando por las no tan transitadas calles de Blüdhaven, y Dick apuró el paso y adelantó a Wally por tan sólo unos centímetros, sólo para molestarlo un poco.

"Oh vamos" el pelirrojo protestó, alcanzándolo "¿Me vas a decir que nunca viste una película, Grayson?" Richard lo ignoró "Porque sólo hay una forma en la que puede terminar esto..."

"No se de qué estás hablando. Por favor..." le pidió "La situación ya es lo suficientemente extraña, y de verdad que no necesito que lo conviertas en una telenovela"

"¿Que yo lo convierta en una telenovela?" le reprochó "Tú eres el hombre serio de pasado incierto que la invitó a su mansión de niño rico en una cuidad lejana"

Richard se detuvo, definitivamente irritado y, aunque no quisiera demostrarlo, levemente avergonzado. Fijó en su mejor amigo en frente suyo una mirada más fría que el hielo, aunque a Wally, en cambio, no lo afectó demasiado. Dick entonces levantó la bolsa de tela de plástico hecha por entramados de distintos colores y una manija rojo brillante.

"¿Quieres que te acompañe a comprar los putos ingredientes para hacer la lasaña o no?"

"Correcto. Me callaré desde ahora" dijo, y cerró un cierre inexistente en las comisuras de su boca.

"Muchas gracias" masculló

Cuando abandonaron el mercado, al finalizar de revolver y hacer una bastante larga comparación de precio-calidad por parte de Dick y para la molestia de Wally, ya había transcurrido una hora. Había un ligero cambio en el paisaje de la bóveda celeste, ahora adornada con colores más diversos y cálidos. Ahora el pelirrojo llevaba entre sus brazos la bolsa colorida, sólo que ahora ésta estaba repleta de víveres, además de siete barras de delicioso chocolate con maní. El pelirrojo tomó una en la salida del edificio y la comenzó a masticar en el camino.