LETIZIA*****
Tengo mucho sueño, pero hay algo que no me deja dormir. Abro los ojos lentamente, para darme cuenta que todo el cuarto está iluminado por la luz del sol, dirijo la vista a las ventanas y estas...
-Ay no, ¿Quién corrió las cortinas? -busque con la mirada si alguien se encontraba en la habitación, ahí estaba Lucía y Eva en la puerta.
-Fui yo Let -dijo tímidamente Eva -la Reyna nos mandó a decirte que hoy tienes que bajar al comedor a desayunar.
-Pero quiero desayunar aquí, acaso no se puede -hice mi berrinche.
-Sí, pero no todos los días, más si son seguidos -dijo una voz, que provenía de la ducha, que estoy empezando a reconocer.
-¿Qué? -mire al príncipe.
-Su alteza -saludaron mis damas haciendo la reverencia.
-Buenos días -devolvió An el saludo, con un asentimiento de cabeza, para luego mirarme -no puedes faltar hoy, va a ser un desayuno especial en la familia, para presentarte.
Abrí ligeramente la boca -bien -cogí mis cosas para tomar una ducha. Al salir mis damas me acompañaron a cambiarme, para luego salir con un hermoso vestido rosa pálido, unos tacones del mismo color y mi máscara que cubre una parte de mi cara y ojos, de color blanco, el cabello decidí llevarlo suelto con ondas en las puntas y por último un maquillaje suave, como me gustaba.
Busque con la mirada a An y pude verlo sentado en el sillón, al notar mi presencia se paró y giró en mi dirección, llevaba puesto un traje color azul marino, muy bien entallado a su perfecto cuerpo, con unos zapatos charol negro, su pelo castaño lo tenía muy bien peinado, aunque lo acaba de desordenar un poco con sus manos, por último esos hermosos ojos color celeste, que me observaban detalladamente, empezaban a hacer que por mi cuerpo corriera una delicada electricidad, que luego se desvaneció, no sé qué fue eso.
-Let, ... -Lucía no termino de hablar ya que se dio cuenta de lo que había hecho.
-No hay problema, -intervino el príncipe -seguro Letizia te dijo que la llamaras así, pero recuerda que debes tener cuidado con los demás.
-Sí alteza -respondió Lucía.
-Letizia, ya es hora de ir, se hace tarde -hablo Antonio, asentí con la cabeza para luego entrelazar nuestros brazos, a la salida de la habitación.
Mientras caminamos con dirección al comedor, nos encontramos con John el mayordomo de Antonio, que se colocó al lado derecho del príncipe, cada vez nos estábamos acercando al comedor, por consecuencia me estaba poniendo cada vez más nerviosa.
-Sus altezas - llamó mi atención Jhon, ¡oh no!, Ya estamos aquí, se abrió la puerta dejando al rey y a su familia a la vista.
Avanzamos hacia ellos, para hacer el saludo real y tomar nuestros respectivos asientos, dando inicio al desayuno, ya que solo faltábamos nosotros.
-Princesa Letizia, quiero presentarle a mis dos hijas -me hablo la reina mientras probaba un bocado de mi apetitoso desayuno, deje de comer -ella es hija menor, la princesa Amelia, tiene diez años, y ella es ... -señaló a una joven, que creo que es de mi misma edad -la princesa América, tiene tu misma edad, espero que se lleven bien - concluyó la reina para seguir comiendo.
-Entonces, te casaste bien cumpliste la edad promedio para contraer matrimonio -hablo América, cuando me faltaba poco para terminar, mi desayuno
-Pues si princesa América.
-Puedes decirme América y yo te digo Letizia -asentí con una sonrisa.
-A mí también puedes decirme solo Amelia, Let -intervino en la conversación Amelia -y unas disculpas por no haber asistido a tu boda -se disculpó la pequeña.
-No hay problema, fue algo pequeño, lo importante es que ya nos conocimos -le di una sonrisa a lo que Amelia asintió, pero lo que no esperaba era la siguiente pregunta.
-¿Por qué no te quitas la máscara? -al parecer ella no estaba informada, que mi identidad era confidencial.
-¡Todos retírense! -habló el rey en tono autoritario, al instante todos salieron y solo quedamos los de la mesa y el mayordomo del rey -ella tendrá que usarlo ante los demás un año -le respondió a su pequeña hija.
-Es decir hasta el día que será presentada ante todos, como la esposa de mi hermano.
-Sí -respondió el rey -ustedes pueden ver su rostro, solo que debe ser un secreto.
-Bien -respondieron las princesas, al escuchar eso me quite la máscara.
-Que bonita eres -se me ruborizo el rostro, por el comentario de Amelia.
-Gracias -agradecí sus halagos.
-Muy bien, ya es hora de que todos los sirvientes regresen - habló el rey, para que su mayordomo fuera a dejar que pasen todos. Cuando entraron todos, había terminado de colocarme la máscara.
-Princesa Letizia, como se siente en su estadía aquí -preguntó la reina.
- Muy bien, gracias por preguntar su majestad, las damas que me dieron por ayudantes, son muy agradables y tuvieron la amabilidad de darme un recorrido por su hermoso castillo, me gustó mucho los detalles que tiene la arquitectura del reino, es muy hermosa. -sonreí recordando todo eso.
-Me alegro que te agrade -respondió sonriendo la reina.
-Madre, padre, nos retiramos -habló el príncipe por primera vez durante todo el desayuno, mientras miraba, en el centro de la mesa había un delicioso trozo de pastel de chocolate, ¡espera! dijo "nos vamos", gire mi rostro en su dirección para reprocharle con la mirada, sin que se dieran cuenta los reyes, pero al parecer no se dio cuenta ni el.
-No hay problema -el rey le dio su permiso despreocupadamente, mientras la reina le miraba molesta por su respuesta.
-Gracias -se levanto, lo mismo tuve que hacer yo con la ayuda de mis damas que estaban a mi tras, hacemos la reverencia para luego retirarnos. Afuera di un suspiro.
-Todavía no había llegado a tocar el pastel, era de chocolate -me queje en un susurro, pensando que no escucharía Antonio.
-Si deseas puedes decirles a tu damas que te lo traigan a tu habitación -me dio esperanzas An.
-De verdad -se me iluminó la cara, para luego volverlo serio -espera me escuchaste -asintió con la cabeza, el calor subió a mis mejillas.
-Gracias -agradecí por la oferta del pastel, pero seguí con un poco de vergüenza por mi comportamiento de niña, frente a los dulces.
-Así que te gusta el chocolate -pregunto An mientras caminábamos.
-Si, es uno de mi sabores favoritos en dulces -le dije la verdad.
-Ya veo, a mi ... -la voz de An fue opacado por otra voz, que provenía de nuestro atrás.
-¡Letiziaaa! -escuche que me llamaban, así que automáticamente gire a mi tras.
DEDICADO a uno de mis primeros seguidores de mi inicio aquí en Wattpad. Gracias por el apoyo y que le hayas dado una oportunidad a esta historia.😊
Con cariño de:
La escritora 2A.

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La princesa de la máscara
Teen FictionDos reinos se unen en una alianza, pero para esto debe haber un matrimonio. Él, el príncipe heredero del país de Yeil, más que guapo y codiciado por todas las señoritas. Ella la princesa de Temrres no mostró su rostro, ni se presentó ante la gente d...