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Miré en el reloj de la mesita de noche; "6:54 a.m" y yo aún no podía dormir, el silencio era demasiado ruidoso.

Decidí bajar y beber algo de agua o qsy, pero me sorprendí al ver que la cocina ya estaba encendida.

- Lpm papá, me asustaste - dije mientras él reía, en silencio, ¿por qué lo hacía? el se supone que piensa que solo estamos él y yo - Por cierto...

- Ya se que está Manu, los escuché cuando llegó.

- Uh, perdón por despertarte.

- ¿Qué hacés despierto a estas horas?

- No podía dormir.

- Dale Mateo no te tortures tanto, te conozco más que a mi mismo, y se en lo que éstas pensando, pero disfrutá el momento, si algo tiene que pasar pasará y listo - tengo una relación amor odio con que mi papá sepa tanto de mi - Y ahora ves a dormir con el pibe de tus sueños, que sé que te tiene loco aunque lo niegues.

Pero bueno, esto tampoco ayuda.

- Gracias pa - dije, agarré un vaso con agua y me lo bebí.

- Voy a trabajar hijo, no vuelvo hasta las ocho de la tarde, y pasala bien - asentí y subí a mi habitación

- Teo es muy pronto, ¿qué hacés despierto? - dijo él con una voz ronca, uf uf.

- No podía dormir, pero ya está - dije volviendo a acostarme.

- ¿Me abrazás? - dijo estirando sus brazos, asentí y hice lo que me pidió.

- Manu.

- ¿Si?

- Te quiero.

- Yo también Matu - dije apoyando su cabeza en mi pecho, ¿se habrá dado cuenta de que mi corazón va a mil por hora?

Sentía un peso menos encima increíble, Manuel me alivió mucho y finalmente pude dormir. Bendito seas Vainstein.

Desperté por los rayos de sol que entraban por los huecos de las persianas.

Manuel seguía dormido, se veía realmente lindo.

Obviamente no lo iba a despertar y romper toda la paz.

Así que bajé y me puse a preparar unos batidos para desayunar, me quedam de ruta.

Mientras cortaba la fruta sentí como alguien me abrazaba por la espalda.

Pero mi cuerpo se alivió cuando me di cuenta que se trataban de los brazos de Manuel.

- ¿Por qué no me despertaste?

- No se, te veías muy tierno.

- Vos si sos un tierno.

Terminé los batidos y desayunamos juntos.

Limpiamos los platos y un poco el salón. Nos sentamos en el sillón a ver un rato la tv, ya no sabíamos que hacer.

- Manuel, ¿qué esto? - dije viendo que tenía un moratón en el brazo, como alguien lo haya lastimado no se lo perdono a nadie.

- Oh... No, no es nada - dijo él sacando su brazo de mi hombro.

- Dale, contame - dije ahora abrazándolo yo.

- Es que... no se, Matu - dijo él removiendose incómodo.

- Manuel, soy la persona más confiable del mundo, si no me lo querés contar, lo entiendo perfectamente, pero si no me decís no podré ayudarte.

- Fue mi papá - dijo, y la sangre me hervía por todo el cuerpo - Fue hace un par de semanas.

- ¿Qué te hizo? - dije acariciándole la mejilla. Tenía unas ganas tremendas de romperle la cara al gil de su papá.

- Él no aceptaba que yo fuese un pibe, discutimos varias veces, pero ese día me golpeó, bastante. Mi mamá no aguantó más y decidió irnos a vivir a otro barrio, solo nosotros dos.

- Ay dios mío Manuel. Te prometo que acá jamás te pasará eso. Haré que te olvides de todo lo malo que has pasado, lo siento mucho por vos Manu.

- No lo sientas, no es tu culpa.

- Pero no te lo merecés. Sos una persona increíble, con un corazón hermoso y fuerte. Te merecés todo lo bueno que hay en el mundo, Manuel.

- Con vos me conformo - dijo él apoyándose en mi pecho.

Me daba mucha bronca. Posta, Manuel no debería haber pasado por todo eso. La gente es inútil. Y él demasiado bueno para el mundo.

- No sé como lo hacés Teo, pero me tenés re enganchado a vos - dijo mirándome con ese brillito en los ojos, son hermosos. No hagas eso.

- Manuel, te quiero mucho - dije acercándolo más a mi, me transmite paz y tranquilidad.

Es simplemente hermoso.

transexual - trueplikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora