Casi, pero no

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-¡Lamuel!

De nuevo golpes a mi puerta, las voces de mis amigos gritando desde afuera, creo que aún no se cansan y bueno, en cierta forma no los culpo ya que he estado faltando un par de días a la escuela y eso debió preocuparlos. Después de una charla con Gabriel y algo de investigación descubrí que la única forma conocida de liberar él alma de Alex es matando al demonio que la tiene, pero no puedo permitirlo, debe haber otra que no conozco aún.

-Hombre, llevas encerrado tres días y sabemos que no estás enfermo.

-Abre esa maldita puerta en este momento o la tirare.

-La violencia no resolverá nada.

-¿Quieres violencia en tu cara?

-Jason, sabes que soy el mayor y debes respetarme.

No, no, no, no, no puede estarme pasando esto, no Eider, pero no tiene sentido, él me ha dicho que nunca ha hecho un trato con humanos, dijo que es demasiado esfuerzo y que tiene que darles algo y eso es una molestia, no pudo haberme mentido así. Ese pensamiento no sale de mi mente mientras los gemelos están discutiendo y yo sigo de miserable en el sofá, después escucho el sonido de mi puerta abriéndose y pasos acercándose.

-¿Sabias que había una llave bajo la maceta?

-Le pregunte a Eider, me dio su teléfono para tenerlo al tanto de Lamuel mientras no está ya que en sus palabras "Soy el menos idiota"

-¿Donde está Eider a todo esto? Él más preocupado debería ser el.

-Estamos hablando de su majestad, salió a quien sabe donde, tal vez a conocer princesas de la vida real.

-Al menos sabemos que él está de vacaciones con su prestigiosa familia.

-Lamuel lo ablandó pero sigue siendo aterrador.

-¿Saben que los estoy escuchando?

Mis visitantes apenas se percatan que estoy acostado en el sillón más grande. Peter se acerca a examinarme mientras Richard cubre la boca a Jason para que no suelte comentarios no solicitados.

-¿Quien se murió?

-¡Jason!

-Es que mírenlo, parece que eso pasó.

-Gracias por tus amables palabras, tan positivo como siempre.

-Eso... no suena como algo que tu dirías.

-Si.... lo siento es solo que he estado bajo mucho estrés últimamente.

-¿Necesitas hablar de eso?

Los chicos se sentaron a mi alrededor, ahora tengo que empezar a inventar alguna excusa mientras sus miradas están clavadas en mi, al final la iluminación divina llega a mi y puedo comenzar, les narro una historia, una parábola mejor dicho, como aquellas que mi hermano solía narrarle a sus apóstoles, al principio se vieron confundidos pero guardaron silencio y al final escucharon atentos la historia e incluso se olvidaron de lo que me habían preguntado al inicio. Un poco extraño tal vez... Tuve demasiada suerte, so eso.

...

Los días siguieron transcurriendo y mis preocupaciones si bien no desaparecieron si se hicieron menores, solo tengo que encontrar a Eider y ente los dos encontraremos cómo resolver esto y devolver el alma a su legítimo dueño, con el cual ahora estoy n nuestras pequeñas sesiones.

-Sarah se ha mostrado más tranquila.

-Si... pero después de determinado tiempo mis feromonas la molestan...

ImpossibleWhere stories live. Discover now