🖤MENTIRA PIADOSA🖤 (Sope)

Toda la verdad (cierre)

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Dedicado a @sope_2310

–Quiero besarte. –

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Hoseok ha amado, y todavía ama, a unas cuantas personas en su vida.

Quería—quiere a sus padres, a su hermana pequeña, a pesar del poco tiempo que pasó con ella. Sabía, más por su ausencia que su presencia, que la quería. Es siempre la ausencia, el espacio negativo, los demasiado tarde y nunca más, lo que hace que la gente se dé cuenta y se condenen a sí mismos por ser demasiado estúpidos por no haberlo hecho.

Es como si las cosas fueran hermosas cuando se han ido, y aún más cuando vuelven—si vuelven. No sabe si ese siempre es el caso; para él nunca ha vuelto nadie.

No hasta ahora, de todos modos.

–¿...Yoongi hyung? –

–...Hoseok. –

Han pasado meses desde la última vez que Hoseok ha visto a Yoongi, pero recuerda vívidamente la imagen. Piel enfermizamente pálida, mejillas huecas, rastros de ojeras, labios secos, pelo oscuro desordenado sobre su frente, un traje negro con diferentes texturas en el que se había forzado a entrar. El cansancio personificado, y aun así Hoseok todavía sintió el tirón, la forma en que su corazón se encogió y saltó ante la posibilidad de verle, incluso cuando pensó en ese momento que sería la última vez en su vida que vería a Min Yoongi.

Pero Yoongi ha vuelto, de alguna manera, como un giro del destino. El pelo teñido de rubio, la ropa es una combinación de colores que son espectacularmente vívidos comparados con el habitual negro, el cual no se encuentra sobre él. Tiene un tono de piel sano, color en sus mejillas redondas como si el recuerdo de Yoongi fuera solo una sombra del Yoongi actual, de pie delante de él.

A pesar de todo, Hoseok se encuentra con sus ojos sorprendidos, y el brillo en ellos es tan conocido que probablemente podría decir que es Yoongi sin que hubiera usado esa profunda y suave voz suya.

–Oh dios mío. – Jungkook chilla de repente, la voz teñida de falsa sorpresa. –Yoongi hyung está aquí. Ostia puta. ¿No ha pasado un montón de tiempo desde la última vez que os visteis? – Jadea falsamente mientras se sujeta la cara como si fuera una pintura expresionista. –¿Quéeeee? –

Es casi surrealista ver la cara de Yoongi formar su conocido ceño fruncido cuando se gira hacia Jungkook. –Mocoso. ¿Lo habías planeado? –

Antes de que Jungkook pudiera salir con una contestación, Taehyung empuja a Yoongi al entrar en la sala y desencadena al chico. –Tienes razón, Kook. – Dice con el mismo sino mayor nivel de dramatismo. –Deberíamos darles algo de espacio para que puedan ponerse al día. Ha pasado mucho tiempo. –

–¡Hey! – Yoongi les llama mientras intenta agarrar a Jungkook por el bajo de su abrigo, pero la pobre tela se desliza antes de que sus dedos puedan alcanzarla. Suspira derrotado cuando la puerta se cierra.

A Hoseok le lleva demasiado tiempo darse cuenta de que están solos.

Los segundos que pasan ahí de pie en un silencio incómodo parecen horas. Es casi demasiado tranquilo, el silencio amplifica el sonido de los acelerados latidos de Hoseok que parecen incrementarse sin parar con cada segundo.

La puerta no está completamente cerrada, Hoseok lo sabe, pero Yoongi no se marcha, no parece tener intención de hacerlo.

De repente hay un pequeño golpe que proviene de su espalda, la fuerza mínima puesta le recuerda a un niño frustrado dando toques en una pecera para ver si el pez se asusta y se mueve por una vez.