Capítulo 23

1.6K 260 35
                                    

Jaelyne

Camino alejándome de la habitación de Rebecca, me toco el cuello recordando como el agua fluyó de mi garganta. No tengo idea de lo que es esa mujer, pero las otras concubinas tienen razón, mejor no provocarla. Al menos ya sé donde está el collar.

Visualizo venir a Kael en mi dirección, no creo que sepa que su amada es una especie de sirena, o algo así. Me sorprendo cuando me agarra con el gesto más serio que he visto y me empuja contra la columna.

—¿Q... ¿Qué pasa? —digo confundida.

—Me vuelves loco —confiesa y apoya su frente en la mía —. Me muero de celos.

—Hablas... ¿De Askar? —Hago una pausa pensativa —¿Ya se fue?

—Sí.

—¿Te peleaste con él?

—No.

Esto se está volviendo incómodo.

—Nos están mirando todos —aclaro sobre los guardias —. Deberíamos hablar esto en privado, quiero decirte algunas cosas.

Traga saliva.

—Estamos bien aquí —Me observa los labios.

—Kael...

—Jacky, yo... —Su nariz roza con la mía —no estoy fingiendo —susurra para que no escuchen.

Un nenito bueno se me está confesando, y con niño bueno no me refiero al estilo de chico malo que estoy acostumbrada. La verdad no hay mucho que elegir en mi barrio. Aunque sinceramente no habría que catalogar a los hombres de esa manera ¡Más porque me está acorralando!

Apoyo mis dedos en su boca, porque está intentando besarme y yo evitarlo.

—Esto se habla en privado —le repito.

—Me vuelves loco, Jaelyne.

—Jacky —lo corrijo —, y ya estabas loco desde antes, señor lunático.

Se ríe.

—No puedo esperar tanto, mi habitación no está cerca de aquí y te he estado buscando hace rato.

—Quiero hablar en privado, pero no en ese sentido.

—Lo sé —Sonríe.

—¡No seas aprovechado! Intento que nuestro trato siga en pie —digo a regañadientes, intentando que no se escuchen mis palabras —. Por favor, no me hagas repetirlo.

—Y si la conversación llega a un "no", nunca podré besarte —Se muerde el labio inferior.

Alzo una ceja.

—No te hubieras confesado y quizás te besaba, tus sentimientos me arruinan todo el plan.

—¿Crees que no te dejaría ir por culpa de ellos?

—No confío en ningún hombre, menos en uno que tenga poder.

Bufa.

—De acuerdo —Observa a los guardias de manera disimulada —. Hablemos en otro lugar.

Belleza del Desierto #1Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora