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El aire revolotea por las ventanas del departamento, aventando las cortinas hacia dentro de la habitación, la comida estaba por ser servida en la mesa, pues la chica con la que comparto felizmente mi día a día estaba a escasos minutos de llegar de la universidad.
Escuché el sonido de las llaves en el picaporte de la puerta del departamento, escuché la puerta abrirse y tal como cachorro emocionado al ver a su dueño regresar a casa, así yo.
-amor, ya llegué-
Vi a mi alta chica aproximarse a la cocina, mientras botaba su mochila en el sillón. Me encanta verla regresar, me encanta ver mi día a día así con Charlotte, mi novia.
-¿que preparaste hoy amor?-
Dijo mientras ayudaba a poner la mesa, colocando su plato delante del mío, Dios esto es un sueño hecho realidad, dos años y todo me parece tan surreal.
-hice pizzas caseras, aprovechando que aprendí a usar el horno-
Tomamos asiento, comenzamos a conversar de nuestro día a día.
Charlotte había entrado con beca tanto académica como deportiva a una buena universidad en una pequeña ciudad de Francia, seguía jugando fútbol, siendo toda una genio en las aulas para convertirse en cineasta y claro, una excelente novia. Sus padres nos ayudaban con la renta del departamento, claramente pagábamos unas pocas cosas como los servicios del lugar. Pagábamos con lo poco que había podido obtener de mis ahorros y la herencia de mis padres, la cual a decir verdad...no era mucho como para vivir más tiempo, comenzaba a agotarse.
Por mi parte yo, Violet, intenté conseguir beca en alguna universidad cercana, pero ese plan se descartó al instante en el que se me requería tener un certificado en francés, entonces opté por trabajar, sin embargo tampoco lograba obtener algo estable...por lo pronto conseguí un pequeño turno como barista (Charlotte me enseñó lo básico). La paga es justa para nuestros gastos semanales; además, me mantiene ocupada y apoyo a mi pequeña familia.
-que tal tu día?- preguntó Charlotte - ¿pasó algo interesante esta mañana? Cierto! Te llamaron de ese trabajo matutino donde solicitaste?-
En tono optimista, Charlotte quería que le comentara de mi hoy, el cual....
-no, no me llamaron, seguramente no me contrataron, pero tranquila, con el trabajo en esa cafetería está bien-
Estábamos en lo justo pero bien.
-deberíamos hacer algo este sábado, tiene tiempo que no salimos a una cita-
Sonreí ante su idea y no pude evitar soltar una pequeña risa.
-amor, vivimos juntas, es como una enorme cita, que dura días y días-
Levanté mis platos de la mesa y los deposité en el fregadero, mientras sentía el peso de mi novia recargase sobre mi, envolviéndome con su altura contra la orilla, recargando su barbilla en mi hombro mientras acercaba sus labios a mi oído.
-sabes a que me refiero- se me puso la piel de gallina y ella lo notó -deberíamos ir a cenar, a beber un poco, relajarnos-
Charlotte me comenzó a besar el cuello y yo sentía como me derretía poco a poco.
-sabes que tienes que- traté de no perder los estribos- que los estudios recortan nuestro tiempo así como el trabajo pero- me puse de frente a ella - ¿a donde quieres ir el sábado entonces?-
Le lancé una sonrisita a lo que ella no pudo resistir besarme, me cargó un poco y me sentó sobre la orilla del lavabo.
-amor, se va a romper el lavabo, no es tan resisten...-
Me interrumpió cerrando mis labios con los suyos, el beso se volvió indecoroso y poco a poco sentimos como el ambiente se ponía tenso para que una cosa llevara a otra.
-entonces vamos a movernos a otro lado como...- me cargó, tomándome por mi trasero mientras yo enredaba mis brazos en su cuello -nuestra cama-
Charlotte caminaba conmigo en brazos hacia nuestra habitación, la cual tenía una vista excepcional, una serie de plantas que decoraban nuestro balcón y en medio, una cama, la cual compartía con ella.
Me tiró en ella, se puso sobre de mi y me comenzó a besar.
-alguien viene increíblemente deseosa hoy-
Dije burlándome de forma cariñosa.
-puedo detenerme si es lo que quieres-
Me miró con esos hermosos ojos con los que despierto todas las mañanas, me miró de forma hambrienta de mi...
-imposible que quiera eso y lo sabes-
Nuestros besos estaban en otro nivel, así como nuestras manos con respecto al cuerpo de la otra.
Sentí vibrar mi celular en mi bolsillo.
-agh espera, deja saco esto de aquí...-
Dije mientras dirigía mis manos a mis shorts de algodón.
-hablas del celular o de tus prendas?-
Dijo ella en forma provocadora, a lo que yo le sonreí para después sacar mi celular.
-sabes que si hablara de mis prendas - tome su rostro y la besé - prefiero que lo hagas tu-
Comenzó a bajar mis shorts, dejándome solo en bragas.
Mi celular vibró de nuevo, un par de veces mas seguidas, sacándonos de concentración.
-agh quien será?-
Realmente no hablo con nadie, ocasionalmente con Miranda pero eso ocurre en las tardes cuando vuelve de entrenar.
-quizás es algo urgente amor- dijo Charlotte
Revisé mi bandeja de notificaciones, no era un numero desconocido, para mi desgracia, tenía registrado aquel contacto...
-es mi tío-
Charlotte abrió ligeramente la boca, sorprendida tanto como yo.
Después de haber huido con mi novia de mi tío Claude, el se limitó a preguntarme si estaba bien y si estaba en un lugar seguro por mensaje escrito, la conversación aún estaba sobre aquellos mensajes nuevos.
Tio Claude: ¿donde estás? Estamos por partir
Yo: me iré con Charlotte, voy a estar bien
Tio Claude: si es lo que decides, entonces has como quieras.
Yo: ok
Ambos sabíamos que no nos queríamos en nuestras vidas, ni su esposa, ni él, por lo que aquella conclusión fue lo mejor para ambos. 
-y que quiere?-
Leí los mensajes...
-su esposa murió, hoy fue el funeral-
Definitivamente esa noticia nos bajó los ánimos a mi, en ropa interior y a mi novia quien aún sostenía mis prendas. Porque vamos, nadie quiere tener sexo después de enterarse de una muerte, creo...
-mierda...que duro-
-y también dice que - el suspenso se hizo en la habitación- quiere charlar algo conmigo...

INSANE (CRAZY p.2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora