Capítulo III

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Oficina del Hokage, a la mañana siguiente...

Si bien era cierto que Kakashi le había informado cuando acostumbraban llevarse a cabo las reuniones en la oficina del Hokage, nunca imaginó que Itachi acudirá puntualmente a la primera de ellas cuando los sucesos que habian llevado al fallecimiento de su hermano menor aun estaban 'frescos' en la mente de todos. Sin embargo en ese instante uno de los subordinados de Sai Yamanaka (nuevo Capitán de ANBU) abrio ligeramente la puerta y, disculpándose con los presentes -la Quinta y el Sexto Hokage, Naruto y Shikamaru además de su superior- informo al hombre de cabellos grises plata que un hombre de 'curiosa apariencia' le buscaba. O mejor dicho, que el le había pedido presentarse alli. Sin embargo y sólo por su seguridad y, particularmente, la de Naruto, uno de sus compañeros lo había retenido a pocos metros de alli hasta que el regresara con su respuesta respecto de si seria recibido o no. Precisamente fue el rubio de ojos azules quien respondió con un levísimo dejo de ira en su mirada y su semblante, señalando que efectivamente Kakashi había pedido la presencia de ese hombre alli y que este era nada menos que el hermano mayor de Sasuke Uchiha. El hombre de cabellos castaños y ojos verdosos se disculpó inclinándose antes de regresar donde su compañero lo aguardaba junto a Itachi. Le dirigió una mirada de desconfianza a este último antes de informarle que el Sexto Hokage lo esperaba. Uchiha agradecio con un simple asentimiento.

Kakashi detuvo cualquier intento del hombre de 26 años por inclinarse como acostumbraba cuando ambos formaban parte de ANBU y en cambio le saludó cortésmente, seguido de sus acompañantes siendo precisamente quien tomo la palabra a continuación el último en hacerlo. Además de presentarse debidamente como el nuevo Capitán asignado de ANBU. Uchiha no era un hombre fácilmente impresionable, sin embargo al observar detenidamente a Sai se quedó casi petrificado. Sin mencionar que su Sharingan se activo sin el notarlo. Salvo por detalles mínimos de su apariencia, era increiblemente similar a su hermano menor Sasuke. Ademas de que, según recordaba por lo que le había mencionado Sakura, había sido asignado a ocupar su lugar en el Equipo 7 tras la deserción de este último de Konoha antes de la Cuarta Guerra Ninja. Sacudió la cabeza recuperando lentamente la compostura y devolvió respetuosamente el saludo aunque, por supuesto, no fue necesario que se presentara.

-Itachi... -comenzó Yamanaka con su acostumbrada calma. El mayor lo escuchaba atento y en el mas respetuoso silencio -Lamento sinceramente tener que pedirte que comiences tus actividades apenas a un dia de haber perdido a tu hermano. Sin embargo hay algo que el nos dejo tras su ultimo viaje y que temo solamente tu y Hyuga pueden ayudarnos a resolver. No me refiero a la esposa de Naruto...-. Una vez dicho aquello pidio a alguien aparentemente aguardando al otro lado de la puerta que ingresara. Era una mujer de estatura similar a la de Sakura, cabellos castaños lacios hasta la cintura recogidos en una coleta baja y suelta con dos hebras a los lados de su rostro a la altura de la barbilla. Su mirada perlada se fijó por largos minutos en los intensos escarlatas del mayor e inmediatamente su dojutsu se activó como intentando averiguar si lo que estaba viendo era realmente cierto. Se asusto al descubrir algo mas allá de lo que verdaderamente buscaba y, tras desactivar su Byakugan (es decir, cuando las venas alrededor de sus ojos se volvieron invisibles nuevamente) murmuró en un tono serio y a la vez de genuina preocupación:

-¿Has tenido problemas para utilizar tu Sharingan? ¿O quizá tu Mangekyo?

-Se a que te refieres. Y honestamente debo admitir que algo ha estado molestandome este último tiempo, aunque no podria explicar con absoluta precisión que fue exactamente...-. Hanabi Hyuga asintió, señalando que probablemente antes de comenzar con el análisis de la información dejada por su hermano lo mas conveniente seria pedir a Tsunade (quien estaba alli presente) o a Sakura que le realizara un examen profundo en sus ojos para verificar que estos no hayan sufrido un daño lo suficientemente serio para impedirle utilizar su Sharingan. Itachi imitó el gesto de la menor y volvio brevemente sus onixes a la Quinta Hokage, quien respondió que de hecho su discípula le había hecho la misma sugerencia momentos antes. Es decir, que le permitiera examinarlo, aunque no únicamente sus ojos sino además sus signos y alguna herida que hubiera quedado aun sin sanar por completo.

La Luz De Mis OjosWhere stories live. Discover now