HEROE Y VILLANO

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Desde pequeño siempre me pregunté por la diferente apariencia que tenía con mis hermanos, mis singulares ojos de color inusual y también aquel cabello ondulado de color rojizo, la razón es porque soy adoptado mi madre para que no me sienta mal me pintaba el cabello del mismo color del de mis hermanos y tenía que ponerme lentes de contacto, otra cosa que recuerdo de mi infancia era la visita continua de un tío en mi cumpleaños, su apariencia si más no me equivoco era de ojos rasgados de color azul marino al igual que su cabello no era muy alto y su figura no muy musculosa, siempre de un traje muy finos y costosos, siempre me traía regalos que justamente eran los que deseaba a pesar de no decir nada a mis padres, aunque al verlo al rostro solo se mostraba irritacion bien oculta en una sonrisa la cual solo yo me percataba y cada visita era corta sin muchas palabras, un dia le pregunte varias cosas, pero la unica repuesta que consegui era "Tienes muchas cosas similares a él", dejó de venir cuando cumplí 15 años y nunca más volví a verlo, no tenía mucho aprecio a esa persona por lo que no me afectó mucho su desaparición, continue con mi vida me gradue y estudié medicina, trabajo en un hospital de gran prestigio, mi vida es tranquila y feliz sin negar que tuve momentos tristes y respecto a mis padres biológicos nunca tuve la verdadera necesidad de investigar más de lo que mis padres adoptivos me dijeron, hasta ahora sigo pintando mi cabello y traigo los lentes de contacto, no es como si realmente sea necesario sólo es simple costumbre, hoy empezó un día tranquilo como siempre fui al baño para sacar mis lentes de contacto, iba a apresurarme ya que tenía cita con el estilista claramente se mostraba el color original de mi cabello, pero todo se fue en picada al escuchar la alarma de evacuación, ya era costumbre de todos y claramente si no salíamos del lugar nuestras vidas terminarían, por las prisas olvide mis lentes de contacto al regresar por ellos el edificio en el que vivía fue destruido por un cuerpo lanzado con gran impacto, me acerqué por mis instintos de médicos, me di cuenta de que es el héroe conocido como Kacchan, viendo su estado claramente estaba herido de gravedad si no era atendido de inmediato el héroe morirá, pero dudo mucho que sus enemigos los dejen ir por la alarma que sonó eran claramente villanos de la organizacion de Deku, pensé detenidamente en que hacer, no podía dejarlo morir," Escucha Tamashi, bajo ninguna circunstancia debes mostrar tu kosei ", recordé lo que me dijo mi tío, nunca entendí la razón del porque debía ocultar mi particularidad, pero así lo hice, viví como mukosei toda mi vida mis padres jamás estuvieron en contra de aquella idea, de hecho la apoyaban por completo, viendo a aquel hombre ahí, este trato de moverse,

--- Esos bastardos me las pagarán -- dijo en murmuros de molestia al abrir poco sus ojos y verme se alzó encima mío con tanta fuerza que me hizo dudar de mi primer pronóstico,

--- Hijo de perra,¿Qué haces aqui?--- grito con agonía y rabia en su mirada, me estremeci pero al parecer su vista se aclaró y me vio con desconcierto, se votó a lado mío,

--- Disculpa me confundí --- me dijo con su cara llena de molestia al parecer es de las personas que no les gusta equivocarse,

--- Descuida --- le tomé poca importancia al asunto de la confusión y tomé otro punto importante, --- debes de atender tus heridas morirás --- advertí su situación,

--- Déjame en paz y lárgate a los refugios, si te quedas aquí morirás, ---- se levantó del piso con gran esfuerzo, --- Esos malditos no me dejarán hasta que este muerto o hasta que yo los destroce, --- dijo de forma arrogante, sonreía con soberbia, este tipo es un idiota fue lo primero que se me paso por la cabeza, pero como médico no podía dejar que muera, aunque también tenía razón si seguía aquí sólo sería una carga y debilidad para ese tipo, escuché de muchos que a pesar de su grosera actitud este tipo hacia hasta lo imposible por salvar a las personas, lo pensé mucho y lo único que se me ocurrió para salvar a ese hombre es utilizar por primera vez mi kosei con la esperanza de que el héroe no diga a nadie de mi,

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