— _____ la modelo ya está en el estudio. — me avisó mi jefe. Entré en el estudio y ví a ¿Kendall Jenner? Sí, es Kendall Jenner, dios, que belleza y que suerte que tengo de ser la fotógrafa de esta sesión. —Buenas tardes.— saludé un poco nerviosa por su presencia. —Hola.— saludó viéndome fijamente. —Bueno empecemos. — dije encendiendo las luces y las cámaras.
15 minutos después
—Posa como si estuvieras mirando a tu crush. — ella asintió y se fijó en mí y para darle un toque más sensual abrió un poco la boca haciendo que mi corazón empezará a enloquecer. —¿Así? — preguntó con una vez bastante sensual, yo asentí y tomé las fotos. —Entonces ya hemos terminado, ¿no? — asentí y ella se volvió a su camerino, saliendo unos minutos después con ropa de marca cara. —Gracias por tu trabajo, ¿cómo te llamas? — mi corazón dió un vuelvo al escuchar su pregunta. —Me llamó ____.— ella sonrió y se marchó del estudio dejándome sola con mis focos y mis cámaras. Recogiendo ya el estudio encontré un papel con unos números, un momento... ¡Era el número de Kendall Jenner! Ya me podía considerar la mujer más afortunada de todo el planeta.
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