Por un Libro (TodoBaku)

⑨ «𝙻𝚕𝚊𝚖𝚊𝚍𝚘 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚘»

Agarró su libro de dentro y lo metió a la mochila.

No hizo intercambio, tan solo recogió lo que era suyo. 

Se convenció a sí mismo de que nunca más volvería a hablar con el chico de pelo multicolor. Pero era un mentiroso.

Porque la tentación al ver el número de Shoto pegado detrás de la carátula, lo animó a dar el siguiente paso, con el teléfono fijo de su abuela.

Las flores que estaban en la esquina de la mesa eran nuevas. Toda la casa olía a Kuchen* de manzana, fresco y tranquilo.

Giró la rueda a la vez que leía el número de la nota. Cuando llegó al último, suspiró un segundo y sostuvo el auricular de color azul.

Un siete más y no hubo vuelta atrás.

«•❁•»

En realidad no sabía muy bien lo que pensaba. Era una idea loca de último momento que se le ocurrió luego de un par de minutos parado frente a la pequeña biblioteca.

Rebuscó dentro de su sudadera azul y encontró el que sería un recibo en blanco, con el lápiz que siempre mantenía  detrás de su oreja, escribió su teléfono. Teniendo que verlo con anterioridad un par de veces porque no se acordaba de este.

Lo dejó dentro del libro, detrás de la carátula y caminó de vuelta a su trabajo. Donde su hermano lo esperaba entre el olor de óxido y las incontables llaves inglesas.

Tan solo seguía a la pequeña voz que le susurraba dentro de subconsciente. Quería ser amigo del chico rubio, nada más. 

Al día siguiente, un sentimiento de arrepentimiento lo invadió. Pero, cuando iba a retirar lo hecho, el libro ya no estaba. 

Cuando se ataba el cabello que no se había cortado por falta de tiempo, su teléfono comenzó a sonar con aquella música de la telenovela que veía.

Aceptó la llamada y no hubo vuelta atrás.

«•❁•»

—... 

—...

Shoto comprobó un par de veces si la llamada estaba conectada o no. Pero el indicador de tiempo ya llevaba diez segundos. 

—¿Quién es? —Se atrevió a preguntar. Dejando la liga para el cabello aun lado del ventilador de mesa. 

—Esto es una mala idea.

Abrió los ojos al reconocer el tono de voz. Su mano tembló en un gesto de sorpresa, volvió a acomodarlo.

—Espera eres...

—Si, lo que sea—Bufó Katsuki, a la vez que Todoroki sacaba el libro para leer el nombre que ese chico había escrito—. Tu libro fue una mierda.

Todoroki rio al saber que mentía. Las anotaciones dentro decían lo contrario, totalmente. 

—Vaya, a mí me gusto bastante el que dejaste —Con una sonrisa boba respondió. Su pierna empezó a temblar. De forma de tic nervioso.  Esto era lo más cercano que alguna vez tuvo con alguien de tener una conversación amistosa, ya que con Kirishima, eran más bien absurdas.—. Es decir, ya me había visto la película, pero el libro es mil veces mejor.

—Al fin alguien que opina lo mismo —Exclamó Katsuki. Todoroki vio a través de la ventana a su hermano atendiendo a un cliente. Este le dedico una mirada «Termina de hablar rápido, que tenemos un par de camionetas que arreglar»decía entre líneas—. Es decir, no le hace justicia por dios.