Poderosa enfermedad [NejiHina]

13

Entramos a mi habitación sin decir una palabra. Me consumian los nervios, ¿que estaba pensando para invitarlo a dormir conmigo? y, nuevamente, mil sentimientos se mezclaron en mi interior. Estaba nerviosa, si ... muy muy nerviosa, como si fuera a pasar algo, como si fuera a realmente confundirme con Neji, ¿era posible eso? JAMAS! entonces ¿porqué le había hecho esta propuesta? y... ¿porqué él acepto?.
-P-puedes acostart-e etto, niisan- Neji se encontraba parado al lado de la puerta, su mirada reflejaba miedo capaz, o inseguridad... ¿que estabamos haciendo?. Después de decir esto él se acerco a mi  futón y se recostó contra la pared dándome la espalda y sin decir una sola palabra. Agradecida de sus movimientos, le di la espalda a Neji y comencé a cambiarme... había estado entrenando con esa misma ropa toda la tarde y no me sentía cómoda para dormir con ella. No pude evitar acelerar mi ritmo y cambiarme lo mas rápido posible. No quería que Neji me viera así y mucho menos que pensara algo malo sobre mí... ¿sería Neji capaz de pensar eso? ¿qué pensará realmente sobre mí? Siempre pensé que su trato era diferente conmigo a diferencia de todos los demás, pero él tenía un deber, un deber que le inculcaron desde niño... ese deber que lo mantenía atado a mi ser...
Me acosté con él. Le di mi espalda y no tardé en darme vuelta y abrazarlo y, para mi sorpresa, él hizo lo mismo. Nuestros rostros estaban a solo centímetros y podía sentir su respiración, su aliento y su corazón latir con fuerza, despues de todo él era un chico y yo era una chica, esto era normal ¿cierto?, ponernos nerviosos y sentir nuestro cuerpo temblar, era parte de ser unos adolescentes descontrolados por las hormonas...
-¿porqué me invitó a dormir con usted hoy, Hinata-sama?-
-Por que pensé que te sentias solo...-
-No querra decir que...- trago saliva- ¿usted se siente sola, Hinata-sama?- su pregunta fue muy chocante, muy pero muy chocante en todos los aspectos... y si, siempre estuve sola. Nadie nunca terminó de entender 100% mis pensamientos y mi dolor, y el único que podía acompañarme realmente en mi dolor terminó odiandome por ser la heredera y después arrepintiendose solo para ser mi protector. Neji... eras el único que iba a lograr entenderme pero ese fue un lujo que el destino no me lo permitió. Me sentía sola en un camino repleto de oscuridad queriendo probar mi fortaleza solo para ser reconocida por un clan al que nunca debí pertenecer.
Lo abracé más fuerte y oculté mi rostro en su pecho... ya no tenía lágrimas para llorar así que simplemente cerré los ojos y me dormí, me dormí grabando el olor de mi primo, me dormí sintiendo sus brazos alrededor de mi cuerpo... me di cuenta que necesitaba ese calor, estaba desesperada... no quería estar sola.
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Dormí tres o cuatro horas pero mi cuerpo necesitaba tres días enteros para recuperarse... lo supe enseguida, necesitaba la posión de Ino para volver a sentirme mejor y, si esto seguía así, probablemente ese medicamento se volvería mi droga. La fatiga y el cansancio recorrían mis músculos, los sentía blandos y sin energía. En un arrebato de mi desesperación me moví de golpe y me safé del abrazo de Neji... En ese momento el frío me inundó y me di cuenta de que quería quedarme ahí, durmiendo con él, sintiendo su calor y muriendome de vergüenza por sentirme con todos los privilegios para tenerlo en mi cama. Podía estar loca, si, eso era... estaba completamente loca, pero a la vez estaba sola y estaba sufriendo y mi primo era lo único que me quedaba. Perdí la vergüenza por un segundo, lo vi tan calmado y sin pudor durmiendo como si fuera un bebé... él también estaba cansado, sus heridas no le dejaban hacer una vida normal y el sufría por eso y mucho más... sufría por la soledad que le proporcionaba no tener a su padre, sufría por tener que cuidar a una niña como yo, sufría por ser de la rama secundaria del clan...
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Mi mente divagó lo suficiente para meterse otra idea estupida en la cabeza... no podía dejar que Neji sufra más y, mientras lo veía dormir y me levantaba a mi pesar en silencio, me prometí a mi misma otra meta por cumplir en esta vida. Iba a cambiar el destino de la rama secundaria de mi clan, iba a cambiar el destino de Neji, no iba a ser más mi protector.
Con esa idea metida en la cabeza, junté fuerzas y me dirigí al comedor para el desayuno, esperanzada que nadie note mi cansancio y con ganas de encontrar a mi padre sentado tomando su desayuno y leyendo sus pergaminos matutinos.
Si... ahí estaba él, la cabeza del clan Hyuga... ese hombre serio y, probablemente con pocos sentimientos hacia mi persona, pero yo lo amaba tanto, demasiado se podria decir... ¿qué me quedaba? Yo no pedí ser débil... pero bueno, siempre pensé que un poco de interés por parte de mi padre hubiera sido un gran empujón hacia mi alma. Fui directamente hacía él, con una sola intención.
-Buenos días padre-
-Hinata buenos días... no te eh visto estos días, supongo que has estado entrenando- y así era él, nunca un "como estas" o un "que lindo verte", pero ya estaba acostumbrada a esto...
-Si padre, en una hora partiré a mi entrenamiento del día de hoy, pero vengo con otra propuesta...- Me miró con recelo, no le gustaba que yo venga con vueltas y mariconeadas pero esto era importante.
-Vengo a pedirte que despojes a Neji de su cargo de ser mi protector, deja que sea libre- ¡¡QUE TRISTEZA!! Yo sabía que lo único que ataba a Neji a mi persona era ser mi protector, no mi primo ni mi amigo, solo mi protector... Miré hacia el piso disgustada por mi propuesta pero no podía soportar más  el peso de saber que nadie en este mundo disfrutaba de mi compañía de no ser por una obligación! Neji obligado a ser mi guardian toda su vida, Shino y Kiba obligados a tenerme en su grupo, mi padre obligado a criarme como la heredera sin elección... ya no quería más esto.
Hoy comencé con Neji...
Mi padre me miró de reojo y no me presto mucha atención, como si el pedido no tuviese la más mínima importancia...
-Ya lo hice-
-¿Que?-
-¿Que Neji no te lo dijo hija? ya lo despoje de su cargo... se encuentra en la mansión para que puedas curar sus heridas como lo prometiste y para después volver a entrenar conmigo pero... ya no es más tu protector-
¡Que buena manera de empezar la mañana! Genial la verdad... inundada con los recuerdos de la noche anterior donde estuvimos hablando MÁS DE 2 HORAS, nos fuimos a DORMIR JUNTOS y a mi querido primo se le olvido un pequeño detalle por mencionar.
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Me dirigí a la habitación.