¿Eres suyo?— pregunto Katsuki repentinamente tomándole por sorpresa.

¿Perdóname?

De Izuku, ¿eres su omega?

La primera reacción de Denki fue echarse a reír escandalosamente mientras posaba su mano derecha sobre su abultado vientre delicadamente.

—Bueno, de cierto modo si le pertenezco, pero no es mi Alfa si eso es lo que preguntas, ese es el hombre alto que estaba a su lado ¿lo recuerdas? El de cabello morado.

—Oh..si, lo recuerdo— murmuró ligeramente avergonzado por haber sacado conclusiones tan apresuradas y encima erróneas. Denki solo le sonrió con cariño, y restando le importancia palmo su espalda invitándolo a continuar caminando, pero una vocecita a sus espaldas les hizo detener el paso una vez más.

—Mami.

—¿Mika? —un pequeño niño de cabellos rubios y extraños ojos heterocromos -ya que los iris eran de color morado y en el centro de ellos poseía un hermoso color ámbar- corrió hacia Denki abrazándose a su cintura cuando estuvo a su lado, agarrando la falda del omega entre sus manitos— pequeña sabandija, creí haberte dicho que me esperaras ¿como me encontraste?— cuestiono divertido mientras que con algo de dificultad, por su vientre, le tomaba en brazos.

—Tú aroma— murmuró en respuesta con su habitual inexpresividad haciéndole reír, pero esta cambio a una de sorpresa al notar la presencia del omega de orbes rubíes que les miraba con cierto deje de asco. Katsuki odia a los niños, y Mika pudo sentir que le caía mal sin necesidad de que se lo dijera, por lo que tímidamente escondió su carita en el cuello de su madre evitando de esa manera al cenizo.

—Oye, no mires así a mi hijo— regaño mientras dejaba pequeños besitos en los cabellos de su cachorro que se rehusaba a salir de su escondite. Katsuki intensificó su mueca de asco.

—No me gustan los niños— si, se nota.

—Pues tu eres uno ¿cómo vives contigo mismo?— bromeo. El omega le gruño y Denki rió por lo bajo.

—Aunque es la primera vez que un alfa se siente intimidado por mi— comento levemente curioso de observar el rostro sonrojado del cachorro que cerró sus ojitos sin poder sostenerle la mirada.

—Será porque mi niño no es como todos los alfas— Kaminari froto su mejilla contra la de Mika cuando este decidió mirarle.

—¿Cuantos años tienes mocoso?

—D-Dos— respondió con voz pequeña y Kaminari chillo abrazando lo con más fuerza, sin dejar de balbucear sobre lo adorable que era y lo mucho que lo amaba, causando que el cachorro soltara unas cuantas risitas que le quemaron los oídos al cenizo.

Normalmente la raza a la que pertenecerían los seres humanos era designada una vez llegada la pubertad y tras presentar el primer ciclo de celo durante la misma. Pero por alguna razón, mayormente en los alfas que en los omegas, estos podían identificarse desde muy corta edad, y Mika era el ejemplo de ello; ya que con solo dos años su esencia dominante de alfa era muy notoria, pero no estarían completamente seguros de ello hasta que el pequeño cumpliera los doce años y presentara su primer celo como todos los demás.

—No puedo entenderlo— susurro Katsuki de la nada entre dientes. Había pensado en voz alta, y el omega mayor logro escucharle, por lo que lentamente detuvo sus juegos con su cachorro para verle confundido.

—¿El que?

—¿Acaso eres consciente de donde estamos? ¿Crees que este es un lugar para criar niños? Realmente no se si eres valiente o simplemente un imbecil— la expresión alegre de Denki se transformo en una milésima de segundos en una de completa seriedad. Con movimientos suaves y pausados dejo a su pequeño en el suelo, agachandose levemente a su altura para acariciar una de sus mejillas con una pequeña sonrisa en sus labios.

Obey | DekuKatsuWhere stories live. Discover now