Mi Hogar «JIKOOK»

➳❅Part 9❅

Con mucha dificultad, Jimin logró levantar el cuerpo de Jungkook del piso y cuando lo estaba llevando a la calle principal, el ojiverde habló.

─Mi g-guitarra...─" dijo Jungkook con la voz ronca y débil, señalando al bote de basura que estaba al lado de donde estaba sentado antes.

Jimin lo apoyó en la pared y se movió rápido hacia el bote, encontrando la guitarra en su estuche debajo del bote, escondida, junto a un pequeño salve que. Tomó el salveque asumiendo que era de Jungkook y la guitarra la sacó con delicadeza para luego correr al lado del ojiverde.

Pequeñín estaba extrañamente tranquilo y siguiendo a Jimin sin necesidad de tener que llamarlo. Era como si pudiera sentir la seriedad del momento. Jimin guindó la guitarra y el salveque sobre su espalda y rodeó a Jungkook con los brazos, ayudándolo de nuevo a salir del callejón.

Cuando llegaron a la calle principal, Jimin chifló y un taxi se detuvo al instante frente a ellos. Al ver el estado de ambos hombres, el chofer del taxi se bajó apresurado y abrió la puerta de atrás. Con ayuda del chofer, Jimin acostó a Jungkook en el asiento trasero y acomodó la quitarra y el salveque al lado.

Rápidamente alzó a Pequeñín y se sentó el asiento del copiloto, diciendo la dirección de su apartamento. El chofer del taxi empezó a manejar antes de que Jimin terminara de decir su dirección, entendiendo la urgencia del momento. En pocos minutos estaban frente al apartamento y el chofer de nuevo ayudó a Jimin a sacar a Jungkook, llevándolo hasta la puerta. Jimin procuró darle una gran propina al chofer.

Tan pronto entró al apartamento, dejó a Jungkook a costado sobre el sillón y tocó de nuevo su frente. Maldijo al sentir que la fiebre de Jungkook no había bajado ni un poco. Jungkook de nuevo empezó a tener fuertes y violentos ataques de tos y Jimin entró en pánico. Estaba tan asustado que ni siquiera recordaba qué tomaba él cuando se enfermaba.

Aún así se sentó al lado de Jungkook y le dio golpecitos en la espalda. Sin pensarlo, sacó su celular y buscó entre sus escasos contactos a alguien que le pudiera ayudar y la única que consideró que sería algo de ayuda fue Whee-In, su agente. Rápidamente marcó el número y pegó su celular a su oreja.

─¿Jimin?─ contestó Whee-In con evidente confusión en su voz.

Jimin pudo escuchar música y voces junto a la voz de su agente y asumió que la chica estaba en una cena familiar de noche buena.

─Whee-In─empezó a decir Jimin pero un fuerte ruido en el lado de Whee-In lo detuvo.

─Espera—dijo Whee-In y Jimin pudo escuchar como la mujer se alejaba del estruendo de sonido hasta quedar todo en silencio.─Listo,¿sucedió algo? Nunca me has llamado, siempre recurres a los mensajes.─

─Tengo una emergencia y no tengo idea de qué hacer y estoy muy asustado y me siento como un niño y necesito ayuda y—.

─¡Jimin!─interrumpió Whee-In al escuchar el balbuceo de Jimin.

─Tengo un chico ahogándose por la tos en mi sillón y está ardiendo en fiebre y tengo miedoporque ni siquiera podía estar de pie solo y─

─¿Tienes Acetaminofén?─ interrumpió Whee-In de nuevo y Jimin murmuró una afirmación.─ Dale un par y pon le paños con agua tibia en la frente. Buscaentre tus cosas algún jarabe para la tos y hazle un té caliente.─

─¿Eso es todo?─preguntó Jimin mientras se levantaba y caminaba a su baño.

Abrió su gabinete y no vio jarabe por ningún lado.

─Mierda Whee-In no tengo jarabe ahora qué voy a hacer no quiero que muera y menos en mi sillón─

─Jimin, ya cálmate.─interrumpió Whee-In exasperada. ─Llamaré a la farmacia y haré que te envíen. Debes calmarte, el chico no va a morir... y si pareciera que va a morir, llévalo al hospital.─Jimin escuchó las últimas palabras y sintió como si su corazón se contrajera al darse cuenta de que el pobre chico probablemente ni siquiera tendría un seguro como para que lo atendieran en el hospital.

Después de un par de murmullos y agradecimientos, Jimin colgó la llamada y llevó las pastillas a la cocina. Llenó un vaso con agua y al escuchar a Jungkook toser de nuevo, se apresuró a él y colocó el vaso y las pastillas sobre la mesita que estaba frente al sillón.

─Ven, bonito.─susurró Jimin y alzó a Jungkook de las costillas para acomodarlo de manera que estuviera mitad sentado, mitad acostado.─Toma.─

Con ayuda de Jimin, Jungkook tomó las dos pastillas y se bebió casi todo el vaso con agua.

Al bajar el vaso, Jungkook alzó su mirada y selló sus ojos en los de Jimin.

No articuló alguna palabra, pero su mirada le hizo saber a Jimin lo que estaba sintiendo.
'Gracias por no dejarme morir en la calle.'

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