◇Mi corazón es tuyo◇ Paperhat heroic

Cap 2: La biblioteca

La luz y la calidez del día comenzaba recorer toda Hatville anunciando la llegada del amanecer.

El tenue brillo solar traspasaba suavemente la ventana, causando como consecuencia el despertar del joven castaño.

Que lentamente habrío los ojos con pesadez, para después bostezar, sintiéndose tan amargado como era de costumbre.

Luego de levantarse y darse una ducha con agua fría, se vistió con su atuendo avitual.

El cual consistía en un sueter rojo manga larga, con unos jeans negros, acompañados por unos tenis azules, y como un toque distintivo de su talento, una bata completamente negra, que le caía desde los hombros hasta un poco más abajo de las rodillas. Y claro, no podemos olvidarnos de su bolsa y sus visores negro.

Tiempo después cuando Slug se dirigió a la cocina, al llegar lo primero que vio fue a su nueva compañera Clemencia, preparando el desayuno alegremente mientras tarareaba una canción. Con White Hat quién la ayudaba poniendo los platos en la mesa.

Clemencia era la compañera heroica de White Hat. Su apariencia era la de una chica casi normal, pues usaba ropas de colores pasteles, tenía una gran y larga cabellera celeste con un flequillo pintado de color rosa, y unos ojos amarillos con las pupilas de diferentes tamaños. Pero lo que más resaltaba de ella era una tierna capucha de unicornio.

- ¡Buenos días Slug!~.- Hablaron al unísono los héroes, con una gran sonrisa en sus rostros. 

- Buenos días...- Respondió, sin darle tanta importancia a su alegría, mientras tomaba aciento en la mesa.

Inmediatamente cuando se sento una prometedora taza de café negro apareció ante sus ojos, cortesía de la peliceleste.

-Gracias.- Musito, mientras levantaba un poco su bolsa hasta la nariz, cuidando de que esta no se callera, para luego tomar un sorbo de dicha bebida.

Como una niña curiosa Clemencia se le quedo viendo al científico mientras hacía esto; y como era de esperarse Slug se comenzó a sentir incómodo, pero por suerte en ese momento White Hat llego a la mesa con el desayuno ya listo, llamando la atención de ambos, acabando con ese momento embarazoso.

-Ta-da! Qué les parecen estos hermosos panquekes, no se ven apetitosos?.- Habló con un tono alegre, mirando con orgullo dicha comida que él y su compañera había hecho.

- Oh se ven geniales! De seguro su sabor es igual de bueno.- Exclamó la unicornio, mientras tomaba varias tortitas para ponerlas en su plato.

Slug sólo se limitó a tomar un par de esas sin decir nada. Cuando por fin probo el desayuno un sabor dulce y suave invadió sus papilas gustativas.

- Esta muy bueno.- Comentó, mientras comía gustoso esos paquekes.

-Me alegra que te gusten.- Habló el mayor contento, pues por primera vez pudo escuchar tramquilo al castaño que tanto lo preocupaba desde que llegó.

La comida transcurrió con normalidad, después de que todos terminaron de comer, Clemencia fue la primera en irse a hacer sus cosas, dejando al par de hombres solos en la cocina.

White Hat lavaba los platos, mientras que Slug sólo leía el periodico. Ninguno hablaba, aunque de vez en cuando compartían miradas por breves intervalos de tiempo.

Pero algo sacó repentinamente al demonio de sus pensamientos. De la nada él escuchó un pequeño y adorable estornudo, que al parecer era de su científico pues no había nadie más ahí. 

"Estornuda como un gatito..."

Pensó White Hat ya esto le pareció muy tierno.

- Salud.- Habló, el eldritch suavemente, intentando contener una risilla que casi se le escapa.