capitulo 20

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Una hora y media después de que poche se fuera, tome algunas cosas de las que la mama de poche me había comprado y salí de la casa sin que nadie se diera cuenta, pero ramon casi me arruina el momento ladrando y llamando la atención de la señora garzon, pero logre salir antes de que me viera, no creo que me vayan a notar y si lo hacen seguro poche se las arreglará para inventar algo. Ya lejos, caminaba por las calles pensando ahora a donde ir, bueno al menos habré tenido un buen recuerdo, fue lindo haber tenido una familia al menos por un segundo, y aunque todo fuera una farsa. Caminaba hasta que alguien me saco de mis pensamiento

- por que tan sola hermosa? - oí a mis espaldas (ay no, lo último que me faltaba)

 -a ti que te importa - voltee a verlo, encontrándome con uno de los hombres de al que le debía dinero

 - no me hables así zorra, quien te crees? - me tomo del ante brazo derecho lastimándome

 - sueltame - me queje

 - no te voy a soltar hasta que le pagues al señor

 - no tengo dinero! Ya te lo dije! - le exclame

 - yo no te pregunte si tenías o no, el señor quiere que le pagues de una o de otra manera 

- ajusto más su agarre acercando su cara a la mía, lo único que pude sentir en ese momento fue asco.

 - sueltame! Me lastimas!- exclamé en vano.

 - que no oíste? Te dijo que la sueltes - conocía esta voz ( y esto se ponía cada vez peor...que hacia poche aquí?! ) voltee y ella estaba parada atrás de nosotros con las manos en puño y el ceño fruncido, se notaba que estaba hecha una furia

 - no te metas en lo que no es tu asunto, esto es entre ella y yo - se dirigió a poche 

 - pues fíjate que si es mi asunto - hablo, y su voz revelo una gran furia

 - ah, que lindo, Romeo viene a rescatar a su Julieta en apuros - hablo en tono burlón 

- pues fíjate que eso no se va a poder hasta que le pague a mi jefe  

- pues dile a tu jefe que no le voy a pagar ningún peso, suéltame! Imbécil!

 - no empeores más las cosas...cuanto es lo que debes? - me pregunto poche, lo cual yo sólo guarde silencio

- 1.000.000 de pesos - contesto el otro tipo 

- que?! - me pregunto a mi 

 - en que estabas pensando?! - grito poche

- en nada seguramente - comento el hombre torciendo más mi brazo lentamente sintiendo como el dolor aumentaba hasta que crujió y sentí un agudo dolor, lo cual obviamente me hizo gemir del dolor y rápidamente poche se acerco y golpeo al hombre dejándolo en el suelo. De inmediato salimos corriendo y mientras corríamos empezó a llover, corrimos hasta llegar a un callejón un tanto escondido, tratábamos de controlar las respiraciones pues si habíamos corrido una buena distancia. Ya después de rato poche hablo.

 - estas bien? - pregunto

 - si...sólo duele un poco - respondí tomándome del hombro derecho, residiendo otra punzada de dolor, como si fuera un calambre que iba desde arriba hasta la punta de mis dedos

 - déjame ver - empezó a acercarse 

 - no es necesario estoy bien - retrocedí 

 - Daniela por favor - hablo seria, y deje que se acercara, movió mi chaqueta dejando ver mi hombro que empezaba a ponerme de color morado, toco mi hombro y lo presionó pero me queje - esta dislocado... No te muevas - hablo tomando mi brazo con una mano y con la otra mi hombro, empezando a levantar mi abrazo y haciendo presión en mi hombro, y no se que hizo pero la presión que sentía se fue aunque el dolor aún perduraba, solté unos cuantos quejidos apenas audibles, poche me soltó, y yo por el dolor y cansancio de ese día retrocedí hasta chocar con la pared deslizando me hasta quedar sentada en el suelo - bien ya está en su lugar...

 - como supiste arreglar esto? - pregunte

 - bueno...eh tenido ciertos accidentes, los suficientes como para saber cómo arreglarlos

 - ...Oye temo que tendrás que ser algo precavida ya que ese hombre conoce ahora tu rostro el podría...

 - lo sé - me interrumpió. Soltó un suspiro y metió sus manos en los bolsillos - bien creo que deberíamos ir a casa

 - deberíamos? - ambos? lo mire, se refiere a mí también. Eso fue raro, más bien un sentimiento extraño

 - si, vamos - extendió su mano para que yo la tomara, pero antes tenía que pensarlo bien, si tomaba su mano me iría con ella, y de seguro le causaría más problemas ahora que esos hombres saben que estoy con ella, pero si no, será todo como antes, la misma rutina de huir, y ella tendría una vida en paz y saldrá de mi asunto, pero no me quiero alejar de esta sensación tan agradable de calidez. Que hago? La tomo o no?

Mi ángel (Calle y Poche)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora