Anime One shots!

Arthur Boyle ◈ Enen no Shouboutai

«El beso de un caballero»

Un accidente había ocurrido en una de las misiones de la octava, ________ había sido atacada por un infernal provocando que saliera disparada, chocando contra una de las paredes del lugar, causando que la pobre chica golpease con fuerza su cabeza y perdiera la conciencia. Todos sus compañeros se preocuparon y no tardaron en llevarla con un doctor en cuanto terminaron con su misión.

Gracias al cielo no había sido nada grave, ese golpe tan duro había angustiado a sus amigos. El profesional afirmó que la jovencita solo necesitaba descansar, recobrar energías y en poco tiempo despertaría; aunque también dejo algunas medicinas en caso de algún dolor en consecuencia del accidente. Era por eso, que la mayoría de los miembros de la octava se hallaban en la habitación donde su compañera estaba recostada.

—Espero que _______ esté bien —dijo la hermana con preocupación.

—El doctor dijo que despertará en unos cuantos minutos —habló Hinawa—. No la molesten.

A pesar de las palabras de su superior, los de tercera generación fueron los que decidieron quedarse allí haciéndole compañía a ________, que descansaba en una de las camas. Veían como su camarada dormía plácidamente, preguntándose a sí mismos cuándo despertaría.

—Debe de ser algún hechizo, estoy seguro —dijo el rubio convencido.

—¡No seas tonto! —exclamó Shinra al oírlo.

Era difícil para esos tres mantenerse tranquilos, pues todo se volvió peor en cuanto Tamaki fue víctima de su extraña suerte, una vez más. Había tropezado con algo en suelo cayendo sobre Shinra, quien solo sonrió nervioso al notar la situación. No tardaron mucho en comenzar a discutir, la chica intentaba golpearlo mientras lo insultaba a la vez. Mientras tanto, el caballero se hallaba callado pensando en alguna forma de despertar a la doncella que dormía profundamente.

Una brillante idea llegó a su cabeza, por lo que no dudó en acercarse a la chica mientras su cabello recogido en una coleta se movía animado de un lado a otro. Sus labios se unieron con los de ________, formando un corto beso que rompería cualquier hechizo maligno. Arthur observaba con atención el rostro de su princesa, esperando que despertara gracias a él y su magia.

—No despierta —susurró para sí mismo—. Tal vez si...

Un nuevo beso fue dejado con cariño sobre los labios de la chica. Sus ojos azules mantenían la mirada sobre ella, ansiando que recobrara la conciencia y vea a su salvador. Sin embargo, durante ese tiempo, no se había percatado de que sus otros dos compañeros habían dejado de pelear y se acercaban a él para darle unos buenos golpes.

—¡¿Qué crees qué estás haciendo?! —gritó Tamaki.

Poco antes de que pudiera responder, los tres comenzaron a pelearse entre ellos. Se insultaban e intentaban golpearse, pero eso solo empeoraba las cosas pues por accidente los chicos tocaban partes que no debían de la joven de coletas provocando un escándalo aún mayor. Entre tanta disputa, ninguno notó que _______ había despertado y que los miraba muy confundida.

—¿Chicos? —preguntó llamando su atención.

Al instante, los tres dejaron de pelear para acercarse a la chica. Tamaki la abrazó preocupada, mientras los otros dos sonreían alegres y aliviados.

—Sabía que el beso funcionaría.

—¡Ella no despertó por ti, idiota! —exclamó Shinra exasperado.

Y otra vez volvían a discutir dejando una gran pregunta en la cabeza de _______, quien intentaba asimilar la situación desde su último recuerdo que fue la misión.

«¿Beso?»

No entendía lo que pasaba, las preguntas daban vueltas por su mente mientras intentaba no imaginarse ninguna conclusión. Pero esa gran duda le generaba ansiedad, ¿Por qué habían mencionado un beso?

—¿Alguien puede explicarm...

Su pregunta quedó en el aire cuando la puerta se abrió bruscamente dejando ver a Hinawa más serio de lo normal. Todos en la habitación se callaron al instante, pero aún así no pudieron escapar de un regaño. El de lentes los obligó a salir de allí para dejar que ________ descansara de forma apropiada y vaya con los demás en cuanto lo necesite.

—Arthur, ¿Puedes quedarte? —preguntó antes de que saliera.

El rubio se sorprendió para luego asentir con la cabeza, no sin antes mirar orgulloso a Shinra causando que se enfadara el doble. Sin remedio, los otros miembros debieron salir y dejar a solas a ese curioso par.
Arthur tomó asiento sobre la cama, a un lado de _______, mientras la miraba atento. Ella solo jugaba nerviosa con sus manos, pensando con cuidado las palabras que diría a continuación.

—¿Tu me... Besaste? —cuestionó con sus nervios a flor de piel.

—Era para que despertaras, princesa.

Sus palabras fueron más que suficientes para confirmar sus actos, él la había besado. El calor se hizo presente en las mejillas de la chica al imaginarse tal escena, lo cual provocó que diera un profundo suspiro. No lograba aceptar que se había perdido de su primer beso, pues no lo recordaba ni sentía nada y todo por estar inconsciente debido al accidente.

—¿Qué sucede? —preguntó Arthur ante su silencio.

—Es que... Era... Mi primer beso.

Los azules ojos de su compañero se abrieron sorprendidos, un ligero tono rosa subió hasta sus mejillas. Extrañamente se sentía algo nervioso, tal vez era porque temía que ________ dijiera algo malo sobre él y terminara rechazándolo de alguna forma.

—N-No me molesta que hayas sido tú... Solo qué, ya sabes... Estaba...

—Eso puede arreglarse.

Su confianza regresó junto con una gran sensación de alivio, oír sus palabras fue tan recorfontante que llevó sus egos de caballero por los aires. Y sin perder el tiempo, una de las manos de Arthur se acercó a la mejilla de ________, dando suaves caricias y acercándola lentamente a su rostro. Una vez más, sus labios volvían a encontrarse en un afectuso y delicado beso, que con lentos movimientos y caricias perduró por unos minutos.

—¿Tendrías una cita con este rey caballero?

—No podría perderme tal honor —respondió con una dulce risita.

La bonita sonrisa de Arthur se amplió al oír su respuesta, su corazón latía con rapidez acompañado de una sensación de inexplicable alegría. Solo podía pensar en que encargaría de hacer feliz y defender de cualquier mal a su querida princesa como el rey caballero que afirmaba ser.