El otro mundo

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Ya era la quinta taza de café durante esa noche para Maki, las ojeras debajo de sus ojos amatistas eran una clara señal de agotamiento pero esto a ella le importaba mas bien poco.

Una enorme cantidad de carpetas llenas de documentos y antecedentes que ella tenía que revisar en persona para vereficar el orden en que se realizarían las operaciones de ese mes era lo que le impida poder ir a dormir.

A pesar de que la tarea administrativa era tediosa y algo aburrida para Maki esto seguía siendo mejor que estar a cargo de sala de urgencias en la que se veían cosas bastante "graves" en las que lo único que podía hacer era tratar de mantener vivo a alguien que ya estaba condenado a irse o antender a señoras extra sensibles que por un simple resfrío creían que se iban a morir.

-Necesito un poco de aire..- susurro Maki mientras se levantaba de su haciento y se acercaba a la ventana.

Desde que Maki salió de la Universidad su único propósito fue darlo todo por el hospital y por las personas a las que atendia. Si para esto es que ella nació, si para esto ella fue criada entonces lo haría bien.

~Ring - Ring - Ring~

Sonaba el teléfono de su oficina. Extrañada de que llamarán a esa hora ella contestó con duda pensando que podría ser su padre o algún doctor con alguna emergencia.

-Maki me alegro que contestes- sonaba la voz de un joven al otro lado.

-¿Ryuma? ¿Pasa algo?-

-Nada importante, sólo quería saber si una vez que salgas podríamos ir a comer algo antes de que vayas a dormir-

-Ryuma.. Ya te dije que no me llames a la oficina si no es algo relacionado al trabajo o una emergencia-

-Pero Maki.. nunca contestas mis llamadas al móvil además creo que te estas sobre exigiendo dem..-

En ese momento Maki colgó el teléfono y dio un largo suspiro. Ryuma es un un joven doctor que trabaja en el hospital Nishikino, a pesar de ser una persona bastante amable y paciente a Maki no le gusta estar mucho tiempo junto a el.. Quizá sea por el hecho que su padre le ordenó que pasará mas tiempo con su prometido y Maki en un bano intento por tratar de seguir teniendo una identidad propia trataba todo lo posible de no cumplir esa orden.

-Toc - Toc - Toc-

Y ahora sonaba la puerta.. Maki ya empezaba a molestarse un poco ¿Es que nisiquiera la podían dejar trabajar tranquila?

-Estoy ocupada, si no es una emergencia vuelva en otro momento- exclamó Maki mientras volvía a su asiento y se disponia a seguir trabajando.

En ese momento y sin permiso entra por la puerta el padre de Maki con una clara mueca de preocupación en el rostro.

-Hola.. Maki- dijo su padre con un poco de duda en sus palabras.

-Padre.. ¿A que debo su visita? ¿Alguna emergencia? Si es por las operaciones del próximo mes ya estoy por terminar con el papeleo-

-Lo se, realmente te estás esforzando mucho en esto y no podría estar mas orgulloso pero..-

-¿... Pero?-

-Creo que debes tomar otro ritmo.. Si continuas así terminarás colapsando-

"Debes estar bromeando" pensó Maki mientras miraba con evidente enojo a su padre.
Durante su infancia y adolescencia a Maki se le ordenó enfocarse en los estudios para ser una gran doctora, ella tuvo que dejar de lado cosas como su amor por el piano y otras actividades que podrían considerase una perdida de tiempo. Aún le cuesta creer que su padre le diera permiso para estar en el grupo de µ's pero esos preciados días ya fueron casi olvidados por Maki.

Ventana a los sueñosWhere stories live. Discover now