Y volviste a mí

El pasado siempre vuelve

POV Alba

3:30 de la madrugada, una llamada telefónica resuena por toda mi habitación, me despierto desorientada, dispuesta a apagar aquel aparato infernal que me ha despegado a la fuerza de los brazos de Morfeo, así que estiré mi brazo para coger mi móvil, sin embargo, una mano oculta tras unos guantes negros rodearon con firmeza mi muñeca, impidiendo que llegará a mi objetivo... tragué en seco, mis ojos fueron a parar a esa afilada hoja de acero que portaba en la otra mano... no... esto no podía estar pasando, no otra vez... los ojos se me llenaron de lágrimas y me atreví a subir un poco más mi mirada... Solo pude fijarme en su sonrisa diabólica mente macabra y brillante, que creció al palpar mi miedo

-Esta vez no tendrás escapatoria... Pequeña y dulce falsante- su voz ronca hizo que se me escaparan las lágrimas de mis globos oculares, llegando a cortar mi respiración en el momento en el cual noté aquel afilado objeto atravesar mi piel, como una caricia de fría corriente en pleno verano...

Me desperté gritando sobresaltada, mirando a mi alrededor... Todo había sido una pesadilla... O al menos esta vez si que lo fue... Dirigí mi mirada hacia el gran ventanal de mi habitación y observé el cielo encapotado teñido de diferentes tonos grises... La imagen de la más pura tristeza era lo que esté cielo te transmitía, algo que siempre me venía como anillo al dedo para mi inspiración.

Tras arreglarme un poco, puse rumbo al jardín de mi casa con mi libreta y un café helado.. La triste armonía entre los colores del cielo y los sentimientos aún encerrados en el fondo de mi aura se podrían ver reflejados en la lírica dolorosamente viva que solía escribir... Así que tras dar un sorbo al café y divisar unas aves acariciandoblas nubes empecé a escribir y dejar salir las emociones que intentaba encerrar para siempre en mi interior

Pájaros del aguacero
tocando el cielo negro
es lo que vivirá en tu recuerdo

Estar tan triste
y tan libre
al mismo tiempo,
es tan curioso,
que ni un poeta,
es capaz de expresarlo
sin miedo

Es el grito de la conciencia
el que habla,
cuando tu corazón
solo está contra
la afilada espada,
es la voz de la razón,
el que siempre ganaría
la batalla

Y es que la armadura
no sirve de nada,
si con lágrimas
no unistes esas marcas,
ya que no demuestra
que un guerrero
has sido
luchando siempre,
por honor
a la bendita justicia

Aguacero alado,
que has estado a mi lado,
recoje el alma,
que la lluvia ha acariciado...

Observé el resultado del poema, algo insatisfecha, pues no expresaba todo lo que realmente sentía en ese momento. Dubitativa, cerré el cuaderno y me puse a contestar mensajes, cuando de repente, me salta una llamada de mi revisor en la editorial... Lo cogí algo insegura ¿Para que me estaría llamando Joan?

-Alba... Se que dijiste que querías unas vacaciones.... Descansar del mundo literario y tal... Pero el jefe quiere que hagas una última entrevista antes de darte las vacaciones... Necesitamos que vuelvas a ser Olivia Rojas

-Joan... Es que yo no quiero volver a ser Olivia... Me trajo muchos problemas, lo sabes de más

-Que si, que lo sé... Pero aquí sí no vas a esta entrevista... Nos jugamos el puesto de trabajo los dos- casi podía ver el pucherito que estaba haciendo simplemente por la voz en la que se estaba dirigiendo a mi persona- Por favor Alba... Y así explicas la retiración temporal de la literatura

-Bueno vale.... Pero lo hago por tí, no por el capullo machirulo ese- suspiré resignada... A Joan no le puedo negar casi nada cuando se así

-Gracias, gracias, gracias... Me salvas la vida.. La entrevista es hoy a las tres de la tarde.. Suerte

- ¿Hoy? - no recibí respuesta... Joan ya había colgado y solo se escuchaba el sonido estático del móvil

Hoy... Hoy tendría que volver a ser mi alterego creado para tener intimidad... Caminé hasta mi habitación y saqué de la maleta la corta peluca pelirroja, las lentillas grises y el septum de pega que utilizaba para ser mi otro yo... La famosa escritora Olivia Rojas... Con manos temblorosas me puse mi disfraz y me miré al espejo, observando aquel reflejo que tanto intento evitar y que tantos problemas me había causado... Está sería la última vez que me vería así,no pienso volver a ser esta persona... Al menos de momento

Con este pensamiento puse rumbo al bar más cercano del local donde iban a entrevistarme, además, Joan me dijo por WhatsApp que hay otra chica a la que iban a entrevistar y que probablemente, tuvieran una mesa reservada, en ese mismo bar, para ambas y así comer tranquilas antes de la entrevista

Pov Natalia

La alarma resuena por toda la habitación, la apagué y me levanté sin muchas ganas... Hoy tenía una entrevista a las tres y media de la tarde y tengo que estar preparada para cualquier pregunta, por muy incómoda que sea, lancen estos periodistas cuya prensa Rosa y de corazón interasa más que lo que realmente importa, que es mi profesión, quiero que se me conozca por mi música, no por con quien comparta mi cama.. Pero es parte de mi oficio, me tengo que joder. Miré el móvil y vi la hora...

-La 13:30...- musité... Oye,de puta madre Lacunza, como siempre justita de tiempo...- Si es que me cago en la puta, llegaré tarde a la comida programada por el programa, para una vez que son amables

Me vestí a toda velocidad y me dirigí al bar lo más rápido posible, a lo lejos obsevé a una joven chica pelirroja fumando apoyada en la pared del bar... Era algo hipnótico, sin embargo, también era algo bastante familiar... Solo existía una persona que era capaz de fumar con tanta sensualidad...

-Alba... - fue eso, un simple susurro, sin embargo, ella giró la cabeza algo asustada al escucharme y cuando sus ojos se posaron en mí, acabaron por confirmármelo.... No había nada en el mundo que no me hiciera reconocerla

-Yo... Yo no soy Alba, me llamo Olivia.. Olivia Rojas - dijo con un leve rubor en las mejillas....

-Pues encantada Olivia, soy Lacunza... Natalia Lacunza, supongo que eres la otra chica a la que hacen la entrevista, ¿no? - decidí seguirle el juego, si se estaba escondiendo tras ese personaje sería por algo

-Si.. Si soy yo- sonrió con timidez y yo solo quise abrazarla como en los viejos tiempos - La.. La mesa está dentro del...dentro del bar,por si quieres entrar ya... Es decir, yo también voy a entrar en nada, pero a lo mejor tú estás agotada por venir corriendo, que has hablado jadeando... No es que no me guste escucharte jadear.. Digo hablar - se tapó la cara con ambas manos y se sonrojó muchísimo... Definitivamente, era Alba Reche

-Tranquila Oli... ¿Puedo llamarte así?-dije con una sonrisa mientras ella asentía - Vale.. Oli, que no pasa nada mujer, cálmate.. Yo me espero y entramos las dos juntas al bar, ¿vale?

-Vale Nat- lo dijo en un susurro, con timidez - pues entonces entramos ya - tras decir esto, apago el cigarro q tenía en sus manos y puso rumbo al interior del bar

-Querido destino... ¿Qué más me tienes preparado? - susurré para mí sonriendo, mientras seguía de cerca a aquella chica que tanto conocía en verdad