129cm De Maldad || MiChaeng [Saga: Centímetros]

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129cm De Maldad

"Secreto revelado"

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"¿Sabías qué le gustan las niñas?"

"No te acerques a ella, te convertirás en lesbiana"

"Es la chica rara. Le gusta Mina"

"Mina sin dudas la golpeará"

"Mamá me dijo que no nos acercáramos a ella"

Los comentarios en susurro invadían el pasillo mientras una pequeña Chae-Young daba pasos lleno de temblor con la cabeza gacha. De un día para el otro, todo el colegio se enteró que a Son Chae-Young le gustaban las niñas, y encima, que le encantaba Myoui Mina; la japonesa de 3 ° B un tanto más grande que ella.

En un país como Corea la homosexualidad está mal vista, de una manera, que otros países más abiertos al tema no podrían comprender el repudio que estos le tienen a la gente homosexual. Pero la pequeña Chae no entendía sobre esos temas, y tampoco entendía que es lo que estaba mal para que ahora ninguno de sus amiguitos se siente en el almuerzo con ella.

Chae no estaba al tanto que no todos los padres educaban a sus hijos de la linda forma que la educaron a ella; Con bellas sonrisas y siempre enseñándole que hay que respetar al otro sea como sea. Chaeyoungie era pequeña de edad, pero tenía bien en claro que no importaba los colores de piel. Tampoco el peso. Menos que menos si alguien era pobre o rico. Y claro, si a los niños le gustaban niños o las niñas le gustaban niñas le parecía normal, porque sus padres nunca le pusieron alguna barrera sobre ello. La jovencita podía ser una infante, pero estaba mejor educada que muchos adolescentes y adultos que la rodeaban.

Aunque ella tenía amiguitos, Chaeng siempre fue víctima de bromas por su problema en el desarrollo del habla. Desde que la cambiaron a ese colegio para que comience la primaria fue la "niña que habla raro", y claro, los demás (Dentro de todos, los más grandes) se burlaban de ella y hasta a veces era un blanco perfecto para molestar. Pero eso no impedía que haya buenos niños y acompañasen a Chaeng; podría ser qué no pronunciaba bien la "R" y a veces tartamudeaba, pero por suerte sus compañeritos la apoyaban. Entre ellas, Tzu-Yu y Da-Hyun, dos niñas de su edad. Aunque luego de que se corra el rumor sobre los gustos de chae, éstas no se acercaban tanto y trataban de evitarla a toda costa.

Pero seguro se preguntarán: ¿Cómo demonios se enteró todo el colegio los gustos de una niña? Bien, como había dicho, a Chae la molestaban demasiado. A raíz de eso, en reiteradas ocasiones las jovencitas Im Na-Yeon y Yoo Jeong-Yeon le sacaban los cuadernos que la niña llevaría encima para tirárselos a la basura. Y un día, Chae tenía en sus manitos su diario secreto de color rosita pastel, por esas desgracias, las más grandes se lo arrebataron y al darse cuenta de que la pequeña escribía todos sus secretos, decidieron quedárselo.

Si bien tenía un problema en el habla, la muchachita escribía bastante bien para su corta edad, y eso fue lo que le trajo problemas. El miércoles quince, la hoja número tres de su diario fue dicha en voz alta en el medio de la cafetería.

"Mina de 3° es guapa. Me gusta Mina. Yo me quiero casar con Mina"

Para Chae-Young fue una total humillación ¡No le gustaba que sus secretos sean revelados!, pero ¿Y qué hay para Mina? Ahora todos sus amigos al escuchar eso se empezaron a reír y burlarse de ella. Además, a Myoui eso de la gente gay no le caía para nada bien. Sus padres le enseñaron que esas personas no deberían ni siquiera tener voz a la hora de opinar. ¡¿Cómo se atrevía esa mocosa a soñar que se iban a casar?! Para Mina eso estaba totalmente erróneo y era una aberración.

— Mina, ¡Una chica gusta de ti! — Largaba a carcajadas Momo.

— Ya cállate de una vez. — Musitó mientras le dio un golpe fuerte en el hombro. Siguió devorando su almuerzo con el ceño fruncido.

Mina le echó una mirada llena de repudio a la pequeña que supuestamente gustaba de ella. Ésta se encontraba sentada sola a unas mesas de distancia. Se veía triste; asustada; y estaba sin ningún amigo a su lado, como un perro abandonado.

— Myoui, ¿Qué harás? — Hirai Momo conocía perfectamente a su mejor amiga; no se quedaría de brazos cruzados al recibir tanta humillación. Ni siquiera se quedaba callada cuando un maestro la retaba en frente de todos. Está más que claro que esa niña rara recibiría algún merecido.

Hasta ese día Myoui nunca se había metido con Son. Pues, como era más pequeña que ella nunca le dio importancia, aunque sus amigas siempre la molestasen. Pero ahora se habría pasado de límite y hacer enfurecer a la joven. —: Le enseñaré a esa idiota a no meterse conmigo.