Possesive and Crazy Love (Bts y Tú)

SERENDIPITY

La idea de perder a un ser amado no es nada sencilla de sobrellevar y mucho menos de asimilar.

Nadie desea la muerte.

Sin embargo en la mayoría de los casos, las personas son consumidas por cierta oscuridad demasiado densa que no deja ver más allá de lo que será el tétrico futuro.

Horas, minutos, segundos son contados y juntados para hacer que la espera sea peor.

La vida o la muerte.

Algunos desean morir y otros no, pero casi todos dicen ver algo frente a ellos que los hacen decidir por qué camino ir.

Muchos lo definen como una luz cegadora al final de un túnel.

Otros al seguir un ser amado ya fallecido.

Pero hay pocos que dicen ver su pasado.

No importa lo que sea, al final tú tienes la decisión de ser quien tú quieras, el camino que tomar y la vida que llevar.

Todos tarde o temprano necesitamos decidir.

Asi como cierto pequeño de cinco años caminaba como si nada en medio de puestos ambulantes de comida.

Aparento pasar desapercibido y cuando menos se dio cuenta tomo dos frutillas pequeñas rápidamente.

Las escondió entre sus pequeños bolsillos, entonces decidió irse de ahí sigilosamente hacia otro puesto cercano.

Sin embargo antes de que pudiera dar más de dos pasos, el dueño se percato de tal robo.

- ¡Hey tu! - el niño se tenso y salió corriendo lo más rapido posible - ¡Deténgalo!¡ Ese mocoso!- lo señalaba.

Ya era la cuarta en este mes, siempre era lo mismo con ese pequeño ladroncillo.

Ya muchos de los mercaderes lo conocían pero ninguno pensó que fuera tan frecuente.

- ¡Detente mocoso!- gritaba desesperado el mayor.

Y antes de que pudiera salirse con la suya unas enormes manos tomaron al pequeño deteniéndolo de golpe.

Este no opuso resistencia alguna, cosa que fue raro.

- ¡Al fin! - llego el hombre frente a ellos - Ya verás lo que te espera maldito mocoso, te llevare a la policía, ellos sabrán que hacer contigo..- trato de tomarlo.

- Espere...- el joven que lo había detenido hablo amablemente - No puede llevárselo a la policía, solo mírelo..- lo señalo - Seguro es uno de esos niños que roban solo por hambre...-

El mayor lo miro detenidamente.

- Pero sigue siendo un ladrón...- se cruzo de brazos.

- Es cierto, pero déjelo pasar por esta vez, tendrá hambre y seguramente planeaba alimentarse con esto...- saco las dos frutillas de sus bolsos - Si muere de hambre en la calle seguramente todos los demás recordaran que usted fue quien lo dejo morir por algo tan insignificante como esto..- trato de convencerlo - ¿Que dirán de usted? -

El señor no muy convencido soltó un suspiro - Mira chiquillo, si te vuelvo a ver robando en mi puesto entonces si te llevare a la policía...- advirtió.

- Ya lo escuchaste pequeño...- reafirmo el joven y este solo asintió.

Bufo - ¡Bien! No quiero volver a verte...- le dio un último vistazo y entonces se fue ahí.

Al principio aquel joven mantuvo una sonrisa amable, pero al notar que ya nadie los observaba tomo al pequeño bruscamente.

Su mirada se transformo a una de odio - Ahora veras...- el niño se mantuvo callado mientras lo llevaba arrastras hacia un lugar más alejado.