Capítulo 8: El líder

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Narra Sara:

Estaba escondida en aquel arbusto, no veía casi lo que sucedía dentro de aquella pequeña casita, así que me moví para ver con claridad que acontecía allí dentro.

Vi a una gran persona con túnica negra y máscara roja, tenía al rededor a otras personas también con túnica negra pero con máscara negra, el de rojo supuestamente era el líder, era el rey de los ladrones nunca mejor dicho, él empezó a hablar.

-Hermanos ladrones, hoy vamos a presentar todas las fechorías de la semana, así que comencemos- los ladrones empezaron a sacar de sus mochilas las cosas que habían robado, algunos sacaban joyas, otros comida y otros simplemente ropa, todos se lo enseñaban a su líder y después lo compartían entre ellos, pero había uno que tenía su mochila totalmente vacía, el líder al saberlo enfureció-

-¡Como es posible! llevas un mes sin compartir nada con tus hermanos, nunca traes nada, eres un parásito- los otros ladrones al ver el alboroto se giraron a contemplar como le echaban la bronca al pobre ladrón-

-¿Hiciste lo que te pedí?-

-Si-

-¿Le conseguiste robar algo?-

-Si, pero tuve que comérmelo porque me moría de hambre-

-Esa muchacha tenía una mochila ¿Porqué no se la robaste?-

-No tenía nada de interés...Solo había comida-

- ¿Y porqué no le saqueaste los bolsillos?-

-Lo iba a hacer pero...-miró al suelo avergonzado, lo estaba pasando mal-

-¡¿Pero?!-

-Era muy fuerte- tragó saliva- no fui capaz

-¡No fuiste capaz de atracar a esa niñata indefensa!-

-No es una niñata indefensa-susurró-

-¡Cállate!...Eres una gran deshonra para mí y para todos tus hermanos...No podemos seguir cargando contigo...¿Donde está aquel joven ladrón habilidoso?...Samuel llevas 1 mes sin conseguir absolutamente nada así que haremos una votación- el chico estaba cabizbajo-

-Votos a favor de que Samuel se quede- el líder miró a su alrededor y no encontró ninguna mano alzada-

-Votos en contra- los 12 ladrones que había allí levantaron la mano-

-Samuel quedas excluido del grupo de los ladrones-

-Pero...Sin esto no voy a poder sobrevivir...Porfavor darme un día mas-

-No, el grupo ha decidido, estás fuera, así que porfavor deja tu traje aquí-

-N-no tengo casi ropa debajo-soltó avergonzado Samuel-

-Me da igual, si no eres un ladrón te quedas sin nada-

-Porfavor no me hagais esto....Sois lo único que tengo- se le hizo un nudo en la garganta-

-¡Fuera de nuestra casa YA!-él chico se quitó el traje y cerró la puerta entristecido-

Temí por un momento que me viera espiándolos, pero por suerte se fue para el lado opuesto en el que estaba, el resto del equipo empezaron a comer dentro de aquella acogedora casa mientras Samuel se iba, daba un poco de pena verlo con una camiseta rota y unos pantalones desgastados, a parte las noches en el bosque son heladas, el pobre supongo que también tendrá un hambre voraz.

Lo seguí a ver a donde iba, y de paso me despedía de los lobos y me iba ya a casa porque ya es bastante tarde. Poco después empezó a llover, el ladrón empezó a correr hasta refugiarse en una cueva, un poco mas adelante estaba la cueva donde cenamos los lobos y yo, yo me metí en esa hasta que dejara de llover, a los 5 minutos el cielo se despejó, salí a fuera de camino al lago, también busqué a los lobos, pero no aparecieron, así que me senté en la hierba que aún estaba un poco mojada y vi las estrellas, estaba agotada, así que me iré a casa.

Cuando retomé mi camino empecé a escuchar estornudos muy fuertes, parecía que el ladrón a parte de mala suerte también había cogido un resfriado, me dio pena así que miré en la mochila a ver si tenía algo para darle, tenía una manta por si acaso me quedaba a dormir a la cueva, la roca de esa cueva está congelada hay que admitirlo, también tenía un bocata que no me lo había tomado porque ya había cenado otra cosa.

Estaba pensando que hacer cuando de repente escucho un grito procedente de la cueva, me acerqué con mucho sigilo para ver que había ocurrido, vi a Mika enseñándole los dientes al pobre ladrón, tenía que llamarla silenciosamente para que no hiciera papilla a ese hombre.

-Mika vais- susurré, no me hizo ningún caso-

- Mika afuera- esta vez funcionó-


Narra Samuel:

Estaba destrozado, los ladrones me habían echado, sin ellos no soy nada, ellos fueron los que me acogieron cuando mis padres bueno...Y aunque no me gustara mucho lo de robar era la única forma que teníamos de sobrevivir, ahí tenía mis únicos amigos y ver como votaron en contra me hizo sentir indefenso...Y todo porque no le pude robar a esa chica, soy un desastre.

Mientras me iba lamentando por el camino empezó a llover, yo por suerte encontré una cueva me senté, estaba derrotado,  la piedra estaba helada pero no quería levantarme, estaba casi sin ropa, sin comida y sin familia.

Cuando pensaba que nada podía ir a peor algo entró a la cueva, era un lobo, para ser precisos una loba, ella me enseñó sus dientes afilados y se acercaba lentamente, tenía mucho miedo, me daba la sensación de que en cualquier momento esa bestia se me echaba encima.

La loba se fue de repente, yo salí para ver porqué había salido, me pareció ver una sombra, pero lo ignoré, la loba también había desaparecido, así que volví a la cueva, tenía ganas de dormir y llorar, si, yo también lloro, de repente vi que había un bocadillo y una manta en el sitio donde estaba sentado, al cogerlos cayó una nota.

Ponía: " Aquí te dejo esto, espero que te sirva para algo y que así estés un poco mejor"

Yo aluciné...¿Alguien me estaba espiando? ¿Quién?, no sé porqué se me dibujo una sonrisa tonta en la cara.

La chica de los lobosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang