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Aquel Alfa había llevado al omega a su casa, era demasiado bonita podría decirse que era de gente con dinero mientras tanto el omega veía aquella casa con brillos en los ojos, era realmente hermosa, ninguno de sus clientes lo había llevado a algún lugar así, Eddie estaba tan ilusionado de aquel hermoso lugar que no puso atención a nada más hasta que un estruendoso ruido lo hizo reaccionar, el sonido de un puño chocando contra aquella mesa

–Veamos lo que haces, putita–el rizado pelinegro dijo para llevar a la hermosa prostituta a un lugar alejado–

Ambos iban despojando su ropa, el castaño ya estaba completamente desnudo acercándose al contrario de una manera provocativa mientras que el otro solo disfrutaba la acción que este hacía, Richie nunca lo trató con rudeza, lo trató como si de una muñeca de porcelana se tratase, el pecoso agradeció esto, le encantaba ser tratado así, se sentía tan bien, ambos estaban calientes por lo que los dos disfrutaron de los toques y caricias, podría decirse que Edward Kaspbrak era una perra decente, la diversión y lujuria no duró mucho ya que el alfa anudo en el, dolía bastante no lo podía negar pero por más que el omega quisiera separarse de este era imposible, le dolía mucho

–¿Tienes Alfa?~–pregunto con la voz ronca el chico que se encontraba follandolo–

–M-mi trabajo no me deja poder gozar de un alfa~mgh~–gimió un poco de dolor–

–Es una lástima que un lindo omega como tu aún no tenga un alfa~–tomo de las caderas a este apegndolo más–Dime putita, ¿Disfrutas de tu trabajo?~

–Creo que eso no se le debería mencionar a una prostituta~ahh~–mencionó para después empezar a gemir desesperadamente–

Eddie si tenía un alfa, Stanley Uris, su alfa, pero Stan no lo amaba solo lo utilizaba ya que era joven y de una bonita figura, jamás le intereso tener un omega como tal solo quería sexo con un omega y tener herederos de su gran monarquía de trata de blancas. Eddie gemia mientras que el ruloso lo penetraba más rápido, ambos gemian y gozaban, se podría decir que Richard había tenido el mejor sexo de la vida, pasaron así hasta que ambos llegaron al clímax y ambos cayeron agotados a la cama.

–Quédate a dormir–tomo su muñeca delicadamente–

–Lo lamento tengo que ir a casa, es mi trabajo–pidió perdón y tomo el dinero que había en la mesita de noche–Gracias por la noche, Richard

–Cuídate–

El pecoso salio a la calle, estaba totalmente adolorido hasta que una pandilla, para ser exactos, cuatro hombres fornidos se acercaron a este con malas intenciones

–Lo lamento chicos, no estoy en horario laboral–Eddie dijo y se alejo de los hombres–

–No pedimos tu opinión, solo danos sexo–tomo de la muñeca a este y lo llevo a un callejón cerca de ahí–Vamos a ver si disfrutas

–P-perdón pero en mi servicio no entran fetiches raros ni orgías, lo lamento–trato de levantarse e irse pero uno de los chicos se lo había impedido–

–Dije que te quedas y punto–golpeó su mejilla y el castaño calló al suelo, admitía que le había dolido–

Inmediatamente los chicos llevaron a Eddie a un motel donde harían su 'linda orgía'. Eddie estaba inconsciente, no tenía idea de donde estaba hasta que sintió que no se podía mover, vio a un hombre penetrando su entrada muy bruscamente, sabía que lo estaban violando, sabía que esto le enojaria a Stanley. Decidió romper el silencio y pedirle al hombre que por favor parará pero no sucedio.

–B-basta–intento empujar al hombre pero fue imposible–

–Ya despertó–sacó su sucio miembro de la entrada de este, por un momento Kaspbrak sintió alivio hasta que otro hombre comenzó a penetrarlo–

–N-no, no basta–sentía bastante dolor y este se desmayo nuevamente–

El día había pasado y Edward había despertado en el callejón de la otra vez con visibles signos de abuso sexual, solo siguió su camino al prostíbulo donde se encontraba su alfa, Stanley Uris, este se veía enojado, no por el hecho de que hubiera sido violado por unos hombre, si no por que no había dinero suficiente, Kaspbrak le entregó el dinero ganado a su jefe  y este solo lo tomó con enojo, ambos subieron al coche e inmediatamente el chico rubio le empezó a gritar.

–Eres un inútil–le grito al pecoso–¿¡Sabes que pasa cuando papi no gana dinero!?

–P-papi se enoja y tiene derecho a castigarme–dijo temblando–

–Muy bien, ahora quiero que llegando a casa muevas ese maldito trasero tuyo a mi habitación para darte la cogida de tu vida–espeto enojado, realmente se veía furioso, el alfa emanaba feromonas bastante fuertes gracias a la irá–

–P-pero me han violado–este se contradijo–No puedo hacerlo, puedo tener un desgarro ahí abajo

–Me vale si te duele, ¿olvidas quien te mantiene vivo?–tomo sus mejillas y las apretujo–Dime quien te manda

–T-tu me mandas, solo tu–queria llorar pero solo trago esas lágrimas de dolor–

–Bien hecho–palmeo su cabeza con suavidad–Aprendes rápido zorrita

Cuando ambos llegaron a casa, el alfa se aventó directamente a atacar los labios de su omega, este desprendía feromonas dulces, olía a frutas del bosque con vainilla, eso significaba que su celo casi llegaba, cosa que tenía preocupado al castaño ya que aún estando en celo debía de atender a los clientes de Uris y complacer a este también. Los dos estaban teniendo sexo en la habitación y uno disfrutaba mientras que el otro solo fingía hacerlo, Uris terminó dentro de Kaspbrak y fue a tomar un baño mientras que el castaño solo cayó rendido en la cama, le dolía bastante el ano, tal vez un desgarre había ahí pero mañana iría a revisarse, no quería quedarle mal a su alfa

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