MI INTENCIÓN NO ERA ODIARTE... [TERMINADA]

OO7 - Mejorando Amistad

Otro día pasó, y nuevamente nos enfocaríamos en Umbreon quien volvía a despertar de día, gruñó por esto y después se levantó en forma de "Ya que."

Aunque sonó su panza pidiendo comida, a lo que lo obligó a salir por lo que tanto suplicaba su panza, y claro que la tipo Psíquico lo vió, así que se acercó un poco.

-Buenos días, Umbreon.- Dijo bostezando y viéndolo.

-¿Eh?- Volteó a verla y refunfuñó. -¿Que quieres?

-Nada por ahora, sólo te iba a decir que hay bayas aquí y no es necesario salir.- Contestó tranquila para luego irse caminando hacia afuera.

Al Umbreon se le hizo extraño la forma de lo cual se lo dijo...

Aun así al final terminó yendo hacia donde le había indicado y comenzó a comer bayas.

...

-Tal vez sea buena idea usarla para salir mas rápido de aquí...- Murmuró

Después de rato el salió tapándose un poco por los rayos del sol, aun no se acostumbraba a tal luz tan molesta, o por lo menos así la definía el.

Caminó explorando el lugar, le parecía sorprendente que tal especie de árbol abundará en ese lugar, el creía que solo cubrían el perímetro del bosque pero no toda de área.

Comenzaba a interesarse mas y mas por este, pero mientras pensaba aun caminando se perdió.

Literal, sólo dio como unos cincuenta pasos y se perdió.

Todo por estar viendo tal majestuoso paisaje, bueno, Almenos valió la pena quedar mirando el lugar.

Y literal, estaba solo, ya que no se escuchaba ningún ruido y los que se escuchaban eran del viento sacudiendo levemente a los árboles.

-Maldición...- Se quejó mientras buscaba el lugar donde había llegado.

-Hola Umbre-

-AHHHHHHHH!!!!!

Dió un fuerte grito y se alejó rápidamente asustado, aunque al ver de quien se trataba su actitud se cambio rápidamente a su típica actitud Amargada que siempre usaba cuando estaba a lado de ella.

-¿¡Que diablos haces aquí!?- Le gritó molesto.

-Te ví medio raro, y decidí ir a ver que tenías.

-... Nada importante.- Rodó los ojos y se fue caminando otra vez, pero esta lo siguió claro.

-Dime que tienes ¿Acaso se perdiste? Si fue ese el caso puedo ayudarte-

-¿Yo? ¿Ayuda? ¡Jaja! No necesito la ayuda de una bola de pelos morada.- La interrumpió arrogantemente para después continuar con una sonrisa sarcástica.