Capítulo 2

851 57 0
                                    

- ¿Vas a salir?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿Vas a salir?.- le pregunté a Enid en lo que me acercaba a ella.

- Si, por favor no le digas a alguien.- me miró suplicándome.

- Deberías dejar de hacer eso, allá fuera es peligroso y más si vas tú sola.- le dije con el ceño fruncido, estaba enojada de que se expusiera de esta forma.

- Entonces ven conmigo, ambas sabemos que ya  ni estando acá dentro es seguro, sabemos que estos muros algún día caerán y debemos estar preparadas cuando eso suceda.- me devolvió el gesto, Enid ya empezaba a alterarse.

- No puedo, no puedo volver allá fuera, sabes que no estoy lista y no se si algún día pueda volver a salir.- mi voz se empezaba a quebrar recordando todo lo que pasé.- Estos muros resistirán, deja de salir, por favor.- le dijo de forma firme.

- ¡No! deja de fingir que todo es perfecto, porque ¡no lo es!.- a este punto Enid ya estaba enojada.- No te das cuenta de lo débil que este lugar te está volviendo, mírate con ese vestido caminando por estas calles como si el infierno de allá fuera ¡no existiera!, pensando que lo más importante ahora es hacer la maldita tarea.- alzaba la voz mientras que se iba acercando a donde estaba.

- ¿Y si siempre fui débil y nada más necesitaba un lugar seguro para darme cuenta?.- seguía con mi postura firme.- Tú sabes lo que estaba apunto de hacer antes de que Aaron me encontrara, ni yo se como aguanté tanto tiempo allá fuera.

- Yo... lo siento me tengo que ir.- salió corriendo hacia los muros, sin darme tiempo de detenerla, giré sobre mis talones para dirigirme a la casa de los Anderson aún pensando en todo lo que me había dicho Enid.

Hace ocho meses que Enid había llegado a Alexandria, nos hicimos amigas muy rápido, le conté todo lo que había pasado y ella igual me contó lo suyo, ambas nos comprendíamos, pero la única diferencia era que ella logró ser fuerte, salió adelante a pesar de todo y yo, yo sólo pensaba que lo mejor era rendirme, me volví débil y estúpida.

Ella tenía razón no puedo estar pretendiendo que esto va a durar para siempre, pero es lo único que me quedaba y no quería perderlo, el día que Aaron me encontró ya no había esperanza dentro de mí, aquella niña que logró sobrevivir sola estaba apunto de irse.

Flashback

Me encontraba recargada en un árbol, había corrido por lo menos un kilómetro para que aquella horda no me alcanzara, por fin los había perdido de vista.

Revisé todo lo que llevaba en mi mochila y como si el mundo estuviera en mi contra me percaté que no tenía ni una lata de comida, supongo que se me caería mientras corría, tenía ropa y una manta, además de mis cómics, pero lamentablemente esto no me ayudaría a sobrevivir, revisé mi arma antes de seguir sacando todo lo que tenía en mi mochila.

¡Fantástico!.- dije sarcásticamente y sin temor a que una de esas cosas asquerosas me escuchara.

Solo tenía una bala en mi arma y nada más contaba con un cuchillo, no creo que eso me vaya a servir ni si quiera para intentar cazar algo, seguí sacando las pocas piezas de ropa que tenía y al final de mi mochila lo ví.

Vi aquella cajita donde guardaba unas fotos tipo Polaroid y otras pertenecías que tenía de mi familia, saqué el primer objeto que contenía, era una pulsera la cual tenía el apodo de mi hermana, recuerdo que las dos nos habíamos hecho estas pulsera...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Vi aquella cajita donde guardaba unas fotos tipo Polaroid y otras pertenecías que tenía de mi familia, saqué el primer objeto que contenía, era una pulsera la cual tenía el apodo de mi hermana, recuerdo que las dos nos habíamos hecho estas pulseras en señal de hermandad, ahí iba mi primer lágrima.

La segunda lágrima se deslizó por mi mejilla cuando saqué aquella cadena con dos anillos, los cuales mi abuela me había regalado cuando cumplí tres años.

La tercera cayó al ver aquellos aretes que mis padres me habían regalado en mi último cumpleaños.

Pero la cascada de lagrimas finalmente llegó cuando saqué las fotos, la primera era justo en mi último cumpleaños, se podía apreciar a una pequeña yo de apenas 10 años intentando cargar a mi hermanita de tan solo 4 años.

Había otra foto de toda mi familia, ésta fue tomada un domingo después de celebrar que mi hermano había entrado a la universidad, y así como ésta había más fotos.

- Perdón mamá se que te prometí ser valiente y no rendirme, pero no puedo los extraño, llevo tres años sin ver a alguien, no se si soy la última persona en este mundo, pero ya no puedo seguir no si ya no están ustedes.- cargué el arma con la última bala que quedaba y la puse pegada a mi sien, aún con lágrimas por toda mi cara acerqué mi dedo al gatillo.- lo siento por ser tan débil.

- ¡No!.- escuché un grito cerca mío mientras alguien me quitaba el arma.- No lo hagas, no se por lo que has pasado, pero estoy seguro que esta no es la forma de solucionarlo.

- No me queda nada y créeme a este punto no se si seas real.- susurré.

- Me llamo Aaron y estoy seguro que soy real, tengo una comunidad, ven conmigo ahí encontrarás una nueva familia y una razón para seguir luchando.-lo miré dudosa

Fin del flashback

No me arrepentí de haber confiado en aquel desconocido, Aaron tenía razón, encontré una familia.

——————————————————————————————————————————————————————

Espero les esté gustando, no duden en hacerme llegar su opinión sobre este capítulo.

Bai

Weak.- Carl Grimes (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora