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11. La cena de la ardilla

Jihyo sujetaba con fuerza la mano de Daniel a cada paso que daban. Caminaban en dirección al comedor, la mayoría ya se encontraba allí, al parecer sólo los esperaban a ellos y a Mark, quien llegó pisándoles los talones, apurado de ver a Mina cuanto antes.

Jihyo siempre había admirado la relación de aquellos dos, Mark y Mina eran novios desde sexto grado. Jamás habían tenido problemas, el temperamento de ambos estaba hecho para coincidir el uno con el otro. Pero la duda la invadió luego de ver el episodio de ansiedad que había tenido Mina ese día que la llamó por el repentino matrimonio de Sana, después de todo no pudo preguntar nada, se recordó mentalmente indagar sobre eso luego.

Apenas entraron por esa gran puerta todas las miradas se posaron sobre ellos, dejando ignorada la presencia de Mark quien había entrado segundos antes a tomar lugar junto a Mina.

Jihyo suspiró suavemente con los nervios de punta, fue entonces que recibió un pequeño apretón por parte de Daniel, recordando que estaban tomados de la mano miró a Daniel y este le sonrió.

El momento había llegado.

—Buena tarde a todos, estoy segura será una velada maravillosa —la castaña hizo una reverencia siendo seguida por Daniel.

—Buena tarde. Es un placer estar aquí hoy —murmuró Kang.

Todos los presentes en el comedor miraron perplejos a la pareja recién llegada, en especial las hermanas Park, quienes conocían la historia al respecto y al igual que su madre jamás creyeron que Jihyo estuviera diciendo la verdad.

Pero de pie junto a Hyo sonriéndoles amablemente a todos se encontraba ese chico de cabello negro. Y aunque todavía no era presentado formalmente, todas sabían que era el nuevo novio de la castaña.

Mina los alentó a sentarse, teniendo a la pareja justo al lado de ella y Mark, Daniel le abrió la silla a Ji antes de que ella pudiera hacerlo y ésta le sonrió agradecida, no lo esperaba pero hizo su mayor esfuerzo por no notarse sorprendida.

Jihyo miró a Daniel de reojo y notó cómo limpiaba sus palmas en el pantalón repetidas veces, lo dudó por un momento pero finalmente envolvió sus manos en las de él sobando ligeramente con su pulgar para tranquilizarse mutuamente.

Tzuyu sonreía burlesca analizando la situación en su cabeza, Eunwoo estaba ahí al mismo tiempo que Jihyo tenía a alguien nuevo. Cuando sus padres y el menor de los Cha entraron al comedor y este último observó la escena de la dulce pareja con el ceño fruncido, supo que esa noche no sería tan aburrida como creía.

El invitado indeseado se sentó frente a la pareja sonriendo en forma de saludo, Jihyo giró su cabeza a la dirección de su hermana pronta a casarse, decidiendo ignorar a Eunwoo lo más posible.

Sus padres le debían una muy buena explicación, no tenía sentido que él estuviera sentado frente a ella y su ahora novio cuando jamás había sido requerido.