Love, L

Capítulo once: Crystal Lake Grizzlies vs Moontale Cougars

Capítulo dedicado a AlexandraSeas y FlorchuUu5 (amo sus comentarios grls)

11. Crystal Lake Grizzlies vs Moontale Cougars.

Ni si quiera sé porque me importa tanto el estúpido juego, pero aquí estoy hace treinta minutos decidiendo que ponerme. Tampoco es que tenga muchas opciones ya que prefiero gastar mi mesada en destacadores, aplicaciones y toneladas de comida cuando debería comprarme un top de vez en cuando, como una adolescente normal.

Le pedí ayuda a Aurore y ella insistió en hacer una videollamada pero cada vez que me pongo un outfit ella lo descarta inmediatamente.

—Se me acaban las opciones —advierto.

—Te veo en el baño de chicas de la pista —la escucho decir por el celular. Supongo que ella también se rindió— Te llevaré un top y un cinturón, veré si puedo sacarle provecho a ese trasero adorable que tienes.

Sin decir una palabra más, corta la llamada, dejándome con las palabras en mi boca. Suelto un suspiro y terminó de vestirme. Me coloco mis zapatillas y tomo la estúpida y pesada chaqueta de Peter entre mis manos.  

—¿A dónde vas? —pregunta papá cuando bajo las escaleras. Él está con mamá viendo una película en la sala, esperando para ver el partido de esta noche por la televisión local— Sigues castigada por no llegar el viernes.

—Créeme, ir a este juego es suficiente castigo —respondo— Le prometí a Peter que iría y además tengo que entregarle su odiosa chaqueta.

—¿Quién es Peter? —pregunta mamá con una expresión de confusión en su rostro— Pensé que te gustaba el chico que trabaja en la tienda.

—Peter es su amigo —aclaro— Y no me gusta, es odioso.

—Entonces si te gusta Trevor —dice papá apuntándome con un dorito en sus manos— Lisa creo que deberíamos tener esa charla sobre las abejas y los abejorros...

—Voy tarde —interrumpo apresuradamente antes de darle la oportunidad a mi papá de hablarme sobre penes— Volveré a penas termine el juego, los quiero.

Salgo de casa antes de escuchar su respuesta. Para mi suerte y cualquier persona que odie caminar, Crystal Lake es tan pequeño que puedes llegar a cualquier lugar en diez minutos sólo usando tus piernas. 

Por desgracia, es una de las ciudades más heladas del estado y por tanto, caminar una cuadra es suficiente para agarrar un resfriado.

Camino con las manos debajo de mi axilas para evitar que se congelen. La pista de hockey queda a dos cuadras de mi casa, en el centro de la ciudad, así que no tardo casi nada en llegar. Puedo ver a lo lejos como los chicos hacen el precalentamiento y cuando estoy a punto de saludar a Trevor con mi mano, su hermana me intercepta. 

—Genial, andando, el juego empieza en cinco minutos —me informa al mismo tiempo en que me agarra por el brazo y me arrastra al baño de chicas. Una vez ahí, entro a uno de los cubículos y Aurore me lanza un top que ha traído de su casa.

—¿No crees que es demasiado para un estúpido partido de hockey? —cuestiono pero no recibo respuesta de su parte. 

Me quito la sudadera que traigo puesta y también la remera. El top que trajo Aurore es bastante lindo y definitivamente algo que yo jamás compraría porque tengo pésimo gusto para la ropa. Una vez lo tengo puesto, salgo del cubiculo y me encuentro con la rubia sonriendo de par en par. 

—Sabía que tenías bonita clavícula —menciona y saca un cinturón del bolso que ha traído— Acércate. 

Ella pasa el cinturón por las hebillas de mi jeans y lo ajusta a tal punto en el que siento que mis ojos se saldrán de su lugar. Sin embargo, una vez que puedo verme al espejo entiendo por qué lo hizo. Ni siquiera sabía que tengo esta cadera, qué desperdicio.