20

2K 196 21
                                    

Sakura

Desperté y lo primero que hice fue estirarme en la inmensa cama.

Aún no entiendo cómo es que todos tienen unas mansiones enormes.
Me vestí y salí  del cuarto bajando las escaleras.

Los Tsukinami claramente me habían conseguido ropa. No iba a andar con ese disfraz todo el tiempo, además de que no era muy... En fin.

— Buenos días, Carla... Shin. —saludé edcuacada entrando a la sala.

— ¡Sakura! —habló emocionado Shin— ya me estaba aburriendo...

Al final no fue muy difícil descubrir sus personalidades.
Shin era algo animado, pero lo que en verdad  hacía era ponerme en vergüenza a mi o a su hermano. Le gustaba humillarme y hacerme travesuras, pero fuera de eso el era muy educado y a veces amistoso. Otra cosa que aprendí es que si el pierde el control... No calcula las consecuencias. Lo sé por un accidente que pasó  hace unos días y Carla lo detuvo a tiempo, antes de que pase a peor.

Carla, por otro lado era la persona más sádica  y perversa que conocí  en mi vida.  En el mes que llevo con ellos, descubrí  que el tiende a sentir cierta... Satisfacción  al verme tan vulnerable. Cosa que claramente estoy usando a mi favor.

Hay veces que es amable y "tierno" si es que podría decirse así pero... No sé  si creerlo.
Estos dos eran fundadores. No sé muy bien que significa pero sé que es algo de alto rango por lo que he entendido.

— ¿Necesitas algo?

— Necesito que seas mi diversión  —sonrió retorcido—. Te he dicho que me aburría, ¿No?

— C-Claro, Shin...

— Buena niña. Ahora —pensó unos segundos apoyando su cabeza en su mano—.... Ah, ya sé.  Quedate en sostén —ordenó divertido.

— ¿Qué?

— Ya escuchaste, Sakura.

Mordí  mi labio angustiada. No quería hacerlo pero tampoco quería saber las consecuencias de no hacerlo.
Carla dejó el libro y posó su mirada ahora en mí.

— ¿Necesitas ayuda? —preguntó fastidiado ya Shin. Negué  rápido — ¡Hazlo entonces!

Empecé a quitarme lentamente la ropa, quedando solamente en sostén.

— Mira nada más... Que interesante —sonrió Shin.

Las miradas de ambos hermanos se sentían como dagas filosas, juszgandome atentos a lo que hiciera y sobre mi cuerpo.

— Nada mal, ¿Cierto hermano? —preguntó el del parche.

Carla asintió.

— ¿Que crees que deberíamos hacer? Yo veo su piel muy... Limpia.

Oh no. Por favor...

— Shin, por favor, no...

— ¿Me estás rogando? —rió— ¡Y sobre todo me estás dando una orden! Que agallas.

— No, eso no es -

— ¡No te di el derecho de hablar! ¿Crees que por tener buen cuerpo puedes hacer lo que se te plazca? Dejame mostrarte cuán equivocada estás. —se levantó dando zancadas hasta llegar a mí  furioso. Mis ojos estaban abiertos asustada  de lo que fuera a hacerme y sin esperar más tiempo hundió sus dientes en mi cuello.

— Shin.

— ¡¿Qué?! —se volteó mirando a su hermano.

— Tranquilizate. No puedes dañar a Eva.

Este me miró furioso y se marchó maldiciendo.

— Tápate,  idiota —Ordenó Carla suspirando.

Yo obedecí al instante volviendo a ponerme la ropa.

— Ven aquí  —volvió a ordenar.

Me acerqué  algo temerosa hacia él,  tomó  de mi muñeca y tiró de esta, haciendo que quede arrodillada en el suelo. El se encontraba sentado  en un pequeño sofá.

— Pensandolo bien... Vuelve a sacarte la remera— dijo perverso.

¿Esta jugando conmigo? Ya me cansé  de quitarme y ponerme la remera.

Cuando me la quité  sentí sus sonrisa.

— Perfecto.  Tengo demasiada hambre.

Carla tiró de mí, haciendo que quede a horcajadas encima de él,  teniendo mi pecho en su rostro.

— Espero que te duela —clavó sus colmillos.

Apreté con fuerza el respaldo del sofá, aguantando el dolor. A medida que aumentaba su fuerza el apretaba mi cintura y empujaba mi espalda acercándome más a él.  Como si fuera un jugo para exprimir.

— Tu sangre está más caliente de lo normal... No me digas que estar en esta posición te excita —rió seco.

Tragué  saliva.

•••
¡hola y adiós!

La rival de Yui || DL 2da TempNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ