A la espera

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4 de Abril de 1820 7:55 a.m.

—¡Sigan buscando, debe estar por aquí! —Grita el marqués esperando encontrar a Elizabeth, o a Eleanor en caso de que haya vuelto.

Tal como Elizabeth había predicho, la lluvia se prolongó por dos horas y todo lugar con siembras resultó bien mojado y listo para sembrar. Pero no ha tenido tiempo de celebrar con los terratenientes porque no se ha detenido de buscar a la señorita que los salvo durante toda la noche después de que la lluvia se detuvo, sin embargo, el día amaneció con lluvia suave y teme que empeore porque podría arrastrar más a la señorita.

—¡Encontramos algo! —Grita uno de los hombres del marques quitando de sobre el cuerpo tantos escombros como pueda.

Cuando el marques se acerca, se sorprende de encontrar el cuerpo malherido y desnudo de la señorita Ellie. Sin perder tiempo se acerca y pone sobre su cuerpo el abrigo que había traído con anterioridad, el doctor de la familia confirma que sigue viva e inmediatamente la llevan a la mansión. De hecho, a pesar de todas las heridas que tiene, no se dañó ningún órgano interno ni esta grave, afortunadamente, solo presenta un poco de fiebre y se encuentra bien. Cuando llegan a la mansión, el doctor hace lo posible por curarle las heridas y bajarle la fiebre, pues temen que tenga algún tipo de daño permanente. En la mansión todos están preocupados por lo que paso, así que intentan cuidarla tanto como puedan, vigilando las noches de sueños y pesadillas. La angustia y el dolor no desaparecen del rostro dormido de Eleanor junto con el tono rojizo de sus mejillas.

—Mami, ¿la señorita Ellie se despertará algún día? —Pregunta la pequeña Alissa estando sentada junto a su madre, viendo como le cambian la toalla mojada.

—No estoy segura. —Consuela Clara abrazando a su pequeña hija —. Pero algo si sé, la señorita es una mujer muy fuerte.

—Me gustaría hacer algo por ella. —Dice la pequeña con lamento, entones recuerda que, en una de sus conversaciones con Eleanor, esta le dijo que le gustaba la lectura y la voz de la pequeña niña. Así que, movida por ese recuerdo, la pequeña Alisa se aleja del abrazo de su madre y toma uno de los libros que le vio leyendo a la señorita y vuelve a sentarse a su lado —. No estoy segura de si valla a servir de algo, pero me gustaría leerle, aunque sea un poco.

Clara sonríe y acepta la petición de su hija pues, aunque sea para otra persona, Alisa podrá perfeccionar su lectura. Y así los minutos pasan, dejando que el rostro de Eleanor poco a poco se relaje debido a la lectura de la lectura de la pequeña Alisa, cosa que calma a mas de uno en la mansión. Sobre todo, a la antepasada de quien heredo el físico.

—No puedo creer que esa pobre jovencita sea también una bestia. —Expresa Eleanor mientras toma un poco de té para calmar sus nervios.

—Pero no lo entiendo, dijo que la tenia controlada a pesar de no tomar la formula que creó Patrick. A no ser, ¿habrá perdido el control de sus sentimientos? —Dice Abraham mientras recuerda la conversación que tuvieron antes de ella irse.

—Puede ser, al final, ellas están aquí para protegernos. ¿Quién iba a pensar que el joven que conocimos quería nuestra destrucción? —Suspira la madam mientras toma otro sorbo de té —. Por el momento solo quiero que la joven despierte, y nos pueda explicar todo de forma clara.

—Recemos porque sea pronto.

Por otro lado, quien escuchó la conversación de los mayores, siente su corazón estrujado. Dominik jamás pensó que la señorita de brillante sonrisa y de hermosa personalidad tuviera un peso tan grande en sus hombros. No solo el futuro de su familia estaba en sus manos, también la protección de todos los que ignoraban la presencia de alguien tan peligroso.

Dos Seres En Uno (fanfic)Where stories live. Discover now