¿𝐏𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞́ 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐀𝐦𝐚𝐬? ᵐⁱⁿᵃʸᵉᵒⁿ

𝐄°𝟑

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Mina llegaba a clases un poco despistada, hace una semana y media fue lo ocurrido con Mark y la sensación de superioridad se instaló en ella, solo podía pensar en aquella agradable sensación y en ese momento.

Fue muy agradable.
Realmente lo fue...

Entró al salón de Matemáticas y su penetrante mirada se centró en Irene y Yeri. Días atrás había escuchado unos cuantos rumores que no le habían agradado en lo absoluto.

Y esperaba por el bien de los involucrados que fuera solo un rumor más.

Veamos, ¿cuál de éstas dos es la zorra que busco?

...

Con un rostro sereno se sentó detrás de ambas chicas, estaría muy pendiente a su conversación, cada detalle.

— Kim Yeri.— Bufó molesta — Soy tu amiga, no le diré a nadie, lo juró.— Estiró su meñique con una sonrisa.

— Unnie no es eso, es solo que me da mucha vergüenza.— Su rostro se había sonrojado.

— Solo el apellido, no pido nada más.— Le dijo sacudiendola ligeramente.

Irene moría de la curiosidad.

— Im...— Cubrió su rostro con ambas manos. Se había sonrojado incluso más que antes.

Increíble.

— Así que, Im Nayeon.— Le sonrió pícara — ¿Ella robó tu corazón? — Se burló Irene.

Yeri asintió.

...

Mina sonrió ampliamente.

Su rostro seguía sereno, pero había un semblante oscuro que la rodeaba.

Sacudió su cabeza de un lado a otro y miró fijamente a la jóven frente a ella.

Ya comezaba a odiarla.

— Nada es fácil maldita zorra...— Escupió entre dientes.

— ¿Eh, Mina decías algo? — La nombrada se había exaltado al verlas hablarle.

La habían escuchado hablar, pero no reconocieron exactamente sus palabras, por eso se voltearon para ver si necesitaba ayuda con algo.

— N-No es nada...— Sonrió avergonzada — S-Saqué un cálculo en voz alta, solo eso.— Rio levemente.

Por poco y cometió un error.

— Oh claro, pensamos que nos hablabas a nosotras.— Mina solo rii entre dientes y negó.

¿Caminó fácil? Eso jamás.

Para ninguno de ellos, Nayeon me pertenece y siempre será así...

Nadie me la quitará.

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Al siguiente día Mina se levantó muy feliz y llena de ilusión, planeaba llegar temprano a la Preparatoria y pasar todo el día junto a Nayeon.

Desayunó y corrió lo más rápido que pudo para llegar más temprano que Nayeon y así, esperarla en la entrada.

Sonreía de oreja a oreja, esperó paciente por treinta largo minutos, pero Nayeon no llegó.