15 | EXPLICACIONES

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Vuelvo a la sala de espera y Re me explica que Isa está en la cafetería comprando el desayuno para ellas y va a tardar un poco es regresar, así que decido mejor ir a verla y platicar mientras esperamos sus alimentos.

Al llegar la observo distraída en su celular formada, mientras espera ser atendida por la cajera.

- Me pides también un té para Mayte, por favor - dice detrás de ella sorprendiéndole

- ¿Pero qué...? - expresa volteando y fulminándolo con la mirada

- Si no quieres no - declara levantando las manos en defensa - me formo no te preocupes - camina a un costado de ella

Isabel continúa observándolo fijamente sin decir ni una palabra

- No me veas así, siento como si me analizaras hasta el alma - expresa nervioso

- Eso es lo que estoy haciendo... - mencionó seria y luego soltó un suspiro - ¿De qué va a ser el té? - está vez su voz sonó más amable

- ¿Crees que tengan de jengibre? ¿A May aún le gusta?

- yo creo que si y no tienes una idea - rodó los ojos - desde que se empezó a notar su pancita no ha dejado de tomar cosas con jengibre, toma té frío, cliente, soda, y todo a lo que le pueda poner jengibre la hace feliz.

- ¿Otra cosa que no pueda dejar de comer?

- Helado, aunque eso solo lo come en la tarde antes de tomar su siesta, desde hace varias semanas se le ha hecho costumbre que después de comer como a eso de las 4 o 5 de la tarde se sienta en el jardín a leer un libro mientras come un poco de helado y cuando lo termina se queda dormida en uno de los sillones. No sabes lo tranquila que se ve.

- No, pero lo supongo - dijo nostálgico.

- ¿Por qué lo dices? - pregunto intrigada mientras recogida su pedido

- Porque casi al mismo tiempo que ella dormía yo meditaba y lo único en lo que podía pensar era en ella... - mencionó con algo de tristeza bajando la mirada - ahora sé que de alguna manera estábamos conectados.

- Siempre lo han estado, su colección ha estado hay desde mucho antes de que fuera novios. -manifestó sentándose en una mesa de la cafetería.

- ¿A qué te refieres?- mencionó sentándose enfrente de Isabel

- Cuando apenas se acababan de conocer, la magia entre ustedes fue instantánea, tan solo fue conocerse y comenzar a hablar para que conectaran de una manera especial.

- Es cierto... desde que la conocí sentí que no podía dejar de estar con ella, me podía pasar horas admirándola sin cansarme.

- Lo sé, te perdíamos si ella estaba hablando - dijo sonriente e hizo una pequeña pausa- ahora solamente resuélveme una duda.

- ¿Cuál?

- ¿Por qué la hiciste firmar los papeles de divorcio delante de ti?

- Siendo sincero - bajo la mirada - por estúpido, estaba harto, no quería seguir peleando con ella, me daba coraje conmigo porque sabía que algunas veces tenía razón, que debía pedirle perdón, pero no lo hacía, mi orgullo por ganar la pelea no me dejaban ver el daño que le estaba haciendo. Pensé... que alejándome de ella, dejándola "libre" podría dejar de hacerle daño, estaba equivocado, me fui y la deje sola, sabiendo que la amo con el alma, que mi vida esta perdida si no la tengo a mi lado, que en realidad no valgo nada sino esta conmigo, me fui como un cobarde, la deje sola y con el corazón destrozado.

- Es verdad que al principio le dolió mucho, no entendía la razón, incluso estaba enojada contigo por simplemente tomar la decisión de divorciarte sin haber hablado antes y vaya que se enojó - expreso con el paso de los días fue analizando todo, Carlos le ayudo mucho, la llevo con su abogado y la hizo entrar en razón, con en paso del tiempo se fue calmando, te digo que cuando dormía en el jardín, despertaba tranquila, como si no estuvieras lejos, como si ella te hubiera visto antes de dormir, era algo raro, nosotros no lo entendíamos, ella nunca decía lo que soñaba simplemente que se sentía en paz y aunque en un principio nos sacaba de onda, preferíamos verla tranquila.

- Ahora que he vuelto, no pienso volver a dejarla nunca, he cometido muchos errores últimamente y no pienso volverlos a cometer, menos ahora que sé que voy a tener una hija con ella.

- ¡Va a ser niña! - exclamo sorprendida

- Si, ¿por qué? - pregunto desconcertado ante su reacción - ¿era secreto?

- No, es solo que en la última consulta no nos comentaron nada, ¿cuándo le habrán dicho?

- No sé, ¿por qué no vamos a preguntarle?, de hecho, me mando aquí a buscarte para que hablar contigo y después fueras a hablar con ella antes de que la den de alta.

- Vamos, espero que el té ya no este tan caliente y lo pueda tomar bien.

- Tú entras a hablar con ella en lo que yo voy a recepción a firmar los papeles que falten va. - manifestó levantándose de la mesa

- Claro, vamos - dijo mientras se levantaba y seguía a Manuel.

ESTA VEZ NO TE LASTIMAREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora