4- Café (Peraya)

1.6K 131 5
                                    

A diferencia de lo que uno podría llegar a sospechar por la ternura de su rostro, Krist bebe su café amargo.

Singto ha notado que el primer aliento de su compañero siempre varía entre un torrado suave y uno intenso, dependiente siempre de la cantidad de horas que pudo descansar la noche anterior. Desde que Pluto llegó a su vida, de por si ajetreada, el aliento de Krist siempre huele a torrado intenso.

- ¿Te desperté, P'?-pregunta Krist con un tono alegre, como si fuera algo normal llamar a un colega a las siete y media de la mañana, un día que ninguno de los dos tiene agenda programada.

Singto hace un pequeño sonido, algo justo en me medio entre si, no y "¿Qué carajos, Krist? ". Y Krist ríe. Singto puede imaginar las esquinas de sus ojos arrugadas, los pequeños hoyuelos en su rostro y un leve rubor en sus regordetas mejillas. Entonces le escucha sorber, dar un pequeño trago a algo. De fondo escucha a Pluto maullar y su nong lo regaña porque "aún es es temprano, Pluto, duerme un poco más".

- ¿Cuántas tazas van?- cuestiona frotando sus ojos con pereza.

- Dos o tres, bueno, a lo mejor ya no se cuentas- Krist hace un pequeño silencio y luego modula de tal forma que Singto puede sentir la sonrisa en su rostro-. Pluto ha mejorado bastante, hoy ha descansado seis horas de corrido, luego a venido y ha maullado en mi cara, el niño tenía hambre, así que tuve que levatarme.

- Estás criando a un mocoso mimado- regaña Singto suavemente-. Debes hacerle una rutina, será lo mejor para ambos.

Krist asiente y da otro sorbo a su café. Singto sabe que habla con una pared, que su nong tiene un corazón de pollo y que no podría escuchar llorar a Pluto sólo por no cumplir con sus caprichos. Sus ojos se sienten pesados y los cierra un momento, preguntándose desde que momento eran capaces de pasar tantos segundos en silencio sin sentirse incómodos. La respiración de Krist es suave, Singto le puede imaginar observando a Pluto haciendo alguna travesura.

- ¿Sabes?- habla luego de unos minutos, en un tono suave, sin la jocosidad con la que suele hablarle- Hubo un tiempo en que el no podía dejar de pensar cuantas tazas de café debería beber antes de asegurarme que te gustara la manera en que lo preparaba.

Singto sonríe: - Nong.

- ¿Mmmh?

- Deberías saberlo, me gusta el café suave, pero sólo si viene acompañado de un par de besos tuyos para endulzarlo.

Krist imita el ruido de una arcada y le llama cursi. Ambos ríen, Singto se sienta en su cama y se despereza, Krist le llama viejo al escucharlo quejarse del dolor de espalda que ha tenido los últimos días. Singto le dice que "viejo es el polvo, pero cuando quieras podemos echarnos uno". Krist se carcajea, y Singto busca un pantalón que ponerse y piensa que, cuando venga de lo de su novio, deberá hacer la colada.

Oneshots (Bl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora