Hiro de vez en cuando se confundía con todos los nombres y rostros que tenía que aprender ahora que había sido adoptado por sus padres. Entre compañeros de trabajo, mejores amigos de la preparatoria, Hiro tenía problema aprendiendo los nombres de todos, sin embargo, alguien cuyo nombre y rostro quedo grabado en su memoria desde que la conoció, fue su abuela, Inko Midoriya.
Aquella amable señora, ama de casa, con un corazón de oro y que Hiro consideraba la mejor cocinera del mundo.
A Hiro no le gustaba hablar de su vida personal, en especial de su pasado de cuando vivía en las calles, sin embargo, ese era el tema de interés de muchos de sus nuevos conocidos. Tal vez era por eso que amaba tanto pasar el tiempo con Inko, quien podía contarle con una gran emoción de cosas normales de su día a día, y cuyas únicas preguntas eran relacionadas a que quería comer o cual era su caricatura favorita. Hiro también amaba escuchar todas las historias que tenía su abuela acerca de su padre Izuku de cuando era pequeño, desde como jugaban a los superheroes, hasta la ceremonia de entrada a UA.
La habitación de su padre seguía intacta de cuando era niño, y en las noches en las que Hiro se quedaba a dormir, esa era la habitación que usaba. Hiro no podía evitar asombrarse al ver los viejos bocetos de superheroes de su padre, así como todos sus One-suits de All Might. Sin embargo, la habitación estaba tan intacta que Hiro a veces no podía dormir por todos los rostros de los pósters de All Might que lo veían en la noche.
Hoy fue otro día que Hiro les pidió a sus padres pasar el tiempo en la casa de su abuela en lugar de esperarlos en alguna de las agencias de héroes.
Inko le contaba de una vieja amiga que tuvo en la primaria mientras que doblaba la ropa, con Hiro acostado en la cama en frente de la televisión, a su lado se encontraba dormido el perro de su abuela, Manchas, un perro danés de tres años sin ninguna mancha en su cuerpo. Hiro casi no prestaba mucha atención a la televisión, ya que realmente amaba la manera de contar las cosas de su abuela, era tan agradable y cálida, justo como su padre Izuku cuando le contaba de sus misiones.
En una de las mesas de la habitación había una fotografía, una de hace mucho tiempo, en la cual estaba la familia Midoriya en un viaje a la playa, salían los tres integrantes: Inko, su esposo e Izuku cuando era un niño todavía más pequeño que su hijo.
Hiro no sabía prácticamente nada de su abuelo de la parte de Izuku, y es que hace un tiempo que no se hablaban. En si nunca había sido un padre muy presente en la vida de su esposa o hijo, pero cuando regreso de trabajar en el extranjero y se entero, no sólo de que su hijo estaba en una escuela de héroes con una particularidad imposible, sino también en una relación con Todoroki Shouto, las cosas se complicaron entre ellos, hasta el punto en que ni siquiera atendió a la boda de su propio hijo, ni quiso visitarlos con la llegada de su nieto.
No era un secreto que Izuku quería a su padre, o que desearía que su relación fuera a mejor, sin embargo, hasta la fecha seguían tan distantes como desde la preparatoria.
Inko pareció darse cuenta de las miradas de su nieto, y tras sentarse en la cama y darle unas palmadas en la espalda le dijo.
— Lo siento, Hiro, tendrás que darle algo de tiempo a tu abuelo. Tarde o temprano lo verás. No se perdería la oportunidad de conocer a su único nieto, estoy segura.—Dijo Inko, sin embargo la conocía lo suficiente en este punto como para saber cuando estaba insegura de algo.
— ¿Qué clase de persona es mi abuelo? —Pregunto Hiro, bajándole el volumen a la televisión.
— Veamos, es un hombre muy cerrado, pero muy amable. Es muy trabajador también. Cuando Izuku termino la secundaria se fue a trabajar a los Estados Unidos para así poder conseguir más dinero para su universidad. Hiro, no tienes que creerme si no quieres, pero él ama mucho a Izuku, demasiado, pero tiene unas formas de pensar un tanto...anticuadas. Cree que el que Izuku este con tu padre es porque él mismo fallo como figura paterna.
ESTÁS LEYENDO
El hijo de Deku
FanfictionIzuku fue un héroe que cambio al mundo, volviéndose en el símbolo de la paz a pesar de haber nacido sin una particularidad. Por eso, no era una sorpresa que el mundo se volviera loco con la llegada de su hijo. Pronto empezaron las teorías de su part...