5- Amigos

613 63 11
                                    

Hiro estaba sentado en su asiento. Preparado para comer solo.

Ya los grupos estaban claramente formados, y si su única opción de amistad era Keiko, prefería quedarse solo.

Estaba tan convencido de cosas como estas, que fue realmente sorprendido cuando un par de personas se acercaron a él.

— ¿Qué estas escuchando? —Escucho Hiro antes de sentir como alguien le quitaba un audifono de la oreja para ponérsela en la suya.

Con el bocado a punto de atorarse en su garganta, el pequeño se giro para ver a un chico parado al lado de su banca. Tenía su piel completamente rosa, además de un cabello corto del mismo color. Sus ojos eran completamente negros, a excepción de sus pupilas amarillas.

De inmediato se dio una idea de quien era.

— Uh, Radwimps, me gusta tu estilo —Le dijo el chico con una amplia sonrisa— Soy Ashido Murata, puedes llamarme Muracchan, así me llaman todos.

Ashido, eh. Pensó Hiro, claramente viendo el parecido con su madre.

— ¿Cómo te llamas? —Continuo el chico.

— Hiro.

— ¿Y tu apellido?

— No lo he decidido todavía...

— Oh, claro. Padres adoptivos. Entonces te llamare Hiro.

— Seguro.

Hiro miro al chico con sospecha en sus ojos. Conocía que su madre era una persona energética y cálida, sin embargo, Hiro por naturaleza desconfiaba de las personas que conocía, sobre todo si eran demasiado amistosas, ya que en las calles eso significaba que querían algo de ti.

Sin embargo, por alguna razón. Por más que se lo pensara, este chico solo parecía una persona normal. Energética y problemática si acaso. Pero no adivinaba que es lo que quería sacar de hablar con él.

— Veo que te me adelantaste, Ashido-kun —Dijo una chica mientras que se acercaba al par. Hiro siguió la dulce voz y encontró a una niña de su misma edad, sólo que más pequeña de estatura. Tenía un cabello negro y sedoso de largo mediano y un fleco cortado simétricamente. Además de eso usaba unas gafas grandes y redondas. Abrazaba unos libros de texto mientras que los miraba con una tímida sonrisa.

— Oh, Iida-chan —La saludo el chico. — Sólo pensé en saludar al chico nuevo.

— Sólo tienes curiosidad de que clase de persona se peleo con la hija de GroundZero, ¿No es así?

— Jejeje, me descubriste.

La chica soltó un leve suspiro y luego fijo su mirada en su nuevo compañero.

— Encantada de conocerte, Hiro-kun soy Iida Minako. —Lo saludo cordialmente— Soy la representante de la clase. Sé que no empezaste la escuela con el pie derecho, por así decirlo. Pero si alguna vez tienes un problema o alguna pregunta no dudes en hablar conmigo.

— Oh, ah. Claro...

Contesto Hiro, y por alguna razón, la voz no le salió. No era bueno hablando con chicas, e Iida era...particularmente linda. Verla a la cara pronto se volvió un reto, y tuvo que calmarse mentalmente para no hacer el ridículo.

— Escuche de papá que él y tus padres eran bastante cercanos cuando estaban en la preparatoria, así que me dio curiosidad que clase de persona eras, ¿Estaría bien si nos sentamos juntos para comer?

— Eh...ah, si, claro, no me importa —Murmuro Hiro, lo mejor que pudo, todavía no siendo capaz de mirarla a los ojos.

— ¡Eh, no es justo, Iida-chan! —Se quejo Ashido— ¡Yo planeaba robarme a Hiro para el almuerzo! Hiro, a pesar de lo que parece, esta chica no es nada como su padre, en realidad ella...—El chico se detuvo de golpe y comenzó a quejarse de dolor. Hiro no sabía que era lo que le provocaba tanto dolor, y se asomo brevemente debajo de sus asientos. Por un momento vio el zapato de Iida encima del de Ashido, aunque un instante después lo había quitado, y cuando regreso la mirada a su compañera, tenía la misma tierna sonrisa en su rostro, mientras que Ashido se había dado por vencido.

El hijo de DekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora