Al nacer la hija de Afrodita, Hemna, ésta le da un don. El don de la belleza y el encanto, pero, ¿Qué pasa cuando los tres grandes, Zeus, Poseidón y Hades, caen rendidos por su belleza?
Tras una relación amorosa con los tres grandes, Hemna concede...
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—¿Cómo te llamas? Nombre completo por favor.
—Zell Delia Zabat, no me mires así que ese es mi nombre.
—¿Delia?
—Si, es un lindo nombre y significa "chica visible" no sé por qué lo tengo, pero siempre le puedes preguntar a mamá él por qué.
—Tranquila eso haré, ¿Qué edad tienes Zell? Te ves muy joven.
—Y soy joven, apenas tengo 20 años.
—Una edad preciosa donde se descubren muchas cosas.
—¿Me lo dices o me lo preguntas? Porque si que he descubierto cosas últimamente.
—¿Quién es tu padre?
—Zeus, el invencible rey del Olimpo, ajá.
—¿Como es la relación entre ustedes?
—Complicada, pasemos a la siguiente pregunta.
—¿Color favorito?
—Gris.
—¿Alguna persona te gusta actualmente?
—Quizás si, quizás no, otra pregunta.
—¿Tienes algún secreto?
—Si lo digo ya no sería un secreto y prefiero que se quede como uno, pero puede que ayer saliera con un chico muy guapo.
—¿Un chico?
—Si eso dije.
—Bien, ¿Tienes el cabello gris de nacimiento o es teñido?
—Tu pregunta me ofende, ¡Claro que es de nacimiento! ¿Nunca habías visto a otra persona que naciera así? Quizás sea porque yo soy única baby.
—¿Qué poderes tienes? ¿Lo sabes controlar a la perfección.
—Tengo el poder del rayo, viento y tormentas, muy cool lo sé. Sobre mi control, bueno ¿Qué te digo? Al principio provoqué un tornado y mi padre casi me deshereda además de que casi me mata. Pero mira, ayer ayudé a un pueblo porque me sentía terrible, estaban pasando por una gran sequía de meses así que decidí darles una mano con mi poder.
»Decidí que si tengo este poder lo usaré para algo bueno, me propuse ayudar a esa gente tanto como pueda, no es bonito ver personas morir de hambre sabiendo que puedes ayudar en algo.
—Eso es muy gentil de tu parte Zell.
—Lo veo más como un acto de amor que una obligación, no me gusta ayudar por obligación, de ser así mejor ni lo hago.
—Me has dejado sin palabra.
—¿Eso quiere decir que se acabó la entrevista? ¿Si? Mejor no respondas, adiós querida.
